El presidente del Consorcio de Gestión del Puerto La Plata (PLP), José María Dodds y el Ceo de TecPlata, Bruno Porchietto, disertaron en el marco de la Cátedra Libre “Modelo productivo para el desarrollo nacional”, organizada por la Unión Industrial del Gran La Plata (UIGLP) en la sede de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNLP.
El director de la Cátedra e integrante de la UIGLP Francisco Gliemmo fue el encargado de moderar el evento titulado “Puerto La Plata: fantasma o motor para el desarrollo”.
Gliemmo remarcó la importancia del Puerto y de TecPlata para el desarrollo de la región. Además dijo que es necesario la implementación de créditos a largo plazo como también una reforma tributaria que no ahogue a las industrias.
A su turno, Dodds consideró incorrecta la calificación de “Puerto fantasma” ya que en PLP se “han movido casi 800 mil toneladas de carbón de coque por ferrocarril. Además estamos en condiciones de utilizar la misma estructura ferroviaria para traer contenedores por ejemplo de Mendoza. La estructura ferroviaria que tenemos es la mejor en comparación con otros puertos del país. Es una red ferroviaria que te permite tener hasta nueve formaciones en paralelos y tenemos mucha capacidad ociosa para seguir creciendo”.
Mientras que Bruno Porchietto contó cómo fueron sus primeras impresiones al llegar desde Italia a TecPlata. “Encontré una terminal rodeada de fantasmas en el sentido de mentiras. Primero que la terminal no tenía accesos, se hizo creer que estaba construida en el medio del campo. Esto es culpa de nuestra empresa como también de los dos gobiernos que prometieron los accesos y no cumplieron”, dijo el Ceo.
El empresario dijo que hoy “TecPlata puede operar a su capacidad máxima de 450 mil TEUs anuales con los accesos actuales”, y agregó que tienen “un plan de ampliación para llegar a un millón de TEUs anuales” donde si necesitaran el acceso por la autopista Buenos Aires – La Plata.
Respecto a la posibilidad de que nuevos armadores comiencen a trabajar en TecPlata, Porchietto aclaró que “actualmente ni las terminales de Buenos Aires operan cerca de su capacidad máxima, para una terminal nueva es complicado porque es un sector donde todo se mueve muy lentamente, hacer que una naviera cambie su ruta y que los clientes modifiquen su estructura logística es complicado”.
Al contar cómo lograron firmar un contrato con la empresa Login y activar la terminal luego de años de abandono, Porchietto manifestó que “llevamos una actitud distinta al mercado, tenemos un discurso diferente al anterior que apuntaba a conseguir grandes contratos, de que inmediatamente llegue un buque por día y que la terminal se llene de forma mágica. Cambiamos el discurso comercial, para mí no hay carga que sea pequeña, que no merezca atención y esto fue lo que generó que una naviera ponga un barco en la terminal”.