“Trabajamos mucho para concretar esta idea, que le permite a cada persona que ingresa a nuestro comercio encontrar todo lo que necesita para su mascota: alimentos, medicamentos, accesorios, juguetes, productos recreativos, atención veterinaria”, afirma Hernán Borrego, emprendedor, fundador y dueño de “TuCan”.
Hace pocos días abrió un local de 250 metros cuadrados en camino General Belgrano entre 516 y 517, un lugar estratégico, que cuenta con todas las comodidades para los clientes, incluyendo un generoso estacionamiento vechicular.
El espacio, tercero de la marca en la ciudad de La Plata, ofrece una amplísima variedad de alimentos nacionales e importados para mascotas, farmacia y todo tipo de productos relacionados a la vida de los animales domésticos. La empresa tiene una dotación de 32 trabajadores y si bien prioriza la atención presencial y personalizada, incursionó prematuramente en el e-commerce, modalidad que le permitió un fuerte crecimiento a mediados de la década pasada.
¿Qué te motivó a hacer esta inversión?
Llevo prácticamente una década en este sector y tenía la idea de generar un lugar donde cada persona que ingresa pueda encontrar todo lo que necesita para su mascota. Este es nuestro tercer local y con orgullo decimos que es el primer Supermercado de Mascotas del país. Aquí se pueden comprar alimentos, medicamentos, acceder al servicio de clínica veterinaria y todo tipo de accesorios. Disponemos una gama de calidades y precios muy amplia. Tenemos variedad de todo: abrigos, colchones, cuchas, canastas de viaje, correas, mantas, realmente no falta nada.
¿Para este desarrollo es importante el comercio electrónico?
Si, casi desde nuestros inicios fuimos desarrollando tanto la venta electrónica como la entrega a domicilio, pero en este rubro los clientes prefieren venir a ver los productos, tocarlos, comparar antes de hacer la compra. Hay que tener en cuenta que estamos de lunes a lunes de 9 a 21 y contamos con todos los medios de pago. Por lo tanto, siempre está la opción de venir a nuestros negocios. También hacemos ventas mayoristas. El e-commerce representa actualmente el 30% de nuestras ventas.
¿Cómo evolucionaron los alimentos para mascotas?
Basta ingresar a nuestro negocio y ver lo que hay. Contamos con más de 60 variedades de alimentos para mascotas, una oferta múltiple de productos nacionales e importados, franceses, italianos… También hay una gran variedad de alimentos húmedos que en nuestro país no se trabajan, tres alimentos medicados para perros, específicos para cada raza, edad y otras condiciones. Por ejemplo, diferenciales para aquellos que están castrados o en proceso de gestación. Es una industria que crece mucho y aquí se pueden encontrar todas las marcas. Trabajamos con siete importadoras directas, de Italia, Bélgica, Italia, China, España, Canadá, Estados Unidos y tenemos en las góndolas marcas que no se encuentran en otros negocios del rubro. Además, ofrecemos una amplia oferta de medicamentos, genéricos, comprimidos, pipetas, tratamientos especiales y líneas de cuidado, belleza y numerosas opciones de champú. La gama es amplia y los precios variados, hay de todo tipo y para cada necesidad.
¿Las empresas trabajan mucho para la recreación de las mascotas?
Sin dudas. Hay que entender que ocho de cada diez personas cuentan con mascotas y que cinco de cada diez tienen más de una. Es decir que la demanda es grande y enla actualidad la recreación y tiempo libre de cada animal pasó a ser sumamente importante. Para eso se trabaja muchísimo y se genera permanentemente una amplísima gama de productos.
El valor de la perseverancia
¿Cómo llegaste a armar esta empresa?
Después de haber quedado sin trabajo en la gestión pública y con pocos ahorros, en 2012, con mi mujer abrimos una pequeña verdulería en Berisso. Era la única posibilidad de negocios a nuestro alcance. Luego conseguimos un local pequeño en La Plata donde fuimos anexando productos de almacén y alimentos para mascotas. Fue nuestro primer contacto con el rubro. Vivimos años de mucho sacrificio, de dormir poco, porque la verdulería exige levantarse muy temprano para ir al mercado, la mercadería es perecedera y hay que tener el comercio abierto todo el día para venderla.
¿Cómo decidieron volcarse al mundo de las mascotas?
