Por Gabriel Ríos Malan- Desde el inicio de 2018, el mundo a puesto los ojos en la “guerra comercial” entre Estados Unidos y China. Tal es la magnitud del enfrentamiento que desde el Fondo Monetario Internacional (FMI) aseguran que, de terminar en estos días, las consecuencias serían las de una economía global que crecería un 3,7%, dos décimas por debajo de lo previsto poco tiempo después del inicio de esta disputa.
La incertidumbre que genera este contexto lleva a que los precios de algunos commodities se vean afectados o que los inversores no tomen decisiones.
Sin embargo, para Argentina puede haber algunos puntos favorables. Por ejemplo, de cara a 2019, la imposibilidad de que Estados Unidos coloque algunos productos agrícolas en China puede ser una oportunidad para nuestro país. Esta situación puede favorecer al gobierno de Mauricio Macri, ya que Argentina, está posicionado según la Organización Mundial de Comercio (OMC) como un gran exportador de agroalimentos.
Vale recordar que, según la OMC, si se considera a la Unión Europea como un mercado único, el lugar de Argentina entre los exportadores de alimentos y de productos agropecuarios a nivel mundial la coloca entre los 10 primeros.
Así que en un contexto en el que parece que la relación entre el gigante asiático y Norteamérica incrementa su tensión, Argentina podría colocar algunos de sus productos en territorio asiático.
En este caso los productos agropecuarios serían los que más potencial tendrían ya que China pondría imposiciones de límites para los estadounidenses. Pero para estar en condiciones de aprovechar la oportunidad, nuestro país deberá mejorar su producción esperando tener un mejor clima y no sufrir las sequías que castigaron al campo en los primeros meses de este 2018.
En 2017, Argentina exportó a China US$ 4.326 millones, mientras que a Estados Unidos fueron US$ 4.433 millones, por lo cual estos países se posicionan como nuestros principales mercados luego de Brasil.
Sin embargo, un detalle no menor es que al desmenuzar las exportaciones que se realizan a cada país, se pueden observar importantes diferencias entre los productos comercializados.
Mientras que a China el 72% de lo exportado son bienes agropecuarios, tanto primarios o manufacturados, en el que la soja tiene un rol protagónico. En el caso de Estados Unidos, el comercio en más de su mitad, se compone de bienes industriales y automotores.