El ministro nipón de Agricultura y Pesca, Yoshimasa Hayashi, anunció esta medida tras una reunión de su gabinete con el primer ministro, Shinzo Abe, en la que también se decidió “rediseñar” el programa científico de pesca de ballenas en la Antártida para 2015.
El Ejecutivo japonés estudiaba la continuidad de su campaña de pesca en el Pacífico Norte a raíz del reciente fallo de la Corte Internacional de Justicia, que sólo afectaba Antártida.
La decisión de la CIJ y las críticas de la comunidad internacional elevaron la presión sobre Japón para que pusiera fin también la caza de ballenas en el Pacífico Norte, que según Tokio también tiene fines científicos.
El gobierno nipón ha decidido finalmente aplicar nuevos métodos de investigación que no requieran necesariamente la pesca de ballenas, así como reducir el número máximo de capturas anuales desde las actuales 380 hasta 210, según explicó el ministro Yoshimasa Hayashi. “En base al veredicto, llevaremos a cabo el JARPN II (segunda fase del programa ballenero en el Pacífico Norte) pero reduciendo su escala”, dijo.
La flota del Pacífico Norte zarpará desde la costa de Miyagi (noreste del país) el sábado 26 de abril, cuatro días más tarde de lo previsto inicialmente.
El argumento ofrecido es que el organismo tendría así más tiempo para consultar con la policía y la guardia costera.
No obstante, algunos medios nacionales como el diario “Yomiuri”, el de mayor circulación en Japón, señalaron que el retraso se habría decidido para evitar que el inicio de la campaña de pesca de ballenas, generalmente condenada por los países occidentales, coincida con la vista que Barack Obama, realiza al país esta semana.
El presidente de Estados Unidos llegará a Japón el 23 de abril y lo dejará el 25, un día antes de la fecha propuesta para que zarpen los balleneros.
En cuanto a la campaña de la Antártida, el ministerio “elaborará estudios extensivos” sobre la cuestión y enviará “un nuevo programa de investigación” sobre ballenas el próximo otoño a la Comisión Ballenera Internacional (CBI), basándose en los criterios que recoge la sentencia del tribunal de La Haya, afirmó Hayashi.
El pasado 31 de marzo el CIJ ordenó a Japón cancelar su programa de pesca con fines científicos en el océano Antártico por considerar que los mismos no se ajustan a los exigidos por la legislación internacional.