“EEUU nos comprará acero y aluminio en la medida que le convenga”

21 septiembre, 2018

Por Camilo Urquizu y Gabriel Ríos Malan- El integrante del Observatorio de Políticas para la Economía Nacional (OPEN), Kevin Castillo, analizó la quita de aranceles al acero y al aluminio argentino que realizó Estados Unidos. Además se refirió a los puntos favorables y negativos para el país respecto a la “guerra comercial” entre Norteamérica y China.

Pregunta: En mayo, el entonces ministro de Producción argentino, Francisco Cabrera, anunció que habían logrado el acuerdo para que Estados Unidos no le cobren aranceles por el acero y el aluminio, ¿Esta medida en qué consiste

Respuesta: Esta quita de aranceles permite que Argentina exporte a Estados Unidos, el caso de aluminio se puede exportar el 100 % del promedio de los últimos tres años, es decir que si en los últimos tres años tuvimos un promedio bajo de exportación lamentablemente eso es lo que vamos a tener que exportar.

En el acero es el 135 %, es decir que aumentamos nuestra cuota de mercado un 35 por ciento de lo que venimos exportando.

P: ¿Crees que el acuerdo es en gran medida por la relación entre Donald Trump y Mauricio Macri?

R: Este acuerdo surge por el conflicto o la “guerra comercial” que se está dando entre EEUU y China, en donde el diagnóstico que hace Trump es que hay un desbalance en la balanza comercial entre Estados Unidos y China, lo cual es cierto. Es cierto también que la producción industrial en EEUU hace varias décadas que viene cayendo.

Tanto por cuestiones de competitividad respecto al dólar, como al surgimiento de China como un actor económico que puede que tiene una gran masa laboral y que tiene costos bajos y que tiene un potencial de producción muy grande.

Ante esta situación, lo que Trump quiere hacer en el fondo no es nada nuevo. Busca resucitar la industria de su país, que por lo general se ubica en el centro del país, donde radican sus votantes.

Hasta ahora las zonas más prósperas de EEUU que son las costas están basadas en tareas de innovación de servicios. Si uno se pone a ver como es la relación comercial entre EEUU y China en términos de bienes es superavitaria para China, pero se compensa bastante cuando nos ponemos a ver los servicios que da EEUU que es también lo que tiende a suceder cuando un país es desarrollado.

El problema es que la gente con mano de obra no calificada o baja calificación se inserta en empleos industriales y no en servicios basados en conocimientos, entonces se genera una grieta muy importante entre aquellos que pudieron acceder a una educación superior de calidad y aquellos que no.

P: ¿Cómo entramos nosotros en todo eso?

R: La realidad es que China es el gran proveedor de EEUU en bienes y de alguna manera esa baja que van a tener en recepción de bienes importados de China, la tienen que cubrir de alguna manera.EEUU es el mayor consumidor de acero y aluminio del mundo, lo necesitan para su industria, es un bien fundamental, entonces de alguna manera tienen que recuperar importaciones porque además su propia industria no es capaz de satisfacer su consumo interno.

P: ¿Te parece un gran acuerdo?

R: Tengo que ser crítico respecto a como lo anunció el gobierno nacional, donde plantean intensas negociaciones o que esto se debe a la gran relación que tienen Macri y Trump desde principios de sus gobiernos, la verdad es que hay una necesidad meramente económica que es que ellos necesitan suplirse de estos insumos básicos y argentina es un país con el cual no genera contradicciones comprarle un poco porque ellos tienen una balanza superavitaria con nosotros, no pega de lleno con el discurso nacionalista que tiene Trump para con su país.

Trump no se contradice…

No se contradice, porque la realidad es que ellos tienen una balanza comercial muy superavitaria con respecto a nosotros. Nuestras exportaciones de acero y aluminio es marginal, en 2016 exportamos alrededor de 59 mil millones de dólares en bienes, de esos 1.3 mil millones corresponden a exportaciones de aluminio y acero, en general de metales, entonces el aporte representa entre el 2 y el 2,3 por ciento de nuestras exportaciones totales, a su vez del total que EEUU compra de aluminio, nosotros le damos alrededor del 3,9 por ciento de las importaciones totales de aluminio crudo, respecto al mundo somos un aporte muy pequeño de aluminio para los estadounidenses, aunque somos el mayor vendedor de aluminio de la región, más que Brasil y Venezuela que son los dos que siguen, nosotros abastecemos el 63 por ciento de las exportaciones de nuestro continente a EEUU.

