Representantes de cerca de medio centenar de empresas argentinas, funcionarios y directivos de organizaciones del sector privado completarán en la India una vasta misión comercial, con rondas de negocios, presentaciones institucionales y un cónclave de inversiones.

Coordinados por la Cancillería, empresarios de 49 pymes de los rubros alimentos y bebidas, máquinas e insumos para el procesamiento de alimentos, agricultura, biotecnología, farmacéutica, software, equipamientos, textiles y cueros, entre otros, tendrán entre miércoles y jueves rondas de negocios con 95 contrapartes indias en Nueva Delhi, con el propósito de aumentar las exportaciones, que el año pasado sumaron casi 1.800 millones de dólares.

La misión comercial plurisectorial organizada por el Palacio San Martín completa la actividad que entre el miércoles pasado y hoy concretaron responsables de unas 30 empresas relacionados con la Unión Argentina de Jóvenes Empresarios (Unaje), bajo el amparo del Capítulo India de la Cámara argentina del Asia.

Las rondas de negocios, que se realizaron el miércoles en Bombay y hoy en Nueva Delhi, fueron “todo un éxito, con una muy importante asistencia por parte de los empresarios indios”, indicó el vicepresidente para India de la Cámara del Asia, Raúl Pastorini, también responsable de la consultora de comercio exterior Namastrade, organizadora de esa etapa privada de la misión.

La actividad del grupo incluyó visitas a plantas en las dos ciudades y presentaciones institucionales de Deloitte India, de la Confederación de Industrias de la India (CII) y de la Federación de Organizaciones Exportadoras de la India (FIEO).

Además de los empresarios que buscan colocar sus productos, en especial alimentos, como quesos y lácteos, aceite de oliva y soja embotellado, la comitiva también se caracterizó por las pymes con interés en compras específicas.

Una diseñadora que procura abastecerse con telas indias, una constructora sustentable en busca de máquinas para elaborar ladrillos de telgopor; un fabricante de silobolsas interesado en la adquisición de tecnología; otros dos de remaches y de alambrados perimetrales eléctricos que necesitan insumos, y hasta una cirujana plástica que requiere equipamiento hospitalario formaron parte de la misión de la Unaje.

“Los empresarios argentinos están enfocados básicamente en Brasil y China” como los grandes mercados para exportar, pero “estamos dejando pasar muchas oportunidades en el comercio con India, donde hay mucho que ganar”, evaluó Pastorini.

Al respecto, advirtió que es muy difícil vender a la India productos industrializados y que el potencial para Argentina está en aumentar sus exportaciones tradicionales de alimentos y sumarles valor agregado.

El cuero y los artículos de marroquinería son también nichos con potencial, ya que la India tiene un alto nivel de producción de ganado vacuno que exporta pero no consume por sus tradiciones religiosas, así como los vinos finos, que si bien tampoco son consumidos por la población local tienen un importante mercado en los hoteles 5 estrellas.

Pero además, hay un gran interés de los empresarios indios en invertir bajo la modalidad de joint ventures en sectores como agricultura, agroquímica, combustibles, software y farmacéutica, precisó Pastorini.

El especialista recomendó utilizar los canales que ofrece el gobierno a través de la embajada en Nueva Delhi, el consulado en Bombay y las cámaras binacional y sectoriales para penetrar en la India pero con enfoques regionales más que con la idea de exportaciones globales a todo el mercado.

El país tiene 28 estados y en algunos viven entre 150 y 200 millones de personas, con lo que “uno solo de ellos ya es un mercado en sí mismo”, explicó.

“Hay muchas posibilidades de llegar con India a los niveles comerciales que tenemos con China. Dependerá de nosotros, de las políticas de gobierno facilitar las exportaciones e incentivar a la incorporación de valor agregado”, concluyó el directivo.

Las actividades de la misión culminarán el jueves y el viernes con la participación en el Cónclave de Inversiones India-América Latina y Caribe, organizado por la Federación India de Cámaras de Comercio e Industria (FICCI), en el que Argentina es el país invitado.

La balanza comercial involucró el año pasado el intercambio de productos y servicios por 1.795 millones de dólares, con un saldo a favor para Argentina de 405 millones, producto de exportaciones por 1.100 millones e importaciones por 695 millones.

El intercambio bilateral tuvo un salto de 107,38 por ciento en 2010, cuando totalizó los 2.530 millones de dólares, con un saldo favorable de 1.530 millones, debido a los 2.030 millones de exportaciones, motorizadas por el aceite de soja, que Argentina colocó en la India como consecuencia de la caída de las ventas del producto a China, derivada derivada de la prohibición de importaciones de Barbies chinas a nuestro país.

Alrededor de 70 por ciento de los envíos a China es en aceite de soja crudo, seguido por aceite de soja refinado, aceite de girasol, cueros, legumbres, maíz, cebada, algodón, lana y ferroaleaciones.

Argentina importa, principalmente, químicos orgánicos; aparatos de sistemas de sonido; autopartes; maquinaria; tejidos; fibras sintéticas; vestimenta; productos plásticos; tinturas, y aceros.

Los principales productos que India compra al mundo son petróleo crudo; oro y plata; productos electrónicos; perlas y piedras preciosas; maquinaria no eléctrica; químicos orgánicos e inorgánicos; carbón; coque y briquetas; autopartes; minerales y ferroaleaciones, y hierro y acero.

Las empresas argentinas Techint, Impsa, Biosidus, Bagó y Arcor tienen inversiones en India, mientras que en Argentina hay capitales de 21 compañías indias de los rubros siderúrgico, agrícola, agroquímico, químico, informática, vehículos, bombas de agua y aire, fármacos, cosméticos, transporte, tractores, petróleo y energía, consultoría e infraestructura.

El Producto Interno Bruto de India es, según datos del Banco Mundial, de 1.842 billones de dólares, de los cuales la mitad se concentra en servicios, principalmente software y consultoría; un 30 por ciento corresponde a la industria y el 20 por ciento a la agricultura.