El destacado neurólogo y presidente de la Fundación INECON, indicó que “nos mentimos cuando nos decimos que estamos en vías de desarrollo. Tengo 50 años desde los 10 que vengo escuchando que este país está en vías de desarrollo ¿cuándo nos desarrollamos? Nosotros no estamos en vías de desarrollo porque al ver el mapa del mundo, los países que han logrado el desarrollo son los que más invierten conocimiento, en innovación, en investigación y en desarrollo y los que tienen instituciones que conectan el mundo científico con el mundo empresarial para hacer de una idea científica un éxito económico. Argentina no tiene tiene esas instituciones modernas, flexibles con gran jerarquía. Además no estamos condenados al éxito”.
Sin embargo, Facundo Manes aseguró ser optimista porque “en la Argentina hicimos de todo pero nunca el tratamiento correcto. ¿Cómo es el tratamiento? Dejarnos de mentir, no somos un país rico en recursos naturales, per cápita estamos a mitad de tabla. Hoy los recursos naturales no son la economía del mundo. Un ejemplo de esto es que Indonesia y Tailandia exportan el 70% del caucho del mundo pero no intervienen en la industria del neumático que es lo que genera más plata”.
En ese sentido, manifestó que “si Argentina empieza a tener una unidad nacional, un plan estratégico de país basado en invertir en innovación, en investigación, en educación en ciencia y tecnología en 10 años podríamos duplicar el PBI y bajar los niveles de pobreza”.
Respecto a la necesidad de una “unidad nacional”, Manes analizó que “en 2015 la gente no votó a favor de Macri, sino que lo hizo en contra de, ahora me parece que pasó lo mismo por eso Alberto Fernández, por eso tiene que convocar a una unidad nacional, lamentablemente creo que vamos a perder cuatro años más”.
Asimismo señaló que “Gandhi, Kennedy, Obama fracasarían en Argentina porque es un país que tiene una expectativa que la generación de riquezas no lo puede satisfacer, entonces estamos en un problema”, y lamentó que “la política funciona bien para los políticos, no funciona bien para el resto de los argentinos. Los políticos viven mejor que la mayoría de los ciudadanos”.