El ministro de Economía explicó que concurrió a los encuentros del G20 y el FMI como todos los años lo hace el país. “Tuve una agenda activa en cuatro eventos simultáneamente, no tuvo nada de excepcional”, enfatizó.
A su vez, el funcionario reforzarse las políticas de estímulo de la demanda para salir de la crisis internacional, haciendo eje en la lucha contra la desigualdad y una equilibrada distribución del ingreso.
“Básicamente la crisis internacional no ha terminado y no son alentadoras las expectativas de crecimiento para el año que viene, por lo tanto estamos convencidos que deben aplicarse políticas de estímulo a la demanda”, señaló Kicillof durante una conferencia de prensa en el microcine del Palacio de Hacienda.
Es más, el ministro resaltó el rol de los países emergentes y particularmente el de Argentina en el contexto de la crisis internacional, no sólo por el crecimiento del año pasado sino por su relación deuda-PBI.
De esta manera, Kicillof dejó en claro cuál fue la posición argentina durante la Asamblea del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, que se llevó a cabo en Washington durante la semana pasada.
“No fuimos a buscar nada y participamos como lo hacemos todos los años desde 1997, se trataron de encuentros ordinarios y reuniones bilaterales”, aclaró Kicillof.
El funcionario, además, ratificó que mantuvo reuniones “con representantes de empresas norteamericanas con inversiones en la Argentina, que reconocieron el muy buen desempeño de sus compañías durante los últimos diez años”.
“Es más -agregó-, empresarios de tres o cuatro compañías hablaron de formidables planes de inversión en el país, aunque prefiero no adelantarme y esperar que ellos lo anuncien oportunamente”, indicó Kicillof.
El ministro brindó detalles de su participación en la Asamblea e hizo hincapié en el buen desempeño que mantuvieron los países emergentes en conjunto el año pasado, a diferencia de lo sucedido con los países centrales.
“En el 2013 el mundo tuvo una débil y desigual recuperación del 3 por ciento, que se desglosa de la siguiente manera: 1,3 por ciento para las economías más avanzadas y 4,7 por ciento en el caso de los emergentes”, sostuvo el ministro Kicillof.
Al momento de abordar la crisis internacional propiamente dicha, Kicillof advirtió sobre los riesgos que representan “el retiro de planes de estímulo por parte de los países centrales, particularmente Estados Unidos, tras llevar adelante el más grande programa de estímulo monetario del que haya memoria”.
“Esta decisión genera daños en los países emergentes por un eventual crecimiento de las tasas de interés y podría haber una estampida de los fondos financieros, con turbulencias en el mundo emergente”, indicó el ministro.
En la Asamblea “también se discutió el peso de las deudas externas, que llega al 117 por ciento promedio en el caso de los países centrales, y al 130 por ciento en los países vulnerables de la eurozona”.
A modo comparativo, Kicillof recordó que la Argentina redujo “del 165 por ciento en el período 2000-2001 al actual 45 por ciento el peso de la deuda” con impacto en el PBI, tras la reestructuración y las políticas de los últimos diez años en materia de deuda externa.
Consultado respecto del alcance del artículo IV de la carta del organismo multilateral, que establece la necesidad de que los países sean supervisados anualmente, sostuvo que sólo tiene un “peso central en los países que reestructuraron deuda con el FMI”.
“Argentina tiene derecho o no a realizar esta revisión, no hay una necesidad objetiva, es simplemente nuestra decisión ya que no le debemos un centavo al FMI”, afirmó el ministro de Economía, Axel Kicillof.