También es muy interesante que de las exportaciones que nosotros mandamos a EEUU el 10 por ciento corresponde a metales, un poco más, en 2016 le exportamos entre 4500 millones de dólares a EEUU de esos 460 millones corresponden solamente a metales, lo cual es una postura privilegiada dentro de nuestras exportaciones a ese país.

En términos de aluminio de toda las exportaciones que le hacemos al mundo,  EEUU representa el 69 por ciento.

Exportamos 460 millones de dólares de aluminio, 321 millones provienen de EEUU, o sea casi todo nuestro aluminio exportado va a EEUU, entonces era fundamental de que no nos cobren aranceles porque realmente esta industria en particular se podría haber visto muy complicada en caso de tener estos aranceles. Porque son nuestros principales compradores.

P: ¿La industria del acero y la del aluminio se pueden desarrollar en Argentina?

R: Sí, totalmente. Con esta guerra comercial hay potencialidades para que Argentina pueda incrementar su cuota parte en el negocio, por lo menos en las exportaciones a EEUU.

También hay que entender, por ejemplo, que si tuviéramos una política del desarrollo de la industria naval, claramente la industria del acero y del aluminio podría crecer de manera exponencial, el tema es que no tenemos un proyecto de industria naval entonces tenemos que apelar a la exportación. Si tuviéramos un proyecto donde pudiéramos consolidar una industria marítima, donde consolidemos una flota marina mercante donde eso se viera expresado en una mayor construcción de buques obviamente la industria del acero y del aluminio se vería en la obligación y tendría la posibilidad de crecer independientemente de la coyuntura mundial, porque esto es coyuntural realmente uno no sabe en qué va a terminar esta escalada comercial entre EEUU y China.

Además, de fletes gastamos unos 7 mil millones de dólares y esta cifra está cerca al peor año de déficit energético que llevó al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner a exportar YPF, esa misma cantidad de dinero existe en lo que es pagos en fletes marítimos. Si uno quiere resolver el tema de restricción externa y de la escasez de dólares yo apuntaria a fortalecer la industria naval y por ende todas las ramificaciones que hay.

P: Hablando de la coyuntura se puede hacer una analogía con el pacto Roca-Runciman, teniendo en cuenta que es un periodo en el que los mercados se cierran, Argentina a costa de poder vender permite que se intervenga en su mercado mediante los frigoríficos británicos. ¿Encontras una similitud?

R: A priori no se cuánta intervención van a tener las empresas estadounidenses en la producción argentina pero el contexto es similar porque vamos hacia un mundo que se cierra más que un mundo que se abre. Hay una política del gobierno muy clara que es intentar apostar al comercio exterior para colocar la producción nacional, lo que veo es que es cada vez más difícil eso porque cada país está cuidando su producción local, incluso intuyo que con estos aranceles que está poniendo EEUU, por eso digo que es coyuntural, porque lo que va a buscar es incrementar su producción nacional de acero y aluminio y que en el mientras tanto le va a comprar a países como el nuestro para saldar esa brecha que existe entre su oferta y su demanda pero que es pasajero, uno pone un arancel no para que quede hasta la eternidad, se ponen primero para cuidar la industria nacional que es lo que va a pasar hasta que la industria estadounidense perciba los incentivos para producir hasta que eso suceda más hay un lapso de tiempo que tienen que cubrir la demanda.

Mientras tanto nos van a comprar a nosotros en la medida que a ellos les convenga, bajo sus condiciones sus posibilidades y cuando ellos vean otra alternativa mejor se termina, por eso yo digo que esta posibilidad va a durar hasta que ellos lo dispongan, ese puede ser el paralelismo con aquella época. Nosotros estamos vendiendo pero a disposición del comprador y nosotros que no somos exportadores privilegiados de acero y aluminio nos tenemos que adecuar a las exigencias del otro y si ellos un día quieren poner aranceles lo van a poner y ahí va a quedar nuestra industria.

