El presidente de Boston Consulting Group, Hans-Paul Bürkner aseguró que las inversiones tardan en llegar a Argentina porque los empresarios “no quieren hacer grandes desembolsos sin saber si este Gobierno seguirá en el poder en tres años”.
Además indicó que “les lleva un tiempo a los empresarios recuperar la confianza después de tantos años de que este país mirara las inversiones extranjeras con aversión”, dijo el consultor.
Al ser consultado sobre si está de acuerdo con la política de gradualismo que aplica el Gobierno de Mauricio Macri, Bürkner dijo que “es una discusión que no solo sucede en la Argentina, también la estamos viendo en la India e Indonesia. Cuando llegan las reformas, algunos sienten que hay que hacer cambios drásticos, pero creo que ese es un camino peligroso porque puede derivar en que la oposición vuelva al poder. En América Latina se ve este movimiento pendular entre la derecha y la izquierda, en el que todo gobierno trata de deshacer lo que hizo el anterior. Esto deriva en una virtual parálisis para los países. El desarrollo económico se consigue cuando un gobierno construye sobre los logros de sus antecesores. Es importante que Argentina mantenga un enfoque gradual y vaya paso a paso.
También se refirió a los efectos que produciría una reforma laboral, “debemos entender que, en muchos países, reforma se convirtió en una mala palabra. En los años 60 significaba más beneficios y oportunidades, hoy en día en el mundo significa menos subsidios y beneficios y más competencia. Es importante comprender que en el mercado laboral, si querés crear trabajos, necesitás tener cierta flexibilidad. Si mirás los países que tienen el desempleo más bajo, como Dinamarca, el mercado es flexible. Podés contratar y despedir, si lo haces pagas una indemnización predefinida. El seguro de desempleo es muy generoso pero estás obligado a aceptar cualquier empleo que se te ofrece. No podes decir que no lo querés. Si lo rechazás, tus beneficios se recortarán. Entonces, hay muchos trabajos porque las compañías contratan y, cuando tienen menos que hacer, pueden despedir a los empleados. Cuando un país trata de impedir los despidos, no importa qué tan mala sea la situación, las compañías pensarán dos veces en contratar a alguien. Esto favorece a los que tienen empleo sobre otros que lo buscan, los jóvenes. En Alemania tenemos 5,5% de desempleo hoy y 7% de desocupación juvenil. La reforma laboral de Macri apunta a hacer el mercado laboral más flexible para generar más oportunidades”.
En cuanto a la posición de los sindicatos que no comparten esta visión, Bürkner insistió que “en muchos países, los sindicatos pelean contra la flexibilización, porque dicen que destruyen empleos, pero es una oportunidad a mediano y largo plazo para crearlos. No podés crear empleos en un país sin flexibilidad, te vas a la quiebra. Las compañías pelean por el talento, quieren tener a los mejores y necesitamos encontrar un buen balance para crear trabajo pero también, si los tiempos son difíciles, para eliminarlos”.