Vimos que la demanda de este rubro crecía y surgió la posibilidad de cambiar de esquema. Al mismo tiempo, pudimos abrir el primer local de TuCan en 18 y 50. Pocos meses después, la inundación histórica arrasó todo. Perdimos el local entero, nuestra a casa y el Clío que usábamos para reparto. Reabrimos, redoblamos el esfuerzo, intentamos desarrollarnos un poco más. Luego de cerrar el negocio, caminaba la ciudad volanteando casa por casa. Los resultados iban llegando y compré una camionetita Ford Carrier, que no estaba en buen estado, pero me servía para repartir bolsas de alimentos por toda la ciudad. No recargábamos el producto porque queríamos trabajar volumen y ganar clientes.
¿Cómo los fueron sumando?
Conscientes de que tendríamos poco margen de ganancia, la idea era diferenciarnos del resto. Por eso fuimos de los primeros en utilizar las redes y hacer delivery. Cada madrugada publicaba en diferentes grupos de La Plata, Berisso y Ensenada, ofertas de todo tipo de alimentos. Eso hizo que, en dos años, vivimos una explosión de ventas, nos posicionamos con las empresas fabricantes cuando había en La Plata 400 pet shop y veterinarias. Éramos uno más, pero salimos a buscar a los clientes y crecimos. El negocio se desbordó y empezamos a trabajar en el segundo proyecto.
¿Qué objetivos se plantearon?
Buscamos algo distinto, grande, no un espacio reducido lleno de bolsas de alimentos. Lo conseguimos en la avenida 32 entre 6 y 7. Armamos góndolas bien iluminadas, agregamos el servicio de farmacia…dimos un paso importante con la idea de avanzar en la cobertura de los mejores servicios para las mascotas. Fue una explosión y nos eligió el Banco Central para hacer el primer desarrollo de Cuenta DNI, entre 40 comercios. Nos dieron oportunidades inéditas, como el 45% de reintegro a nuestros clientes. De repente empezamos a trabajar 100 toneladas de alimentos por mes. Profesionalizamos el manejo de redes, el depósito e incursionamos en la logística con la compra de camionetas.
¿Cómo te nutriste de información para administrar este crecimiento?
Fuimos aprendiendo sobre la marcha, mi mujer y yo. Nadie te enseña a ser jefe. Estoy convencido de que en Argentina abunda la gente con capacidad profesional, técnica, talento. Pero necesitamos que sean perseverantes, que insistan, aprendan de los errores y quieran desarrollarse. Para crecer hay que invertir tiempo y dinero, no mirar todo como un gasto, porque los resultados llegan. A partir del segundo local, con el equipo fuimos generando acuerdos con diferentes bancos, creando alternativas de compra. Así nos enfocamos en seguir creciendo y llegamos a este local, que se ajusta a las medidas de lo que queríamos hacer, del sueño que teníamos.
¿Cuál es el próximo objetivo?
Tenemos un proyecto que esperamos materializar hacia fin de año, lo estamos elaborando con un equipo de abogados. Queremos llevar este mismo esquema a todo el país a través de franquicias que puedan ajustarse al bolsillo de quienes lo quiera desarrollar. La idea es apoyarlos y crecer juntos.
¿Cómo inciden el marco tributario y normativo en esta actividad?
Hoy la presión impositiva hace que cerca del 60% de lo producido vaya al pago de impuestos. Si nos detenemos en eso, la ecuación es prácticamente inviable. A eso se suman los alquileres, los servicios eléctricos, el gas, el agua y las tasas municipales. Otro esfuerzo es tener los empleados en blanco. Lo afrontamos. En el comercio las escalas salariales son iguales para todos los negocios y eso genera muchas complicaciones, porque los rubros son distintos y eso involucra a los productos, la cantidad y el perfil de los clientes y los márgenes de ganancia. Es algo que se debe corregir urgente porque la realidad es diferente para un negocio que vende ropa, muebles, electrónica o el nuestro.
¿Crees que el rubro de mascotas puede crecer más?
Sí, estoy absolutamente seguro. Por eso apuntamos a mejorar la calidad de los productos y servicios. Como te comenté, ocho de cada diez personas tienen una mascota a la que cuidan muchísimo. Si comparamos la relación entre la cantidad de supermercados por habitantes y la de pet shops por mascotas, queda claro que faltan negocios. El mercado es infinito porque las personas aman y se ocupan cada vez mas de sus mascotas. Es un rubro que merece mucha atención.