P: ¿Por eso es fundamental desarrollar un mercado interno?

R: Desde ya, me parece importante el comercio exterior para desarrollar las capacidades productivas de un país, pero lo que realmente le da estabilidad a un aparato productivo es también el consumo interno y hoy el consumo interno de materias primas para desarrollar la industria tiende a decrecer porque la industria misma está cayendo.

P: ¿Qué medidas pensas que hay que tomar para cambiar eso?

R: Lo que haría es una política de desarrollo industrial, que es contrario a lo que está haciendo el gobierno nacional que es prácticamente no tener política de desarrollo industrial. Yo vengo del polo industrial de Tierra del Fuego que históricamente ha producido bienes electrónicos y electrodomésticos, hoy eso se está vaciando por las políticas del gobierno nacional y digo que la industria nacional puede tener un montón de inconvenientes como la mayoría de industrias alrededor del mundo. No es que la industrial mundial es óptima y la nuestra es mala. El mundo tiene problemas con el desarrollo industrial, hay pocos países que son industriales. Pero yo entre tener una industria con problemas a no tenerla, prefiero tener una industria con problemas y prefiero hacer todo lo posible para desarrollar la industria con una intervención del estado fuerte. El estado tiene que ser protagonista del desarrollo industrial generando demanda. Por ejemplo, desarrollar una industria naval, que permita generar eslabonamientos hacia adelante y hacia atrás, eslabonamiento hacia atrás es la compra de insumos como estos de acero y aluminio para producción de bienes que no son una pavada, son bienes que nos aportan ahorros de divisas, y que nos aportan soberanía nacional, un país serio debería tener eso, industrias madre.

El gobierno nacional no tiene un proyecto industrial, está volcado a lo financiero.

P: Pero además no hay un mercado financiero argentino

R: Ellos priorizan el desarrollo de los mercados financieros pero en realidad el gobierno está llevando adelante una timba financiera.

P: Creo que este gobierno no habla de industrialización sino de desarrollismo…

R: Sí de forma ambigua. Hay una discusión con esto del desarrollo, ¿cómo de lo genera en el siglo XXI? Si se lo hace a través de la industria como el siglo pasado o a través de potenciar esta rama de los servicios basados en el conocimiento. Que es válido, porque en los servicios basados en el conocimiento, que son cuestiones que cada vez se demandan más en nuestros países, lo que tiene Argentina es poca oferta laboral. Hay poca mano de obra especializada, incluso teniendo universidades públicas y mucha gente que accede al sistema de educación pública superior, necesitamos mucho más para cubrir esa demanda. Pero qué es lo que pasa con la gente con calificaciones bajas o medias incluso, que es la mayoría, el sector por excelencia para que esa gente viva en condiciones dignas, es el sector industrial que impedía tener empleos de bajo salario y de bajos derechos laborales.

P: ¿Para el desarrollo industrial es necesario que haya inversiones extranjeras?

R: Lo que pasa con las inversiones extranjeras, que si bien te permite producir no necesariamente con la última tecnología pero sí con mejores tecnologías.

Pero en esa situación tenemos un problema de fuga de divisas constantes en términos de remisiones de utilidades, una empresa transnacional se inserta en nuestro país con el objetivo de generar ganancias y antes una coyuntura adversa lo que hace es remitir esas utilidades a sus casas matriz. En su momento en el gobierno peronista se llevó a cabo una política de empresas nacionales como el IAME que intentaba lograr el desarrollo nacional, con resultados cuestionables obvio, pero también con algunos otros que fueron buenos, como Astilleros Río Santiago. Lo que creo es que la senda del desarrollo industrial no es fácil, no es que uno destine una cantidad de dinero y linealmente eso se transforma en desarrollo industrial. Muchas veces es un camino sinuoso que uno lo que tiene que hacer en términos de industria es alcanzar un nivel competitivo industrial y eso te lo marca la pauta mundial.

En el país tenemos casos que en su momento fueron exitosos como Astilleros Río Santiago en su momento fue uno de los astilleros más importantes de Latinoamérica, no nos olvidemos que tuvimos YPF que fue una empresa modelo a nivel mundial, o el caso de Aerolíneas Argentinas.

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