Ambos ríos comenzaron a bajar en las últimas 24 horas en toda la zona circundante a Misiones, aunque las aguas comenzarán a invadir las costas de las provincias de Corrientes, Chaco, Santa Fe y Entre Ríos, informó Prefectura Naval Argentina.
En Chaco, el Comité Provincial de Emergencia estimó que unos 3.000 habitantes deberán ser evacuados de la costa provincial por la crecida del Paraná, que al mediodía marcó 5,49 metros en el hidrómetro de Puerto Barranqueras.
La creciente afecta a los municipios chaqueños de Isla del Cerrito, Margarita Belén, Colonia Benítez, Barranqueras, Puerto Vilelas, y Basail.
La previsión es que la creciente del río Paraná alcance el pico entre el domingo y lunes, con una altura de entre 7,40 y 8 metros en el Puerto de Barranqueras, muy superior a los 6 metros con los que se dispone el alerta y los 6,50 metros que indican la evacuación.
En Corrientes, más de 70 familias fueron evacuadas y autoevacuadas en las últimas horas por el abrupto repunte del Paraná, mientras se espera el pico de la crecida durante el fin de semana.
En la capital de esa provincia del litoral argentino el río midió hoy 5,40 metros, mientras que ayer se registraron 5,28 metros, cuando el nivel de evacuación es de 7 metros.
La tendencia creciente también se marca en las mediciones de Ituzaingó (4,74 metros), Itá Ibaté (5,66 metros), Itatí (6,04 metros) y Paso de la Patria (5,68), algunas de las localidades más comprometidas por el repunte del caudal.
En Entre Ríos, casi la mitad del ganado que pasta en las islas del predelta, en la zona situada entre las ciudades de Victoria y Rosario, ya fue retirado a sitios más altos para evitar los inconvenientes que provocará la creciente extraordinaria que experimenta el Paraná.
Voceros de la Federación Agraria Argentina (FAA) confirmaron que en esas islas pastan 88.000 cabezas, de las que ya se retiraron alrededor de 40.000.
En la región del predelta hay una población isleña de alrededor de 1.000 personas acostumbradas a las cíclicas crecientes del río, que ya comenzaró a evacuar sus viviendas asistida por la municipalidad de Victoria.
Según estimaciones oficiales, para el 25 de este mes se espera que el pico de la creciente llegue a la capital entrerriana adonde, según los pronósticos, el río alcanzará una altura de casi 2 metros más que la actual.
En Misiones, la bajante del Iguazú permitió que Parques Nacionales autorizara la apertura de dos de los tres paseos que circundan los 275 saltos de las Cataratas.
En tanto, el río Paraná, que ayer llegó a su pico máximo en Posadas con 10.90 metros, también comenzó a descender, aunque continúan cortados dos de los tres puentes sobre la ruta nacional 12, informaron autoridades de Vialidad Provincial.
Pese a la inusual crecida, en Misiones casi no hubo tareas de evacuación debido a que las obras de defensa de la Entidad Binacional Yacyretá evitaron que el agua invada las zonas bajas del territorio misionero.
En la provincia de Buenos Aires ya se comenzó a delinear un plan de contingencia, por lo que la Dirección Provincial de Defensa Civil del Ministerio de Seguridad se reunió con organismos civiles para accionar ante el escenario de emergencia que podría darse en los distritos comprendidos entre San Nicolás y San Fernando.
El titular de Defensa Civil, Luciano Timerman, explicó que cada organismo expuso la información disponible y los recursos operativos para trabajar ante las posibles contingencias, y se acordó realizar una próxima reunión técnica el miércoles 18 y otra operativa el 25 de junio.
En Santa Fe, el Centro de Informaciones Hidrométricas de la Universidad Nacional del Litoral informó que la altura del río Paraná en la capital provincial se mantiene en 4,18 metros, siendo el nivel de alerta los 5,30 metros y de evacuación los 5,70 metros.
El director del Centro Regional Litoral del Instituto Nacional del Agua (INA), Carlos Paoli, manifestó que “el pico de la crecida del Paraná llegará al área metropolitana de Santa Fe y se comenzará a notar en los próximos ocho días”.
En la crecida del Paraná influyen las intensas lluvias que se registraron durante la última semana en la cuenca inferior del Iguazú y en el sector del Alto Paraná próximo al embalse de Itaipú, en el sur de Brasil.