El consejo directivo nacional de la Federación Marítima Portuaria y de la Industria Naval (FEMPINRA), que conduce Juan Carlos Schmid, tomó posición frente a la convocatoria del sindicato de Camioneros y de otros gremios respecto a la marcha el próximo día 21 contra el ajuste del gobierno de Mauricio Macri.
“Como lo ha señalado el Documento de Mar del Plata, que fue orgánicamente asumido por la Confederación General del Trabajo, denunciar la campaña de embate sobre el sindicalismo, promoviendo como generales caso deleznables, pero absolutamente minoritarios y aislados, al tiempo que se consolida un trazado económico contrario al interés nacional, que fomenta la timba financiera y no genera producción genuina ni puestos de trabajo sino despidos”, apuntó la Federación en un comunicado.
“Los aumentos de los niveles de pobreza, las cesantías y una política ostensible de cancha inclinada a favor de los grupos dominantes nos alejan de un dialogo con voluntad de cambio, más bien atentan contra la paz social”, advirtió el nucleamiento sindical.
“Acá no hay gradualismo -añade- sino un ataque al desarrollo nacional y una política deliberada de alentar la baja de los salarios y de los Convenios Colectivos, máxime después de la sanción de una Reforma previsional vergonzosa que se sirvió de una ruptura de los códigos de confianza con el Movimiento Obrero, utilizando la Reforma Laboral como caballo de troya, para cumplir con los objetivos de rebajar los ingresos de los compañeros/as jubilados y pensionados”.
La marcha del 22 “ha tomado una dimensión que ha desbordado una demanda sectorial y se ha instalado como la caja de resonancia de los Trabajadores Argentinos, los Jubilados y los Movimiento Populares, bajo un diagnóstico común: la realidad tangible de salarios viejos, precios nuevos, tarifazos brutales y endeudamiento”, continúa.
“La FEMPINRA y sus gremios adheridos participaran activamente de la marcha, agregando nuestros reclamos ya exteriorizados al Ejecutivo: el rechazo al veto a la Ley de Industria Naval, que luego de dos años de consenso y discusión con todos los bloques del Legislativo, fue amputada en sus artículos principales, tornándola inútil, y por tanto renunciando al desarrollo de una industria de industrias y a la soberanía nacional”, agrega.
También alerta sobre “la incertidumbre respecto del futuro de los puestos de trabajo en el puerto de Buenos Aires, que no tiene definición concreta desde hace largo tiempo y pone en duda la continuidad laboral de miles de portuarios”.