El Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) de CAME, que mide la diferencia promedio entre el importe desde el campo a la góndola para 25 alimentos agropecuarios, aumentó 10,7% en el último mes del año. Fue impulsado por el salto en las distorsiones de la pera, la manzana y la calabaza, que tuvieron fuertes bajas en los valores de origen.
La brecha de precios entre lo que paga el consumidor y lo que recibe el agricultor por los productos agropecuarios subió 10,7% en diciembre, para cerrar el año en un promedio de 4,75 veces. Con ese aumento se revirtió la tendencia descendente que venía observándose desde septiembre pasado, cuando los productores habían comenzado a recibir mejores valores, sin impacto en el cliente.
El aumento en la distorsión del mes se explica por la caída abrupta en los importes de origen de la pera, la manzana, la calabaza y, en menor medida, el zapallito, que incrementó fuertemente la diferencia entre lo que recibe el cosechador y lo que abona el público. Es que en los cuatro alimentos, simultáneamente, aumentó el monto de destino, haciéndose más amplia esa desigualdad.
En diciembre, el IPOD agrícola alcanzó un valor de cinco veces, 13,9% arriba en comparación con el mes de noviembre, aunque un 2,7% por debajo de diciembre de 2016. Mientras que el índice ganadero, bajó 4,1% en el mes, al ubicarse en 3,74 veces, 6% menos que un año atrás. A su vez, el aumento en la brecha redujo a 25% la participación promedio del productor en el precio final del alimento (desde el 26,1% en noviembre).