Desde que Mauricio Macri asumió la presidencia en 2015 la industrial perdió 134.723 puestos de trabajo, principalmente en las Pymes. A partir de 2018 se profundizaron los despidos y como resultado en la comparación interanual de marzo se marca la destrucción de la mitad del total de las fuentes laborales extinguidas.
Los empresarios habían comunicado la depresión laboral que se manifestó en los primeros tres años a los funcionarios de Cambiemos pero ante la continua implementación de políticas que perjudicaron al aparato productivo sienten que no fueron escuchados.
Los datos de la Unión Industrial Argentina (UIA) son sobre el mes de marzo de este. Según publicó BAE Negocios especialistas manifestaron preocupación ante la “ausencia de un plan de reactivación industrial que frene la sangría mes a mes del empleo fabril”.
El último informe del Centre de Estudios de la UIA indicó que “el empleo registrado en el sector manufacturero presentó durante marzo de 2019 (último dato disponible) una caída de 0,5% con respecto al mes anterior (-6.019 asalariados) siendo dieciséis los meses consecutivos de caída intermensual”.
Asimismo el texto explica que “en términos interanuales, durante marzo la industria manufacturera registró 68.994 trabajadores formales menos que en el mismo mes del año pasado (-5,8%)”. Por la caída del consumo interno, la baja competitividad para las exportaciones y principalmente la imposibilidad de financiar la producción seguramente “los despidos se mantendrán por efecto goteo”.
Respecto a las medidas electorales anunciadas por Cambiemos para recuperar el consumo, como el programa Ahora 12 o los créditos Anses para jubilados, los empresarios consideraron que “servirán para mejorar la situación contextual, especialmente del comercio”. Sin embargo, consideraron que la situación financiera profundiza el riesgo de una mayor crisis en las pymes industriales que reclaman por la falta de crédito productivo.
Las altas tasas de interés principalmente de las Leliq, que pese a una fuerte baja en los últimos días, “sigue siendo, lejos, la más alta del mundo”. “Sabemos que la estabilidad es central para planificar los negocios, pero es fundamental la activación de una línea de crédito para la producción”, porque el sistema de Leliq “es una bomba que afectará a la industria”.