Hace tres años, fue elegida para ser la primera mujer en presidir la Cámara Industrial de la Cerámica Roja (CICER) y de ese modo rompió con la hegemonía masculina que condujo la institución durante 60 años y actualmente está transitando su segundo mandato.
Estamos hablando de Eugenia Ctibor, quien además de presidir la CICER, es licenciada en Psicología, directora de la centenaria empresa familiar Cerámica Ctibor, integrante de la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires (UIPBA) y vicepresidenta de la Unión Industrial del Gran La Plata.
En el marco del mes de la Mujer, Eugenia recuerda que desde niña recorría la fábrica de ladrillos, pero que tanto ella como su hermana nunca tuvieron el mandato familiar de que debían hacerse cargo de la empresa.
En ese sentido destaca que su vocación la llevó a estudiar psicología y que antes de ingresar a la industria de su familia, trabajó tres años en el área de recursos humanos de otra empresa.
¿Cuál fue el camino recorrido hasta ocupar los cargos actuales?
En principio, debo señalar que tuve la suerte de estudiar psicología, seguir mi vocación. Es una carrera que para mí ha sido maravillosa en cuanto a las herramientas que me ha brindado. Me dediqué y especialicé en Psicología Laboral, todo lo que tiene que ver con el trabajo, la gente, la gestión de equipos, el manejo de conflictos, selección, capacitación. Desde allí se van armando los equipos para lograr eficiencia dentro de la organización. La universidad me dio la posibilidad de aprender mucho para construir un lenguaje en común con la gente y conocer todos los rincones de la planta. Desde ese conocimiento y ese recorrido, pude llegar a sentarme en el directorio de la empresa para ayudar a delinear las estrategias de la compañía, porque todo lo que se piensa dentro una organización es con la gente. Siempre fue interesante esa mirada más soft en una mesa de directorio. Fui abordando distintos temas, como el sindical y la negociación de paritarias. Frente a la necesidad de conocer más cómo era el mundo de la negociación paritaria me incorporó a la Comisión negociadora paritaria de la Cámara, en principio como socia. Desde allí me fui involucrando y luego me eligieron presidenta.
Sos la primera mujer que ocupa ese cargo…
Sí y no sólo estoy orgullosa de representar a un sector tan importante, sino que agradezco la responsabilidad depositada en mi. Soy la primera presidenta en 60 años y esto también tiene que ver con el momento histórico social que estamos atravesando las mujeres, en el que se van rompiendo los techos de cristal y accedemos a espacios que durante muchos años estuvieron reservados a los hombres. Es muy importante porque este movimiento se hace entre hombres y mujeres. Me interesa este despertar para que cada vez más mujeres se animen a involucrarse en las instituciones o en los ámbitos laborales poco comunes. Hay que inspirar o mostrar no desde un lugar de poder sino desde un lugar de posibilidad, que se puede participar y que es muy rico el trabajo cuando en una mesa se integran distintas miradas que buscan la solución de un problema. Es verdad que en la industria participamos pocas mujeres y la idea es trabajar desde las escuelas, desde lo tecnológico, desde muy chicas, que haya modelos a seguir para que nuestra participación crezca.
Decías que no hubo un mandato. ¿Cómo tomó tu familia tu interés en trabajar en la empresa?
Soy psicóloga y gran defensora de la niñez, que es la etapa en la que tienen que pasar cosas que permitan estar en contacto con esto. Mientras él trabajaba y estaba preocupado por la producción, con mi hermana jugábamos en la fábrica con los hijos de los operarios y recorríamos el horno, el secadero… Para nosotros era una gran aventura. A mí me conectó la industria desde muy chica desde lo afectivo diría, desde un lugar posible, placentero. De hecho, cuando decido mi carrera nada tenía que ver con la industria, no con el deber de llevar adelante un legado sino el de hacerme responsable porque me gustaba y creía que podía generar cosas, aportar un crecimiento para la organización. Toda la familia que entramos a trabajar lo hicimos desde los puestos más simples, ayudando. Después me fui tres años a Buenos Aires a otra empresa en un departamento de recursos humanos. Me parece que esto de estar afuera en otra organización también te dio otra mirada, porque salí de la cuestión familiar y me permitió volver con un enfoque más profesional. Lo mismo le pasó a mi hermana que trabajó 23 años, es abogada. Fue directora de carrera dentro de la Fiscalía de Estado y después ingresó a la empresa.
¿Cuánto tiempo llevas en la compañía?
Estoy desde el 2000. Al principio trabajé part- time. En 1998, cuando se instaló en el Parque Industrial de La Plata, estaba recién recibida y ahí ayude en la selección de personal y el armado de los equipos de trabajo. Después me fui y en 2006 me incorporé full time dentro de la empresa ya con un cargo, desde mi rol profesional y en una forma mucho más comprometida.
