Siete de los diez sectores en los que se divide la actividad industrial se mantuvieron en crecimiento entre enero y julio de este año, lo que evidencia que no toda la producción fabril se encuentra en baja, destacó un informe del Grupo de Estudios de Economía Nacional y Popular (Geenap).
Los sectores que crecieron en los primeros siete meses del año son las industrias alimenticia, textil, de edición e impresión, de refinación de petróleo, de sustancias y productos químicos, de productos minerales no metálicos y de metales básicos.
Del último informe del Estimador Mensual Industrial publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), se desprende que la caída en la actividad industrial se está desacelerando, ya que se con el paso de los meses se fue moderando la caída de los primeros del año.
En números, los primeros siete meses del año verifican una baja del orden del 2,8% mientras que julio sólo mermó 0,7%.
“Es interesante analizar los resultados en el desagregado de los diferentes bloques que conforman el indicador. En tal sentido, cuando se examina la descomposición del índice se encuentran 7 de 10 capítulos con crecimientos en sus rubros”, remarcó el informe del Geenap, elaborado por Sergio Chouza.
En consecuencia Chouza puntualizó que “de esto se desprende que el déficit en el sector industrial está enteramente explicado por el importante desplome en el sector automotriz, de 30,3% en julio y de 22% acumulado en lo que va del año”.
“De hecho, siguiendo el dato que surge del informe de coyuntura que periódicamente realiza el centro de estudios de la UIA, la actividad industrial hubiera subido en el mes de junio un 1,4%” sin contar ese sector, precisó el economista.
Asimismo remarcó que “hay sectores que aún se mantienen pujantes, a pesar de las vicisitudes de la economía”, y precisó que “la industria del software, según la Cámara de Empresas de Software y Servicios Informáticos espera cerrar el año con un crecimiento superior al 27%, así como 12,2% de ingresos desde el exterior y, lo más importante, un crecimiento en el empleo en el sector de más de 10 puntos porcentuales”.
También destacó que “el Estado presenta un rol activo como generador de políticas públicas que propenden a moderar la fase recesiva del ciclo y mitigar los efectos de un escenario internacional que también se presenta adverso”.
Al respecto destacó “que fines de junio, el Gobierno dio comienzo al programa de créditos personales para alentar la actividad automotriz, fuertemente golpeada debido a la caída en la demanda de Brasil, la devaluación de enero y el panorama de estancamiento en general”.
Además señaló que “todos los tamaños de empresa tienen disponible una línea de créditos a tasa subsidiada para financiar sus proyectos productivos, renovación de equipo y adquisición de capital de trabajo”.
Preciso que “el Fondear prevé un monto total de $10.000 millones para proyectos de empresas de cualquier tamaño que se enfoquen en proyectos de sectores estratégicos, producciones innovadoras o se focalicen en economías regionales”.
Del mismo modo indicó que en momentos dónde algunas empresas del sector industrial aplican despidos, suspensiones y se empiezan a observar presentaciones de quiebras o concursos preventivos, los programa Repro implican un desembolso eventual de $2.000 por trabajador para garantizar el funcionamiento operativo de la compañía aliviando el costo salarial de las empresas”.
Por otro lado, remarcó que “los subsidios que mantienen las empresas del sector industrial, en mayor proporción en concepto de insumos energéticos, se constituye como una fuente de competitividad extra que en otros períodos históricos de nuestro país no existían”.