Sustentable y sostenible. Dos palabras que se escuchan cada vez más, se parecen mucho y es común que se las tome por sinónimos, pero no lo son. “Desarrollo sustentable es el proceso por el cual se preserva, conserva y protege solo los recursos Naturales para el beneficio de las generaciones presentes y futuras sin tomar en cuenta las necesidades sociales, políticas ni culturales del ser humano al cual trata de llegar el desarrollo sostenible, que es el proceso mediante el cual se satisfacen las necesidades económicas, sociales, de diversidad cultural y de un medio ambiente sano de la actual generación, sin poner en riesgo la satisfacción de las mismas a las generaciones futuras”, sostiene un documento del “Programa Nacional de Formación en Ética para el Desarrollo” de la Universidad de Lomas de Zamora (UNLZ).
“Ecofintech – Criptomonedas Verdes, somos ambas cosas”, desafía Claudia Moray, abogada y arquitecta argentina, especialista en Derecho Ambiental y encargada del Departamento de Legales de GreenBondMeter (GBM), la alianza global que da sustento a GBMcoin, un utility token cuya adquisición ayuda a la preservación de bosques o selvas amenazadas por la deforestación.
GBM es sustentable porque la adquisición de su Token hace posible la remediación ambiental. La plataforma ya inició el proceso de reconversión integral de un campo de 25.000 hectáreas en la selva paranaense, en Misiones, que estaba sometido a un proceso de deforestación controlada. Dicha reserva puede absorber unas 115.000 toneladas de carbono, lo que equivale a quitar 25.000 autos de circulación al año.
La iniciativa de GBM es, a su vez, sostenible: “En esas tierras, los obrajeros contratistas que trabajaban en la extracción de madera, ahora preservarán su ocupación e ingresos a través de las tareas de reforestación”, amplía Moray.
La propuesta de Green Bond Meter (GBM) consiste en la conservación y recuperación del patrimonio natural en Argentina y el mundo. Es una solución que invita a proteger 100 millones de hectáreas de biósferas en peligro (flora, fauna, tierra) durante 100 años mediante la creación de un ecosistema que combina las tecnologías Blockchain, GIS y AI.
La de GBM es una de las experiencias más significativas y de reciente aparición en materia de sostenibilidad y sustentabilidad. Pero no es la única. Argentina está siendo sede de otros proyectos que se instalan en ese terreno, en distintos sectores.
Sostenible y sustentable, también es el chocolate Belcolade producido en Bélgica con la certificación de “Cacao Trace”, un programa de Grupo Puratos cuya filial en la Argentina ha comenzado a comercializar hace poco tiempo en el país. El núcleo del programa es una bonificación especial de diez centavos por kilo de chocolate terminado para los agricultores, para que lo destinen a mejoras de su comunidad.
Los tres pilares principales del programa son:
1. Capacitación a los productores para mejorar la calidad del cacao y rendimiento de la plantación.
2. Creación de Centros de postcosecha y fermentación del cacao en 7 países productores de cacao.
3. El bonus de chocolate (10 centavos de Euros) se reinvierte en las comunidades para mejorar sus condiciones de vida, como por ejemplo la construcción de escuelas y maternidades, entre otros. Este año se prevé recolectar 1 millón de euros a nivel global.
“Somos responsables de toda la cadena; no nos es indiferente si la gente realiza su producción en condiciones dignas o no y si encuentra en el cultivo de Cacao un medio para su superación, para mejorar su vida y la de sus familias y entorno comunitario”. Destaca Romina Broda, Gerente General de Puratos Argentina.
Dentro del rubro alimenticio, también las bebidas vegetales están teniendo un mayor desarrollo en Argentina. Una producción que tiene un impacto sustentable y sostenible en el planeta. “Las bebidas vegetales suman una nueva opción para los consumidores que buscan alimentarse bien y causar menos daño al planeta. Hoy el consumidor es más consciente del origen de los productos que consumen y nosotros somos parte de esa opción dando la posibilidad de acceder a productos alternativos, de excelente calidad y a un precio razonable” destaca Marcelo D`Abramo, CEO de las bebidas vegetales VRINK.
Indumentaria, accesorios
La inversión en proyectos sustentables y sostenibles abarca cada vez más sectores. “La ropa es uno de ellos”, advierte Santiago De Agostini, representante en la Argentina de Wearever, firma global de ropa interior para la incontinencia urinaria, otro rubro donde la tendencia hacia lo sustentable comienza tomar cada vez más preeminencia.
“Un simple pañal descartable tarda 500 años en degradarse. Es decir que, el paquete más pequeño, de ocho unidades, comportará 4000 años de biodegradación” advierte De Agostini.
Los productos Wearever, en tanto, son reutilizables en hasta 250 oportunidades con la capacidad de que siete prendas pueden reemplazar hasta 1400 productos desechables. La noción de sustentabilidad abarca desde la confección de las prendas, desarrolladas totalmente en base a textiles que son mucho más sanos para la degradación natural, hasta el packaging, para el que se usa cartón reciclado y tintas a base de aceites vegetales y agua. Además, los productos no se testean en animales.