¿Cómo es para una mujer trabajar en el sector industrial y de la construcción?
Siempre estuve en contacto con este mundo, naturalicé mucho este lugar. Nunca rencontré impedimento ni trabas para involucrarme y trabajar en un ámbito tradicionalmente masculino. Trabajo en mesas donde a veces soy la única mujer y nunca hubo resistencia de parte mía ni de la otra, Creo que no es cuestión de género, sino de capacidad, habilidad, participación, convicciones.
¿En que ves que se haya avanzado para que más mujeres accedan a cargos de decisión?
El recorrido que hice me permitió encontrar un montón de mujeres. Desde la Cámara me vinculé con la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires (UIPBA). Allí encontré un mundo de mujeres industriales muy capaces, con muchas ganas de participar, activas. Desde allí pude participar en la Unión Industrial Argentina y creamos la Red de Mujeres de la Industria Argentina. Nuestra mirada es más federal, nos involucramos con mujeres de distintas provincias, de los nodos de Cuyo, el norte, el sur, de la Provincia de Buenos Aires. Estamos trabajando para generar espacios de visibilidad y para que las mujeres puedan acceder a la información. Se sabe que hay dificultades para las mujeres en el acceso al financiamiento y a la tecnología, especialmente en el interior. Hay que generar acciones, para que esa información pueda canalizarse correctamente. La comunicación es muy importante.
¿Qué otras estrategias están planificando?
Dentro de la red planteamos cuatro ejes. Uno es transformación personal, que tiene que ver justamente con el liderazgo. Para crecer en el mundo laboral, tanto seas mujer u hombre, tiene que haber un autoconocimiento y un autodesarrollo, trabajar sobre uno mismo para vencer las barreras internas que muchas veces tenemos. Otro es el acceso al financiamiento y el comercio exterior. La idea es capacitar, formar, para que más mujeres sepan cómo exportar sus productos o cómo pueden hacer para mejorar el acceso al financiamiento, que es una de las grandes dificultades. El tercero, es cómo pasar de ser de la industria tradicional a una industria 4.0, el camino hacia la sustentabilidad, hacia una industria que esté más organizada en relación a la revolución tecnológica que debemos atravesar y lo que tiene que ver con el networking todo lo que sucede en la red en el estar vinculada y tener los contactos donde siempre hay alguien que te puede dar una mano en relación a un tema. Todo eso es súper importante para que la mujer también tenga los elementos o herramientas para sortear las dificultades que se le presentan. Una red muchas veces otorga eso.
En cuanto a las acciones que realiza la comunidad empresarial para ir cerrando la brecha salarial ¿cuál es tu visión?
Hay muchas cosas que se están haciendo. Desde el gobierno, se está trabajando en la búsqueda de beneficios, ya sea en relación a las horas de trabajo, a compartir la responsabilidad de las tareas del cuidado, a los sueldos. Hay empresas que las están llevando adelante y hay otras en las que hay que trabajarlo, por eso es importante participar y ser protagonistas. Estamos en un momento de creación y desarrollo. Hay empresas trabajando bien la cuestión de género, es un movimiento cultural muy profundo.
¿Estás a favor de que sea por ley la paridad en los cargos directivos?
Voy por la idea de que debemos trabajar en relación a la formación, la capacidad y el desarrollo, para que todos podamos estar sentados ahí. Me parece que eso no debe dejarse de lado, no que por el hecho de ser mujer tenga que estar sentada en una mesa donde después se van a tomar decisiones para las cuales no esté preparada y capacitada. Entiendo que estas acciones deben tomarse para aportar, pero que hay que romper modelos que están cristalizados hace mucho tiempo.
¿Cómo visualizas, a corto plazo, el acceso de las mujeres a esos niveles?
Tiene que haber más mujeres en puestos directivos y creo que vamos en ese camino, pero es un trabajo que hay que seguir desarrollando.
¿Qué consejo le darías a una mujer que quiere emprender o hacer carrera en el mundo empresarial?
En principio tienen que estar las ganas, la pasión, un buen proyecto para llevar adelante. Después, que no lo hagan solas sino en un contexto donde puedan ir sorteando junto con otras las dificultades, porque en Argentina son muchos los obstáculos que existen para llevar adelante un emprendimiento o una empresa. Por eso, la existencia de estas redes, donde solidariamente y en un concepto de cooperación y participación, se va brindando ayuda a las mujeres. Si alguna mujer tiene ganas de emprender, que sepa que las instituciones o las redes es el camino por donde puede transitar para acortar el tiempo que le llevaría instalar o poner en marcha un proyecto. Puede acceder a esta red de vínculos e información.