La cadena de valor vitivinícola genera en Argentina más de 100.000 puestos de de trabajo directos que, actualmente, se integra por 1.285 bodegas, 21 plantas concertadoras de mosto y 25.860 productores de uva. Este sector, como otras economías regionales argentinas, se encuentra en una profunda crisis por cuestiones de mercado tanto interno como externo. Estas, son muy similares a las que aquejan a otros sectores de la producción nacional: presión fiscal excesiva, costos elevados (productividad, intermediación, logística, etc.), retrasos en la cadena de pagos, caída de la demanda externa (precios y competitividad) e interna (pérdida de poder adquisitivo de los consumidores).
Por su parte, la Provincia de Buenos Aires cuenta ya con 3.000 hectáreas de producción de vino. Incluso la actual gobernadora, María Eugenia Vidal, tiene la intención de que se llegue a las 7.000 hectáreas vitivinícola para el 2019, sumarse a la producción nacional de vinos y así generar a la vez nuevas alternativas de empleo. Si bien el sudoeste bonaerense ofrece excelentes vinos, Mar del Plata ya cuenta con su primer viñedo y bodega (Mar y Pampa – Trapiche, que produce excelentes vinos blancos, pinot y espumantes). Por ello, desde Ser Industria (SI) entrevistamos a Pablo Cermesoni, quien encabeza la flamante Cámara de Vinotecas y Afines (CAVYA) constituida recientemente en la ciudad marplatense.
SI: ¿Qué es la CAVYA?
CAVYA: Literalmente, es la Cámara de Vinotecas y Afines. Pero, en lo personal, es un sueño que comienza a cumplirse: es acercarse a colegas, colaborar entre nosotros, compartir y, en definitiva, acelerar el crecimiento de cada uno y del sector.
SI: ¿Cuándo y porque se conformó?
C: Si bien venimos trabajando hace tiempo, en septiembre de este año logramos poner el primer ladrillo firmando el acta constitutiva. Respecto al porque, creo que este tipo de agrupaciones son una necesidad de cualquier sector y que, para el nuestro, debido al modo en que está conformada la red de puntos de venta, es aún más importante. Si pensamos que, a excepción de Capital Federal, no existen cadenas nacionales ni regionales como sí en otros sectores (supermercados, mayoristas, casas de electrodomésticos, etc.), el mayor impacto que generamos en los productores se vincula más con la imagen y el desarrollo de negocios de alta gama que con el volumen de venta. En términos políticos o legislativos, hasta la conformación de la CAVYA no habíamos participado en ningún debate de leyes o normativas que regulan la actividad. De todo esto surge, claramente, la necesidad de agruparnos.
SI: ¿Cuáles son sus objetivos principales?
C: Básicamente es elevar la productividad y la competitividad de nuestros negocios y, así, seguir aportando valor al sector. Para lograr esto se abre un abanico realmente grande, en el que podemos destacar la necesidad de profesionalizarnos, trabajar con mayor y mejor información propia y del mercado, mejorar nuestra relación con proveedores, y tener voz en los ámbitos de regulación de la actividad.
SI: ¿Se sabe cuántas vinotecas aproximadamente existen hoy en Mar del Plata?
C: Nosotros tenemos relevadas 74, con 68 dueños distintos que, en su exhibición, tienen más de un 80% de bebidas. En estos números se ve claramente la atomización que existe en este canal.
SI: Mar del Plata se ha ido convirtiendo en uno de los principales polos cerveceros del país, tanto con cervecerías artesanales y no artesanales. ¿A qué atribuyen éste hecho desde la su entidad?
C: Creemos que esto fue impulsado claramente por el boom de la cerveza artesanal y entendemos que se debe a la alta calidad que vienen logrando los productores marplatenses. De ningún modo es resultado de la casualidad, sino de un espíritu colaborativo del sector: compras conjuntas, compartir recetas, dar cursos y asesoramiento gratuito para que se sume más gente y se mejoren los productos finales. Es realmente inspirador ver cómo evoluciona una industria bajo un manual absolutamente distinto al habitual.
