El dinero no durará para siempre – Eso está garantizado
No existía cuando el intercambio evolucionó para convertirse en una característica del primer sistema económico de la humanidad, ni persistirá cuando no haya ninguna ventaja en usarlo . Ese tiempo se acerca mucho más rápido de lo que los tradicionalistas quieren admitir.
La realidad es que la evolución hacia una sociedad (al menos en los países desarrollados) en gran parte sin efectivo está casi completa. Solo el 20% del dinero del planeta es físico, el 80% restante es dinero digital que se mueve por los bancos, u otras entidades financieras. El dinero en papel y las monedas metálicas se están volviendo prehistóricas.
Eso es lo que aquellos que prejuiciosamente vieron en la criptomoneda una burbuja, no lograron comprender. Al dinero no le importa lo que pienses. Es simplemente un medio de intercambio. Cuando su utilidad sea reemplazada por algo más eficiente, se extinguirá.
Con las valoraciones del dinero fiat (fiduciario) ya no más vinculadas a ningún commodity, y siendo su precio totalmente independiente y más bien dependa de lo que colectivamente creemos que es, es difícil encontrar un argumento serio que pueda convencer de que el dinero fiat no es también una burbuja.
No hay una razón coherente, por la que si dejáramos de creer en el valor del papel moneda de hoy, valdría mañana, cualquier cosa. Fundamentalmente sigue siendo una cuestión de confianza y creencia. Esto lleva a considerar que podría haber una solución tecnológica que obligue a un nivel o confianza, y uno puede creer que es inconcebible en un sistema dirigido por humanos.
Con dudas pero las criptomonedas avanzan
El argumento de un escéptico puede ser que las criptomonedas son todavía una burbuja, pero subo la perspectiva a que todo dinero lo es. Son un producto de nuestras creencias atadas a nuestra esperanza de que su valor se mantenga. Lo mismo para las acciones y bonos.
El dinero es, y lo ha sido durante los últimos 30 años, una construcción intelectual centrada en la confianza de la humanidad en la gobernabilidad, pero esa confianza en las instituciones está en un mínimo histórico. No confiamos en las razones que dan, por las decisiones que siguen tomando. Las criptomonedas no es solo el futuro porque eso es lo que un grupo comprometido de soñadores te hace creer. Es el futuro porque son parte de un nuevo sistema operativo para un mundo descentralizado.
Es la nueva vanguardia porque retoma el control de las cosas de las que más dependemos para que podamos subsistir. Además que ya está acá proponiendo una diferencia en cómo actuamos. Bitcoin permitió a toda una generación de venezolanos tener una alternativa a la inflación paralizante que un gobierno inestable no puede parar.
– Ya no tenemos que confiar en un gobierno para reinar sobre nosotros y que prescriba cuidadosamente una política monetaria peligrosa que debamos aceptar.
– Ya no debemos aceptar situaciones de austeridad que se nos imponen debido a la ineficacia de un gobierno en un colapso financiero donde no hay castigos para ninguna de las personas que lo causaron.
– Nuestro futuro ya no depende de los caprichos de los gobiernos y bancos.
Podés hacer un argumento sobre una criptomoneda sobrevaluada, siendo manipulada o sobre si no es un buen medio para hacer transacciones de frecuencia alta.
Pero, ¿qué precio le pones al control?
Qué precio le pondrías en la confianza programada en un libro de contabilidad inmutable donde los participantes tienen las claves de cómo se desarrolla la plataforma. Decisiones arbitrarias unilaterales son reemplazadas por consenso.
Si no entendés como funciona el dinero fiduciario, no estás capacitado para juzgar si las criptomonedas tendrán éxito o no. Del mismo modo, si no comprendes los mecanismos para la minería de criptomonedas, la tecnología subyacente que impulsa las criptomonedas o la economía de la escasez, no estás calificado para decirle a nadie porqué se trata de una revolución.
Así que infórmate y comprende porqué las cosas están cambiando, aprecia la tecnología que sustenta la revolución. Pueden impactar positivamente el progreso que este nuevo sistema puede hacer. De lo contrario, puedes quedar como un chamuyero desinformado, que especula hacer dinero, haciendo más daño que bien.
Dicho esto, si crees en las criptomonedas, deja que el mercado vaya hacia vos. Comprende que el éxito del mercado depende de una creencia inquebrantable de que a lo largo de la historia la innovación siempre ha interrumpido lo establecido.
Si un sistema es mejor, exponencialmente, entonces nada podrá interponerse en el camino del progreso. Por la misma razón, Google volvió obsoleto a Yahoo, Facebook venció a Myspace y así Bitcoin y Ethereum destruirán el dinero.
En la misma medida que Mercadolibre está alterando el comercio minorista presencial, la criptomoneda erradicará los bancos. Si no vemos venir esto, no estamos prestando atención. En el momento que los bancos centrales empezaron a comprar cantidades predeterminadas de bonos del gobierno u otros activos financieros, firmaron la sentencia de muerte del sistema operativo del capitalismo que monopolizó el mundo.
Sin embargo, el capitalismo no va hacia ninguna parte. La criptomoneda es simplemente un recipiente más eficiente que permite que se manifiesto se realice.
El progreso es implacable.
La criptomoneda es sólo una actualización