Los soldados “estarán apostados en puntos estratégicos de San Pablo, principalmente en los que sea necesaria la seguridad VIP”, adelantó el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Brasil, general José Carlos De Nardi.
La presidenta Dilma Rousseff acordó con el gobernador Gerardo Alckmin modificar el plan de seguridad diseñado meses atrás por el gobierno federal.
El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Brasil, general José Carlos De Nardi, anunció que el Ejército desplegará 4.000 efectivos en San Pablo para la apertura que comenzará dentro de nueve días, y advirtió que actuarán con máxima severidad ante cualquier contingencia.
Los soldados “estarán apostados en puntos estratégicos de San Pablo, principalmente en los que sea necesaria la seguridad VIP”, adelantó el oficial, publicó este martes el diario Folha de Sao Paulo.
Algunas avenidas paulistas y las proximidades del estadio Itaquerao, ubicado en la zona este y donde el 12 de junio Brasil y Croacia protagonizarán el duelo de apertura, tendrá hombres del Ejército y si “ellos son atacados van a responder”, advirtió De Nardi, consignó ANSA.
En esa región de la capital paulista hay varias favelas y unos 5.000 miembros del Movimiento de Trabajadores Sin Techo que se asentaron en un terreno baldío y prometieron rodear el Itaquerao durante el partido inaugural.
La presidenta Dilma Rousseff acordó con el gobernador Gerardo Alckmin modificar el plan de seguridad diseñado meses atrás por el gobierno federal, que contemplaba la presencia de militares en alerta en los cuarteles y descartaba su eventual actuación en manifestaciones.
Las “Fuerzas Armadas actuarán de forma suplementaria a las fuerzas de seguridad pública” paulistas, pero si es necesario entrarán en acción, explicó el ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo.