La contadora pública nacional Mónica Ortalda, presidenta de La Plata Remolques, repasó su trayectoria y afirmó que “las mujeres constituyen un aporte en todos los rubros y pueden destacar en cualquier campo en que se lo propongan si cuentan con la capacitación suficiente”.
Además de graduarse en la Universidad Nacional de La Plata, Ortalda cuenta con el título de Agente de Transporte Aduanero. La Plata Remolques S.A., es una empresa de capital nacional que brinda servicios de Asesoramiento en Operaciones Portuarias, Remolque, Asistencia y Salvamento desde el Puerto La Plata, para todo el Litoral Marítimo Argentino. La avalan 140 años de experiencia y está radicada en Ensenada, Provincia de Buenos Aires.
La empresaria sostuvo que el principal desafío al que se enfrentan las mujeres “es poder ser escuchadas y valoradas por la educación, capacidades y potencial que posean” y que “la capacitación constante y el desarrollo de habilidades comunicacionales, de negociación e interdisciplinarias” suman a la hora de acceder los puestos de dirección.
¿Cómo fue tu ingreso al mundo empresario?
Mi experiencia profesional comenzó desempeñándome como Gerente de Auditoría en una Consultora Internacional de renombre. Allí trabajé más de 15 años, auditando empresas clientes de primer nivel, tanto públicas como privadas. Desde hace cuatro años, formo parte del Directorio de La Plata Remolques S.A., donde motivada por circunstancias personales y profesionales, ocupo la presidencia de la compañía. Sin embargo, estuve relacionada a esta actividad desde hace más de 20 años, inmersa en las cuestiones generales de la industria y particulares de la empresa.
¿Cómo es para una mujer trabajar en la industria?
En mi caso, se dio con naturalidad. Mi actividad profesional siempre estuvo vinculada al mundo empresarial e industrial, tanto como auditora, donde tuve la oportunidad de trabajar con múltiples empresas de primer nivel y de variadas industrias, así como en la actualidad, en el sector de servicios portuarios, liderado mayormente por presencia masculina. Como mujer, siendo esposa, madre y profesional, en un punto llega la necesidad de compatibilizar los múltiples roles en función de los objeticos que cada una se proponga. Ello no es fácil e implica esfuerzo. A veces también significa resignar o posponer ciertas metas para lograr otras. Tuve la fortuna de contar siempre con el apoyo incondicional, tanto en mi ámbito familiar como laboral, para lograr los objetivos propuestos, alternando trabajo, reuniones, viajes, con licencias por maternidad, pañales y mamaderas, actos escolares y salidas familiares, entre otras cosas. Lo fundamental reside en lograr un equilibrio y disfrutar el proceso. Es todo un desafío, pero lograrlo es gratificante. Lo importante es revisar y adecuar expectativas y avanzar paso a paso.
¿Cuáles son las estrategias para romper el “Techo de Cristal” en este ámbito?
Creo firmemente en el valor de las capacidades, en el trabajo y el esfuerzo. En sacar provecho de nuestras habilidades para desempeñarnos en los puestos adecuados en los que podamos explotar nuestro máximo potencial. La capacitación constante y el desarrollo de habilidades comunicacionales, de negociación e interdisciplinarias, también las considero parte de las estrategias que suman a la hora de que las mujeres accedan en mayor medida a los puestos de dirección de las empresas.
Persisten los reclamos por la brecha salarial en perjuicio de las mujeres. ¿Se necesitan cambios legislativos para resolver esta desigualdad?
Entiendo que existen varios factores que pueden llegar a explicar las diferencias de salario entre mujeres y hombres, no se puede generalizar. Muchos de ellos tienen origen en cuestiones culturales de género, prejuicios, estereotipos, etc. Para abordar correctamente el tema, sería necesario hacer un minucioso análisis que parta de identificar esos factores y a sus responsables para luego aplicar una solución adecuada a cada caso. Si bien creo que en los últimos años la brecha se ha ido acortando poco a poco, no podemos soslayar que eliminarla requerirá un cambio cultural que llevará tiempo. Es una lucha que debe darse para lograr la igualdad de derechos y la armonía social.
¿Cuál es el principal escollo que enfrentan las mujeres en el desempeño laboral?
Creo que se enfrentan diferentes escollos en el desempeño laboral. Los que dependen de factores tales como el momento de la vida laboral en que se encuentren, las aspiraciones y motivaciones, el grado de educación, la industria en que se encuentren, entre otras. Hay claros ejemplos de industrias más asociadas al género femenino como pueden ser educación, cuidados, estética, donde comúnmente se suelen ver más mujeres en los puestos de dirección y hay otras, lideradas básicamente por el género masculino que requieren sortear escollos adicionales. El principal desafío al que se enfrentan las mujeres en general, es poder ser escuchadas y valoradas por la educación, capacidades y potencial que posean, independientemente de cualquier sesgo en el análisis que pueda estar relacionado al género. Existen muchos prejuicios relacionados con la idea de que las mujeres pueden ver limitada su productividad, tiempo o compromiso dedicado a la empresa por una posible maternidad a lo largo de su carrera dentro de la misma. Hay que destacar todas las ventajas adicionales a sus capacidades que supone una incorporación femenina a una organización, como pueden ser sus habilidades sociales, de relacionamiento, empatía e inteligencia emocional tan características, aunque no exclusivas, de las mujeres.
¿Cómo visualizás, a corto plazo, el futuro de las mujeres en los puestos de dirección?
Vislumbro que cada vez habrá más cantidad de mujeres en los puestos de dirección, porque se capacitan y especializan a la par del hombre y se animan cada vez más a cuestionar y desafiar premisas, preceptos y a ampliar su participación.
¿Qué consejos podés darles a las mujeres que dudan en insertarse en la industria?
En primer lugar, que se capaciten y sean capaces de identificar y demostrar cuáles son las habilidades que aportan valor agregado a su trabajo, lo que las diferencia y las hace únicas.
Creo que las mujeres constituyen un aporte en todos los rubros y pueden destacar en cualquier campo en que se lo propongan si cuentan con la capacitación suficiente. Poseen la misma capacidad que los hombres y deben desarrollar la confianza en sí mismas para lograrlo.
