Por Jorge Kordi*- Hace unos días asistí a la conferencia del joven y brillante economista Santiago Bulat, el título del evento sugería que se hablaría de emprendedurismo y crisis. Sin embargo solo recibimos una explicación pormenorizada de por qué el debacle económico de la Argentina. Por supuesto no debería sorprendernos ya que si lo pensamos bien, es bastante lógico ¿Que puede saber un economista de la vida real o de lo que le preocupa a las personas de carne y hueso? Poco y nada. Esto quedó en evidencia cuando al finalizar una joven emprendedora formuló la siguiente pregunta ¿Es este un momento para emprender? el economista entonces, con cara de asombro y gesticulado su desconcierto, le pasó el micrófono a otra persona que describió con palabras lo que al final de su explicación, resultaría un enorme signo de interrogación.
En este artículo buscaremos responder a esa pregunta ¿Es este un momento para emprender? Las crisis son momentos de gran tribulación para algunos y de alegría para otros. Tranquilos no voy a decir esa estupidez de “La palabra crisis en chino significa tanto crisis como oportunidad” tonto yo, lo dije. Perdón.
Entonces coincidiremos, si digo que emprender es solucionar problemas y cobrar por ello. Si lo podemos ver de esta manera, podríamos decir que un emprendedor debe tener tres características básicas: La capacidad de ver problemas que necesitan ser solucionados, crear soluciones para los mismos y una buena relación con el factor dinero.
Las crisis rompen con el status quo, de hay eso de oportunidad. En tiempos de bonanza económica, los mejores locales están alquilados y son carisimos, los mejores clientes tienen dueño y competir con los grandes suele ser una tarea difícil. Por el contrario cuando el mercado en general está a la baja aparecen nuevas posibilidades, se abren pequeños nuevos nichos, las empresas pequeñas con más elasticidad y dispuestas a ganar menos pueden aprovecharse de las otras empresas, las que se acostumbraron a las épocas de vacas gordas, las paquidérmicas, esas a las que les cuesta desacelerar y modificar su estructura. Allí un emprendedor puede meter la cuchara y servirse del pastel , por supuesto un pastel más pequeño pero pastel al fin.
En épocas de crisis muchas personas pierden sus empleos y son empujadas a transformarse en emprendedores. El dato al respecto es que cuando las cosas van bien 8 de cada 10 emprendimientos no resiste más de dos años, así que el lector se imaginara como puede empeorar ese dato, cuando personas que nunca pensaron en emprender son empujadas a hacerlo, por necesidad. Emprender no es para cualquiera y si estas en esa situación, además de persignarte, busca ayuda, el estado tiene varios programas que pueden orientarte para que disminuyas el riesgo de terminar con un video club, criando chinchillas en tu departamento o un parripollo y lo que es peor sin un peso en tus bolsillos.
Así que la respuesta a la pregunta inicial ¿Es este un momento para emprender? es la siguiente:
Sí. Solo debes asegurarte de que tu producto o servicio solucione un problema actual, por el cual las personas estén dispuestas a pagar. ¿Que no hay dinero en la calle? sería un gran error pensar eso, el dinero no desaparece, solo cambia rápidamente de manos, lo que debes preguntarte es si tu oferta de valor es una necesidad para esos nuevos ricos o los de siempre, que han sabido pararse en el lugar correcto, ese en que la misma marejada que se ha llevado a otros, supiera dejar a sus pies millones de peces de los que pueden servirse.
Quizá podamos formular juntos la pregunta inicial y construir esta ¿Tenes una solución a un problema que necesite ser solucionado y por el cual las personas estarían dispuestas a pagar para hacerlo? recorda que durante la crisis hay personas que pueden encender asados con una montaña de billetes cada domingo sin que ello afecte en absoluto su economía. ¿Tu modelo mental te acerca o te aleja de las oportunidades? esta pregunta está relacionada a lo anteriormente expuesto en este artículo, pero la desarrollaremos en la próxima publicación. Creo que por ahora, tenemos bastante en que pensar.
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