SI: ¿Cómo es la relación entre las vinotecas y el sector cervecero?
C: Es excelente. Además de la relación cliente proveedor, en el último tiempo, tras una convocatoria de la municipalidad nos hemos encontrado con los productores y las cámaras que los representan. Estamos trabajando en conjunto en propuestas para la regulación de la recarga de botellones. Todos comprendemos claramente la importancia de apoyarnos estratégicamente en el otro para mejorar nuestros negocios y, más que nada, defender las industrias locales.
SI: También se ha ido dando un crecimiento de la vitivinicultura en la Provincia de Buenos Aires, en general, y en Mar del Plata y su zona, en particular. ¿Qué opinan al respecto desde la CAVYA?
C: Estamos muy contentos con los proyectos y las empresas que ya están en marcha, si bien aún tenemos pendiente reunirnos con muchos para mejorar nuestra relación comercial, ya estamos en contacto y trabajando a la par con otros. Es más, nuestra cena de fin de año está programada en la bodega Costa y Pampa. Es cuestión de tiempo para que podamos juntarnos con todas las bodegas y brindarnos el apoyo que merecemos.
SI: ¿En qué situación se encuentra hoy su sector en Mar del Plata?, ¿Cómo les fue en éste año que termina?
C: El sector está sufriendo una crisis más profunda que la que golpea al país por la falta de uva, lo cual generó una corrida en los precios. La inflación de los vinos de mayor volumen dentro de una vinoteca promedio ya superó el 65%. Lógicamente, el consumo se ve muy golpeado. Según relevamientos propios, este año ya cerraron cerca de un 15% de los locales. Respecto al balance de 2016, por el momento no es alentador, pero tenemos por delante las fiestas, que son un pasaje clave para el cierre de año. Estamos con todas las expectativas puestas en estas fechas para lograr disminuir el impacto a la mínima expresión.
SI: ¿Cuáles son actualmente los principales problemas y costos que deben afrontar? ¿Cómo consideran que podrían resolverse?
C: Como mencionaba antes, el principal inconveniente es el crecimiento de precios desmedidos de la categoría vinos de una vinoteca, que representa una porción muy importante de nuestro negocio. Esto, sumado a la caída de volúmenes y al crecimiento de costos en todos nuestros servicios e insumos, es una combinación que afecta seriamente la rentabilidad. No creo que esto tenga una única solución sino varios puntos a trabajar. Necesitamos que la política intervenga y nos ayude, como parte de una industria que atraviesa una de sus peores crisis de su historia. Tenemos que mejorar los negocios con las bodegas, entender nuestras necesidades y apoyarnos en un momento tan sensible: unirnos más que nunca para fortalecernos, disponer de más y mejor información que nos permita tomar mejores decisiones y, por último, profundizar nuestra relación con los clientes para que nos sigan eligiendo como sus proveedores.
SI: ¿Qué perspectivas tienen para el 2017?
C: Si bien las expectativas respecto de la nueva cosecha no son buenas, esperamos que la situación económica general mejore y que sigan evolucionando aquellos negocios emergentes, como la ya mencionada cerveza. Sabemos que no será fácil recuperarnos, pero creo que el 2017, siempre y cuando logremos tener una capacidad de adaptación rápida para recibir e impulsar categorías no tradicionales y continuemos mejorando la competitividad en la oferta de vinos, nos encontraremos con un mejor año que el corriente.
Para finalizar, Pablo Cermesoni agradeció a todos los integrantes de la CAVYA como así también “a todas las personas que fueron y son muy importantes a la hora de dar los primeros pasos como cámara, y a todos los que nos ayudan desde distintos ámbitos”.
Por último hizo una convocatoria: “queremos invitar a todos los colegas que faltan a sumarse a la CAVYA, que traigan sus inquietudes y sus propuestas, esperamos y necesitamos sumar más voces y más criterios que nos permitan seguir evolucionando y mejorando entre todos juntos”, concluyó.