Las ideas que impulsa el francés Jean Tirole son consideradas como un “antídoto” al pensamiento que impuso a nivel mundial a partir de la década del 70 la denominada ‘Escuela de Chicago’.
Jean Tirole, premiado por sus análisis del poder de las empresas, la competencia y su regulación, dijo hoy a Bloomberg TV que que los grandes bancos que reciben ayudas gubernamentales deberían afrontar duras regulaciones.
“Necesitamos fuertes reglas para prevenir que los bancos jueguen con el dinero de los contribuyentes”, advirtió el Nobel de Economía.
Tirole, quien es profesor de economía en la Universidad de Toulouse, agregó que “si ellos van a ser rescatados, tendrán que ser regulados”.
La Real Academia Sueca de Ciencias, que forma el comité de selección, dijo que el trabajo de Tirole sobre regulación de las sociedades de gran alcance y mercados desequilibrados fue el que le permitió acceder al premio de 8 millones de coronas (equivalente a 1,1 millones de dólares).
“Reglamento no se trata de impedir que las empresas y los bancos funcionen,” -remarcó Tirole de 61 años-. “Es a la inversa. Reglamento trata de las reglas del juego, y también una aplicación independiente de las reglas del juego “.
Dijo además que es “demasiado pronto para saber” si las regulaciones bancarias implementadas desde la crisis financiera han sido realmente efectivas.
Para él, el mayor problema es resolver la cuestión de cómo permitir que los grandes bancos quiebren sin necesidad de un rescate.
“El tamaño es un asunto complejo, ya que puede ser un gran banco que es diversificada y, por el contrario, los bancos más pequeños, pueden fallar. No es sólo el tamaño lo que importa”, dijo, en referencia a la red de cajas de ahorros pequeñas o mutuales de España.
Sobre los paquetes de medidas que están trabajando los reguladores globales destinadas a poner fin al apoyo implícito del gobierno a las grandes firmas financieras, Tirole, dijo que “ha habido un montón de mejoras, como un mayor énfasis en las reglas de liquidez”, pero sostuvo que “lo más importante es conseguir que los bancos no toman demasiados riesgos.”
Según explicó la Real Academia al dar a conocer su decisión, utilizando la denominada “teoría de juegos”, Tirole evaluó algunas cuestiones relacionadas con los monopolios, evitando el abuso del poder de mercado e incentivando la competencia entre los oligopolios, según consigna la agencia Dpa.
Sobre la aplicación de sus investigaciones en el sector bancario, Tirole se refirió a la teoría “demasiado grande para caer”.
Explicó que la crisis financiera de 2008 mostró cómo los riesgos de contrapartida -el riesgo de que una de las partes de un contrato no pueda cumplir con sus obligaciones financieras- casi provocaron el colapso del sistema financiero global.
Puso como ejemplo al gigante de los seguros AIG, que tuvo que ser rescatado porque su hundimiento podría haber tenido consecuencias para todo el sistema.
Según Tirole, sus investigaciones podrían utilizarse para controlar a gigantes de Internet como Google.
“Los mercados bilaterales como es el caso de Google, generan cuestiones relacionadas con las políticas de competencia”, sostuvo el economista.
“En esos sectores se crean tendencias hacia la monopolización. Esto no es peligroso siempre que exista la posibilidad de entrar (en ellos). Las autoridades antimonopolio tienen que tener cuidado con eso”, advirtió.
Los mercados bilaterales son aquellos en los que dos grupos utilizan una plataforma, como ocurre con los medios de comunicación, las tarjetas de crédito o las redes sociales.
“Tirole mostró como en esos mercados no se puede contemplar la competencia de la misma forma que en los mercados tradicionales”, según explicó Per Strömberg, miembro del jurado del Nobel de Economía.
“Muchos sectores industriales están dominados por un pequeño número de grandes empresas o por un monopolio. Si no se regulan, esos mercados producen a menudo resultados indeseables, como precios más elevados que los generados por los costos, o empresas improductivas que sobreviven bloqueando el acceso de otras nuevas o más productivas”, explicó la Real Academia al fundamentar el premio.
Per Sjöström dijo que Tirole estudió cómo las medidas reguladoras pueden “influir en la forma en que se comportan esas empresas poderosas”, tras lo cual agregó que el economista galo “puede ser considerado como un representante de la tradición en la que el Estado tiene un importante papel en las inversiones e interviene en los mercados”.
Antes de Tirole los investigadores y políticos buscaban principios generales para todas las industrias, abogando por políticas regulatorias simples como la limitación de precios para los monopolistas y prohibiendo la cooperación entre competidores, explicó la Real Academia.
Según el jurado, “Tirole mostró teóricamente que esas reglas pueden funcionar bien en algunas condiciones, pero perjudican más que benefician en otras”.
“Jean Tirole presentó un marco general para diseñar y aplicar políticas de regulación a una serie de sectores, desde las telecomunicaciones al sector bancario”, agregó la academia.
Teniendo en cuenta esos nuevos conocimientos, los gobiernos pueden estimular mejor a las empresas potentes para que sean más productivas, y al mismo tiempo evitar que perjudiquen a los competidores y consumidores”, apuntó el jurado.
Este trabajo puede considerarse “como un antídoto a escuela de (la Universidad de) Chicago en los años 70”, dijo a modo de conclusión Sjöström, en referencia a las teorías de liberalismo económico y de libertad de mercado impulsadas por la escuela de Chicago.