El arzobispo de La Plata, Héctor Aguer, escribió una carta para los obreros y empleados de Río Santiago.
“Yo le pediré a San Cayetano un Astillero con todas sus radas ocupadas, sin ñoquis ni semiñoquis, sin la sombra vergonzosa de la corrupción en ninguno de los niveles. Corrupción es un nombre elegante; más claro suena en lunfardo: sin `afanar`. Con justicia para todos y `laburando` en serio, deponiendo toda cuestión ideológica y disputas entre sectores”. El pronunciamiento es del arzobispo platense, monseñor Héctor Aguer. Y forma parte de una carta que les envió ayer “a los obreros y empleados del Astillero Río Santiago”.
“Queridos amigos”, comienza el Arzobispo: “Como todos los años, éste también celebraré allí la misa en honor de San Cayetano, Patrono del Pan y del Trabajo. Será el lunes 8, ya que el 7 es domingo. Le pediremos, como siempre, que interceda ante Dios por ustedes y por la suerte de la empresa”.
La carta sigue así: “Los muchachos de ATE Ensenada -creo que fueron ellos- me nombraron padrino del Astillero, en agradecimiento por mi intervención, hace unos quince años, para que la empresa no fuera cerrada. Desde entonces he estado cerca de ustedes, y los considero amigos y ahijados muy queridos. Haré todo lo que pueda por ustedes y sus familias”.
Luego afirma: “Las cosas no son fáciles, y ante las dificultades hay que reconocer sinceramente la verdad, la realidad. Es sabido que el Astillero es altamente deficitario, una carga muy pesada para el erario provincial. Falta además actualización tecnológica y en elementos de seguridad. Yo no soy un experto en esta materia; siendo obispo me preocupa la situación de las tres mil y pico de familias -las de ustedes- así como la suerte de la provincia y del país. Sólo trato de colaborar, sin meterme donde no me corresponde”.
“Pienso que no hay que volver para atrás, sino marchar hacia adelante -continúa la carta-. En 1916, hace exactamente un siglo, el Almirante Storni elaboró un proyecto magnífico para asegurar la soberanía marítima de la Argentina. Ese proyecto está todavía sin cumplirse, `en carpeta` si no olvidado. En ese propósito, la obra de un astillero resulta fundamental. Hay otras razones y posibilidades, como por ejemplo el recuperar una flota fluvial, la marina mercante de antaño. Se requiere, obviamente, una decisión política y las medidas consiguientes, sostenidas con perseverancia”.
De esta manera, el Arzobispo fijó posición sobre el presente y el futuro del Astillero. El próximo lunes, a las 10 de la mañana, ofrecerá en sus instalaciones de Ensenada la misa por la celebración de San Cayetano.