Aseguran que “no hay una perspectiva realista de una solución privada” para la compra de los bonos argentinos en default que posee en su poder y que “ninguna” de las propuestas recibidas “fue remotamente aceptable”.
Aurelius explicó que las entidades que realizaron esas propuestas “no estaban dispuestas a financiar más de una pequeña parte, si la hubiera, de los pagos que querían que aceptemos”.
Señalaron incluso que “una propuesta fue retirada antes de que podamos si quiera responder y ninguna propuesta hecha por nosotros recibió una respuesta productiva” de la contraparte privada que inicio esos contactos.
Aurelius Capital Management y NML Elliot son los principales fondos buitre que litigaron contra el país ante el tribunal neoyorquino del juez Thomas Griesa.
Aurelius, a través de un comunicado, ratificó de esta forma que participó “con muchas partes privadas en la llamada `solución privada´”, con vistas a la posible compra de una porción de sus bonos argentinos no reestructurados sin la intervención del gobierno argentino.
Esa situación con terceras partes, “nos ha convencido de que no hay una perspectiva realista de una solución privada”, agregó el texto.
Por otro lado, hoy la Asociación Internacional de Derivados y Swaps (ISDA, en inglés), volvió a reunirse para continuar las discusiones iniciadas este lunes, para resolver la fecha en la que realizarán la subasta en la que se establecera el precio de liquidación de los seguros de default.
En ese encuentro (auction, en inglés) -que se llevará a cabo el 21 de agosto-, se establecerá “el precio de liquidación que se utilizará para determinar el pago que recibirán los tenedores de la protección de los bonos argentinos, como resultado de la falla de Argentina de pagar el evento de crédito el 30 de julio”, explicó la vocera de la entidad, Lauren Dobbs.
Sobre el seguro de default, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, volvió a cuestionar la decisión del juez Griesa de obstaculizar los procesos de pago a los bonistas que ingresaron al canje, así como esa especie de “configuración de juego a tres bandas” que hacen los fondos buitre, que son demandantes, tienen bonos reestructurados y quieren cobrar seguros contra default.