Por Hugo Márquez*- No existe la campaña política perfecta, en todas surgen imponderables que si no son resueltos de forma correcta pueden terminar con la carrera política de un candidato.
Por eso es necesario contar con un especialista que pueda ayudar a enfrentar esos momentos críticos donde el futuro está en juego. Para cualquier político que desee lograr una victoria electoral deberá contar con un asesor en comunicación que en momentos de tensión pueda encontrar soluciones que permitan minimizar los daños y poder dar un golpe de efecto a los ataques de los adversarios.
Es por eso que el consultor deberá desarrollar mecanismos de prevención, tener conocimiento sobre situaciones similares que hayan ocurrido anteriormente para poder anticiparse a los momentos críticos. Algo es seguro, lo primero que se debe hacer es actuar y rápido.
Uno de los casos de cómo sobreponerse a una adversidad y sacar ventaja es el de la compañía multinacional emblema de comida rápida, McDonald’s, allá por los albores de sus inicios y también los comienzos del marketing como profesión (década del 50).Una de las primera unidades de comida rápida de la marca de los arcos amarillos en Delaware (Estados Unidos) había sido impactada por un auto y quedó parcialmente afectada. Esa sucursal corría el riesgo de quedar marcada como el trágico lugar donde se estrelló un auto.
¿Cómo se repuso esa sucursal ante tamaño perjuicio? Se dispuso a realizar una campaña para prevención de accidentes de tráfico, posicionándose en la ciudad como una empresa concientizadora de la seguridad vial, alejando el mal recuerdo que podría provocar el accidente y limpiando su imagen positivamente.
Ahora vamos con un ejemplo más local, con un ex presidente que conocemos mucho. Se trata de la campaña política de Fernando de la Rúa, para presidente, candidato por la coalición de la Alianza para las elecciones de 1999. De la Rúa arrastraba una imagen de persona insulsa y faltante de carisma, a contramano del por entonces presidente Carlos Menem que hasta se mostraba en público conduciendo un ferrari; el publicista Ramiro Agulla convirtió todos esos adjetivos negativos en adjetivos llenos de significado que representaban una diferencia de autoridad, un perfil de candidato serio, honesto y comprometido. El spot de campaña para la televisión empezaba con la recordada frase “Dicen que soy aburrido…”. Claramente la gente se sintió identificada con un candidato que se pretendía austero, y honesto en contramano de lo que el anterior presidente del Partido Justicialista (PJ) representaba y ganó las elecciones con la mitad de los votos en total, al candidato por el PJ, Eduardo Duhalde. La historia que pasó después ya la conocemos todos y fue una dura crisis que ni la mejor campaña publicitaria pudo solucionar.
Vemos que además de una gran cuota de creatividad para sobreponerse a la crisis, lo que se necesita es actuar, ya que dar la espalda al problema no solo atraerá malos resultados sino la pérdida de fe de nuestra audiencia.
*Ceo de OOX comunicación