Por Hugo Márquez*- Las redes sociales son en la actualidad una herramienta imprescindible a la hora de desarrollar una candidatura política o ejercer gobierno. Desde principio de siglo las estrategias políticas digitales se han ido transformando, desde las cadenas de mail y blogs en 2002 hasta la circulación de contenido en redes sociales y su interacción con posibles votantes en tiempo real.
Después de 2006 el boom de las redes sociales tuvo un impacto significativo en los procesos políticos a nivel mundial, teniendo como principal ejemplo su uso en la precampaña y posterior carrera electoral de Barak Obama, siendo un punto de inflexión en la manera de hacer comunicación política digital.
Dicha estrategia de comunicación política digital trazó sus principales objetivos en la inmediatez a la hora de responder ataques políticos por parte de sus contrincantes en Twitter, además de utilizar Facebook para generar debates virtuales, lo que acercó al candidato demócrata a las nuevas generaciones de aquella época.
Esta manera de hacer comunicación política digital se utiliza cada vez con más frecuencia en el mundo y la Argentina no es la excepción. En las elecciones presidenciales de 2015 el candidato del PRO, Mauricio Macri, utilizó una estrategia mucho más agresiva en redes sociales que sus competidores más cercanos, Daniel Scioli y Sergio Massa; este último no logró pasar las elecciones primarias.
Las redes sociales permiten la interacción de contenido en distintos formatos en diferentes espacios temporales, incluso sin necesidad de pagar por el espacio utilizado aunque otras veces la estrategia contemple el posicionamiento a través de publicidad, cubriendo a su vez distintos nichos de posibles votantes.
En la actualidad el tener un estratega en comunicación política digital como parte del equipo de campaña electoral no garantiza una victoria asegurada, por el contrario una mala estrategia digital podría desencadenar una derrota anunciada antes de la primera contienda electoral. El mundo virtual cambia aceleradamente por lo que es importante primero hacer comunicación y luego política.
Una buena estrategia de comunicación política digital debe contemplar una buena investigación acerca del posible votante antes de producir contenido para él, de esta manera se optimizan los tiempos de producción y se mejoran las interacciones con los posibles votantes. Se debe comenzar con tiempo suficiente para poder crear una agenda de contenidos lo suficiente amplia y diversa.
El principal reto que enfrentan los políticos en el mundo digital es saber aprovechar las ventajas comunicacionales de las redes sociales, lograr salirse del molde que limita su uso para difundir mensajes de manera tradicional y poder desarrollar sus plataformas políticas a través de la interacción con sus posibles votantes.
Es por eso que la construcción de vínculos entre el candidato y sus posibles votantes en redes sociales puede significar una ventaja sobre sus competidores si se tiene un buen estratega de comunicación política digital.
*CEO de OOX comunicación