Empresas navieras tomaron decisiones que complican más la situación del gobierno de Vladimir Putin. “Nuevos pedidos por mar y por tierra a y desde Rusia serán suspendidos con la excepción de alimentos, medicinas y ayuda humanitaria. La suspensión afectará a todos los puertos rusos”, señaló en un comunicado A.P. Møller-Mærsk, el principal grupo industrial de Dinamarca y propietario de la naviera.
MSC Mediterranean Shipping Co., junto a Hapag-Lloyd AG y Ocean Network Express de Asia, también se sumaron a la suspensión temporal de todo el transporte de contenedores marítimos, debido a la invasión a Ucrania.
Maersk, MSC, Hapag-Lloyd y Ocean Network, representan alrededor del 47% de la capacidad mundial de transporte de contenedores, según Alphaliner. Las exportaciones e importaciones rusas de mercancías en contenedores representan alrededor del 3% de los volúmenes mundiales, estimó la empresa de análisis y datos de envío Xeneta.
“Esto significa más para Rusia que para el comercio mundial”, dijo Peter Sand, analista jefe de Xeneta. “Tendrá un impacto en el público en general en Rusia, así como en las empresas. Rusia podría potencialmente importar bienes por ferrocarril desde China para suavizar el golpe, tomaría algún tiempo establecerlo”, agregó.
Maersk se mostró “muy preocupada” por la evolución de la crisis en Ucrania. La empresa posee el 30 % de Global Ports, dueña a su vez de cinco terminales de contenedores marítimos en Rusia, cubre varias rutas de transporte a ese país y tiene varias oficinas de representación en varias ciudades, incluidas Moscú y San Petersburgo
Rusia está quedando cada vez más aislada de los mercados mundiales y sus empresas procuran nuevas formas de importar productos básicos y otros bienes y de enviar materias primas, lo que amenaza con costos aún más altos para los consumidores, informó Bloomberg.
Además, los movimientos amenazan con aumentar la presión sobre las exportaciones de productos rusos, como se destaca en el aumento de los precios de productos básicos cruciales como el aluminio.