Así lo expresaron autoridades del gobierno ruso, que comenzó a acordar una agenda de negocios que permitirá la llegada de empresarios de ese país para explorar inversiones en el sector de hidrocarburos.
Lo expresaron en la primera jornada de la visita que encabezan los ministros de Industria, Débora Giorgi, y de Agricultura, Carlos Casamiquela, y el secretario de Relaciones Comerciales Internacionales de la Cancillería, Carlos Bianco, en Moscú, para ampliar las exportaciones a Rusia a partir del veto comercial que el presidente Vladimir Putin impuso a Estados Unidos y la Unión Europea.
Giorgi, Casamiquela y Bianco se reunieron con el titular del Servicio Federal para el Control Veterinario y Fitosanitario ruso, Serguei Dankvert, quien aseguró que la intención de su país es “que ingresen más productos argentinos a su mercado”, indicó un comunicado de la cartera fabril.
Durante las reuniones de la jornada se consolidó una agenda de trabajo comercial que permitió anticipar que a mediados de noviembre llegará a la Argentina una misión rusa para explorar negocios en el sector hidrocarburífero y posibles inversiones para operar en el mercado local y regional.
Dankvert recordó que desde el 2000 la Federación Rusa prioriza su relación con América Latina y aseguró que “la intención es que ingresen más productos argentinos, con regulaciones más justas: es muy factible agregar nuevas empresas para proveer el ingreso a nuestros mercados en lácteos y carnes, entre otros”.
El funcionario ruso señaló que “hace cinco años se viene trabajando en procesos eficientes para facilitar el ingreso de productos, por ejemplo de Argentina” y ratificó que la Feeración “ya está en condiciones de recibir a las delegaciones de negocios argentinas”.
La decisión rusa de vetar importaciones de sus tradicionales proveedores representa una oportunidad para la Argentina de ingresar a un mercado de 18.236 millones de dólares, cifra total de las compras que ese país hizo el año pasado a la UE, por 16.441 millones de dólares, y a los Estados Unidos, por 1.795 millones.
La gama de importaciones rusas en productos primarios y manufacturas de origen agropecuario tiene como cinco principales los productos cárnicos carne -incluyendo vacuna, aviar y porcina-, bebidas, lácteos y huevos, frutas frescas, y productos de molinería, en los que gastó más de la mitad del total.