El crecimiento exponencial que han vivido las compras por internet en el último tiempo, sobre todo a partir de la pandemia del Covid-19 que llevó a que muchas personas mayores den el paso y se sumen a esta modalidad a la hora de comprar como a comerciantes a abrir este canal de ventas, han convertido a la última milla en un aspecto clave de la logística en el e-commerce.
Según un estudio realizado por la plataforma Tienda Nube durante el primer semestre de este año las ventas a través del comercio electrónico crecieron 79% y alcanzaron a más de 18 millones de productos. Este dato significa un incremento del 74%, en comparación al mismo periodo del 2020.
Este fenómeno viene acompañado de un cliente cada vez más exigente, que no sólo quiere que el producto llegue en condiciones, sino también que lo haga en el menor tiempo posible. Esto lleva aparejado un costo del que muchas veces el consumidor final no está dispuesto a hacerse cargo y que la empresa debe afrontar buscando una solución que no impacte en el precio.
Al analizar el impacto de la última milla en el costo del envío, Rodrigo Quirós, secretario de la Asociación Argentina de Logística Empresaria (Arlog) y ex Regional Supply Chain Manager de Cencosud, explicó a Ser Industria que “si se mira la última milla ampliada, todo el proceso de packaging y picking, eso cubre casi el 80% del costo del delivery. Hoy tenemos un gran desafío al tratar de ver cómo hacemos para bajar esos costos teniendo en cuenta que creció muchísimo la cantidad de pedidos chicos. Por ejemplo, hay 14 mil cables distintos de USB, más del 30% valen menos de 500 pesos, menos del 50% valen más de mil pesos. El 25% de esa oferta que tenés en cables de USB en internet es envío gratis, y cerca del 30% o 25% te lo entregan en el día. Entonces hay que hacer un foco muy grande en este costo de la última milla”.
Por su parte, Juan Valenzuela, Ceo de Chazki en Argentina, sostuvo que “es muy relativo. Hoy lo que está pasando es que muchas empresas terminan cobrando la distribución al cliente como para tener una nueva unidad de negocios. Esto no está mal pero un poco atenta contra su negocio. Pero a nivel última milla, el costo que hoy una persona está pagando para la entrega de su pedido ronda el 80%”.
Asimismo, Lionel Arriagada, socio de Mile Logistics, consideró que “hoy el mercado tiene un volumen que permite bajar el precio unitario de entrega. Lo que uno hace es eficientizar costos, sobre todo los fijos, para lograr que la tarifa mejore. Obviamente depende del tipo de producto, pero lo que es puntualmente e-commerce, estamos hablando de ropa, zapatilla, productos de bazar, belleza y demás, hoy el costo logístico promedio por referencia en Capital Federal no sobrepasa el 10%”.
En un escenario en el que los compradores en línea expresan sus deseos de tiempos de entrega más rápidos, satisfacerlos es uno de los principales desafíos que enfrentan los operadores logísticos. En ese sentido, Arriagada señaló que “el cliente mide la satisfacción desde el punto de vista de contar con el producto en el día o al siguiente. Creo que el mercado se fue acostumbrando a que hay que pagar un costo por la compra electrónica y creo que valora, más allá de lo que está pagando. es la precisión y la inmediatez en la entrega”.
Ante una ecuación en la que mayor velocidad de entrega implicaría más costos, Quirós manifestó que “ahí hay un tema de inversión y apuesta. Claramente es más caro. El cliente no está dispuesto a pagarlo, pero estoy convencido de que esto es una inversión en el mediano plazo donde de alguna manera, el crecimiento del mercado y de los volúmenes, permitirá tener una masa crítica mucho más grande y eso va a no sólo va a desarrollar el canal, sino también abaratar esos costos. Hoy la entrega de estos pedidos es claramente deficitaria, pero es una apuesta a futuro y es algo que tiene y que va a ocurrir”.
Y a la hora de tener en cuenta costos que se pueden sumar al proceso, la logística inversa se presenta como un verdadero problema. Que el distribuidor no logre entregar la compra en la primera visita, puede volverse un dolor de cabeza. Ante esto, Arriagada contó que en Mile Logistics tienen “un sistema en donde llega un mensaje de texto al celular del cliente y un email en distintas etapas de la entrega. Las no entregas en el primer intento, estamos en un ratio del 5% o 6%. Hoy lo que es el costo del reenvío se va a amortizando, ya está incluido diría en la tarifa inicial”.
En un mundo de constantes cambios, la última milla no queda afuera y se enfrenta a nuevos desafíos. “Parte de la tendencia que viene y hacia dónde vamos es hacia lo que llamo la uberizacion del flete, donde finalmente ahí vamos a tener principalmente como si fueran marketplace de fletes finales, donde se va a buscar cuál es el prestador que ofrece el mejor servicio, al mejor costo y al mejor tiempo de entrega. Se va a comprar en ese marketplace como hoy se compra un producto cualquiera en un marketplace que ofrecen todos los proveedores dentro del mismo sitio”, sostiene Quirós.
Para Arriagada “poder llegar a todo el país, que alguien compra en Neuquén y en 24 o 48 horas le esté llegando el pedido, es el gran desafío que tiene el mercado. No es fácil porque Argentina es un país muy grande y la densidad poblacional está muy concentrada. Es muy costoso, pero creo que es lo que pide el mercado. Por otro lado, el mercado va a tecnologizar todo el proceso de entrega 100%. Otro punto es el tránsito, un tema que complejiza la entrega. Realmente hay lugares a los que es muy difícil acceder”.