Entre las principales causas de la evasión tributaria se encuentra la falta de transparencia en el gasto público. Esto quedo expuesto en la reciente encuesta “Las causas de evasión en la República Argentina” realizada por el Centro de Estudios en Administración Tributaria de la UBA, donde se revela que gran parte de los contribuyentes perciben un bajo grado de devolución de servicios por parte del Estado, mientras que la mayoría de los empresarios considera que los altos niveles de corrupción desalientan el cumplimiento tributario.
De esta forma, se aprecia la importancia de llevar a cabo una correcta difusión de los gastos e inversiones efectuados por el Estado y su vinculación con los tributos abonados por los contribuyentes.
Asimismo, a los efectos de mejorar el cumplimiento fiscal, resultaría indispensable contar con las herramientas adecuadas para luchar contra la corrupción.
Esta mayor transparencia podría traducirse en un mayor cumplimiento voluntario en el pago de impuestos, con el consecuente incremento de la recaudación.
Es así como, con el objetivo de transparentar el gasto público y dar a conocer en detalle el destino de los impuestos abonados por los contribuyentes, procurando de esta forma incrementar la conciencia y el cumplimiento tributario, el gobierno de Chile ha implementado durante el mes de mayo de 2020 un reporte informativo online: “¿Cómo se usaron mis impuestos?”
El sistema consiste en un reporte enviado por el Servicio de Impuestos Internos SII chileno (equivalente a la AFIP argentina) al correo electrónico de cada una de las más de 3,5 millones de personas que declararon rentas en 2019.
En este reporte se especifica para cada contribuyente cuánto abonó durante el año 2019 en concepto de Impuesto a la Renta e Impuesto al IVA, y cómo el Estado utilizó esos recursos, detallando los gastos por tipo (subsidio, inversión, etc) y área (educación, salud, etc).
Incluso, cualquier personas puede acceder a un reporte online con una estimación teórica del Impuesto a la Renta y el IVA y su consecuente gasto público.
A modo ilustrativo, se puede ver el siguiente ejemplo.
Figura 1 – Reporte del SII
Fuente: SII-Chile. www.sii.cl/destacados/reportegt/index.html
Aquí se observa que el contribuyente del ejemplo pagó durante el año 2019 un total de $437.794 (pesos chilenos): $51.494 en concepto de Impuesto a la Renta y $386.300 de IVA.
A continuación, el reporte informa cómo se invirtieron esos $437.794. Primero lo desglosa por tipo de gasto ($227.652 en Beneficios- subsidios, $65.669 en Inversión, etc).
Luego, se especifica a qué área del gasto público se aplica ese mismo monto total recaudado (por ejemplo, $109.098 en protección social, $96.664 en educación, y así describiendo cada área).
Gracias a este reporte informativo, el Estado chileno, a través de su agencia de recaudación pretende que cada contribuyente puede relacionar en forma clara y directa en qué se utiliza cada uno de los pesos que pagó en impuestos. Así se logra dar una clara y contundente señal a la población sobre la importancia de sus aportes a las arcas fiscales.
¿Y en Argentina?
Históricamente nuestro país se ha caracterizado por niveles muy bajos de percepción de transparencia del gasto público. A los constantes casos de corrupción en el manejo de fondos públicos, se le suma el hecho de que pocas veces el pago de impuestos se refleja en buenos servicios públicos. Y la presión tributaria raras veces dejó de incrementarse.
Tanto el Estado nacional, como los provinciales, no suelen comunicar clara y detalladamente cuál es el destino de los impuestos recaudados.
Aplicar en Argentina un sistema de rendición de cuentas al estilo chileno podría ser beneficioso para mejorar la percepción de transparencia en el uso de los ingresos fiscales y el gasto público.
El proceso podría iniciarse a nivel nacional con un reporte anual y luego ser replicado en forma paulatina por cada una de las provincias y municipios. Y en un futuro podría lograrse la emisión de un único reporte integral que incluya, por individuo, la totalidad de tributos abonados en todos los niveles de gobierno. Obvio que, para lograr tal objetivo, previamente se requerirá una excelente coordinación e intercambio de información entre todas las agencias tributarias (bastante escasa hoy en día).
El reporte anual, al menos en una primera etapa a nivel nacional, podría ser emitido durante los primeros meses del año, y de esta forma incluir los impuestos abonados durante el ejercicio anterior.
También con el objetivo de la simplificación, al menos en los comienzos del sistema, deberían incorporarse los tributos más importantes y no todos: es decir, incluir sólo IVA y Ganancias.
Y con respecto a la asignación de estos recursos deberían exponerse las principales Áreas del gasto (tales como Educación, Salud, Infraestructura, etc), desglosando en cada una las subáreas más relevantes (por ejemplo, Educación podría dividirse en Inicial, Primaria, Secundaria y Universitaria).
También debería especificarse el monto de esos impuestos que resultan coparticipables entre las diferentes provincias y cuánto le correspondería a cada una, o al menos considerarlo por regiones (Pampeana, Cuyo, etc).
El reporte puede ser enviado por correo electrónico, evitando el papel, con todo el ahorro de costos que esto significaría. Además, sería visible en la página web del Fisco.
A su vez, sería conveniente la implementación de una aplicación gratuita para los teléfonos celulares para consultar este reporte de manera fácil y rápida.
En una segunda etapa, también podría mejorarse el reporte con la inclusión de algunos índices de eficiencia del gasto público, comparativos con el año anterior: esto dejaría expuesto la correcta (o no) utilización de los impuestos.
Por último, y sin lugar a duda, la tecnología puede ser un gran aliado a la hora de transparentar tanto la administración tributaria como el gasto público, contribuyendo de esta forma a mejorar la percepción de los contribuyentes del buen uso de los recursos, logrando así un incremento del pago voluntario de impuestos. Por tal motivo se debería explorar y estudiar la utilización de la novedosa y disruptiva tecnología blockchain, principalmente para transparentar las contrataciones públicas.
*Por Marcos Zocaro, Contador, Especialista en Tributación. Maestrando en Finanzas Públicas Prov. y Mun. (UNLP).