En la cumbre que se lleva a cabo en Bolivia, Cristina pidió al G77+China que se pronuncie contra las prácticas que utilizan los fondos buitre. Y consideró: “El unilateralismo no le conviene ni siquiera a los países que lo ejercen”.
La presidenta Cristina Fernández pidió en la cumbre del G-77+China que se lleva a cabo en Bolivia, que este foro de naciones emergentes se pronuncie contra “las prácticas de expoliación financiera” que utilizan los fondos buitre, y consideró que “en el mundo actual, el unilateralismo no le conviene ni siquiera a los países que lo ejercen”.
“Desde 2003 tuvimos que hacernos cargo de las deudas que generaron otros gobiernos. Debimos resolver el default más grande de la historia. Realizamos un canje de deuda en el que acordamos con el 76% de los acreedores, luego, en una segunda etapa, cerramos con el 93%. Acabamos de firmar un acuerdo con el club de París. Sólo queda un 1%, que son los representados por los fondos buitre”, repasó la mandataria.
Y en ese sentido, agregó: “Estos grupos especulativos, radicados en paraísos fiscales, que compraron bonos cuando el país estaba en cesación de pagos. Y ahora requieren un trato preferencial”.
La jefa de Estado consideró además que si estos fondos logran su cometido, “pondrán en riesgo no sólo a Argentina, sino a todos los países que alguna vez se vean en la obligación de renegociar sus deudas”.
“Creemos entonces que debemos ir a un mundo en el que se establezcan reglas claras y de cumplimiento global. No puede ser posible que la suerte de nuestras economías queden en manos de calificadoras de riesgo. Estos organismos toman decisiones y generan crisis que ponen en riesgo el trabajo y la producción”, fundamentó la mandataria.
Cristina recordó que la crisis económica de 2008 “la generaron organizaciones especulativas que provocaron desempleo en los países centrales, y ahora sus gobiernos quieren trasladarlas a nuestras naciones emergentes”.
“Vivimos en un mundo cambiante. El año pasado, en la cumbre del G-20, la preocupación central pasaba por la situación en Siria. Hoy ante la situación creada en Irak, Estados Unidos le reclama ayuda a ese país y a Irán, un tradicional adversario en la región”, apuntó la presidenta.
Y subrayó: “Es por eso que el unilateralismo no le conviene a nadie. Ni siquiera a quien lo ejerce. Necesitamos la cooperación y el diálogo de todos los países para no generar respuestas desesperadas como las que llevan a cabo los fundamentalismos.
Además, observó que en “la actualidad, el capitalismo se encuentra en una nueva etapa, que no resultó definida por teóricos como David Ricardo y Adam Smith, y se trata de un período en el que se crea exclusión”.
“El capital es hoy excluyente, porque dejó, en muchos casos de explotar. Eso es un logro de la valorización financiera que nuestro país conoció gracias al endeudamiento que comenzó bajo la dictadura militar y siguió luego durante la ficción de que un dólar valía un peso. Así fue como nos endeudamos en un 160% en relación a nuestro PBI”, explicó.
Al respecto, la mandataria entendió que “los países que tienen deudas que tiene deudas que superan el 100 por ciento del producto tiene sobre sí una especie de cepo”, y que esta situación se aprovecha para ejercer una nueva forma de colonialismo”.
Cristina aprovechó la ocasión para agradecer el apoyo del G-77 +China al reclamo de soberanía sobre la Islas Malvinas, y recordó que “el Reino Unido posee aún enclaves coloniales en distintas partes del mundo” .
“Los latinoamericanos somos siempre solidarios con la lucha de los países del mundo que luchan por su independencia y liberación. Prueba de ellos es la lucha de Cuba por la emancipación de Angola. Somos y seremos solidarios con los pueblos aquí reunidos”, sostuvo la mandataria.
Cristina cerró su alocución, la número 13 desde que comenzaron las deliberaciones, con una referencia al lema de la cumbre -“Un nuevo orden mundial para vivir bien”-, al considerar que “si no se construye un sistema mundial integrado, dentro unos años, estos encuentros analizaran el hecho de poder vivir”.
Cuando se retiraba del predio de Fexpocruz, donde se desarrolló el cónclave, la presidenta consideró que si no se establecen reglas claras a nivel global, el mundo puede entrar en un descalabro”.
“El objetivo de esta cumbre no es contrarrestar a las grandes potencias. Tenemos que establecer reglar claras a nivel global, de lo contrario, el mundo va a entrar en un descalabro cada vez más grande”, observó la mandataria antes de retornar a Buenos Aires.
Cristina mantuvo también una reunión bilateral con su par de Cuba, Raúl Castro, tras la alocución que brindó en el plenario de la Cumbre.
El encuentro fue solicitado por el presidente cubano y es, hasta el momento el único encuentro bilateral que la mandataria cumplió durante su estadía por la ciudad del oriente boliviano.
Además, la jefa de Estado intercambió, antes de retornar a Buenos Aires, saludos protocolares con el presidente de la República de Venezuela, Nicolás Maduro y el secretario general de la ONU, el surcoreano Ban Ki-Moon.
Antes de dejar la ciudad más importante del este de Bolivia, Cristina fue despedida por Evo Morales, quien le agradeció su presencia en el encuentro de este grupo intergubernamental de naciones en vías en desarrollo.
En su declaración final, el G77+China emitió una declaración de condena al accionar de los fondos buitre y le reclama al Reino Unido que, en cumplimiento de las resoluciones dictadas por la ONU inicie negociaciones con Argentina por la soberanía de las Islas Malvinas.
La Cumbre Extraordinaria del G-77+China se realizó en conmemoración del 50 aniversario de la creación de este foro de países emergentes, y las delegaciones presentes en esta reunión debatieron la confección de una agenda común para presentar en el Encuentro por el Desarrollo del Milenio, que se llevará a cabo en 2015, en la sede que ONU posee en Nueva York.