Se dio en un contexto en el que la economía internacional repercutió de manera negativa y donde la baja de los precios de los commodities resultó un factor determinante.
La actividad minera mostró consistencia y buena performance a lo largo de 2014 en Argentina, en un contexto en el que la economía internacional repercutió de manera negativa y donde la baja de los precios de los commodities resultó un factor determinante.
Los más de 700 proyectos que se han desarrollado desde el 2003 a la fecha, con niveles de inversión récord, son una clara muestra del crecimiento de la actividad a partir de la puesta en marcha de políticas de Estado para el sector.
Según datos oficiales de la Secretaría de Minería, dependencia que funciona dentro de la órbita del Ministerio de Planificación, en 2003 sólo había en el país 18 proyectos mineros -en prospección, exploración o producción- contra los 700 actuales, lo que representa un crecimiento de 3.900 por ciento.
En exploración, que es inversión 100% de riesgo, se perforaban 89.000 metros/año contra 930.000 mts/año, un crecimiento de 1.000%. Más de 1,25 millones de metros es el récord por año alcanzado vigente. En tanto la inversión era solo de $ 660 millones al año. Hoy proviene de 25 países y creció en la década 2.863 por ciento, al totalizar los $ 23.000 millones.
El aumento de la producción fue sostenido. En áridos (piedra, mármoles), actividad productiva absolutamente federal, 40 millones de toneladas se producían en el 2003, hoy se elevan a 145 millones de toneladas, un crecimiento acumulado récord del 350% alcanzando un consumo por habitante del orden de las 3,7 Toneladas. El cemento aumentó 132% la producción, pues se pasó de producir 5 millones de toneladas a 11,5 millones durante este año. Respecto de los metales vale analizar el oro. En el 2003 se producían 630.000 OZ (onzas). Actualmente se producen casi 2 millones de OZ, siendo el crecimiento acumulado del orden del 300%.
En materia de proyectos este año se inauguró la nueva Planta Procesadora de Borax Argentina (Salta); la ampliación de la planta industrial de Knauf Yesos (Mendoza); la construcción de las minas subterráneas de Gualcamayo y Casposo, ambas en San Juan; la construcción de la fábrica de emulsiones de Enaex Arg SRL; se inauguró la fábrica de explosivos de Fabricaciones Militares en San Juan; se inauguró el proyecto Lomada Leiva en Santa Cruz; finalizó la construcción de Cerro Negro, en Perito Moreno; inició la construcción de Bajo del Durazno en Catamarca; se amplió la planta industrial Alpat en Río Negro; entre otros.
Una mención especial merece el litio, del que el 85% de las reservas mundiales se encuentran en el triángulo geográfico conformado por Argentina, Chile y Bolivia, y donde Argentina se destaca como el segundo productor mundial.
El pasado 3 de diciembre se inauguró con su entrada en producción el proyecto de litio, Sales de Jujuy, ubicado en el Salar de Olaroz , y el 19 de diciembre se inauguró la planta piloto del proyecto Litio Salar de Cauchari, ambos en la Puna jujeña, que son operadas por sociedades público- privadas que integran empresas canadienses, japonesas, de Corea del Sur y con la empresa provincial estatal (JEMSE).
Este es un recurso no renovable, estratégico por ser energéticamente limpio y altamente demandado por las nuevas tecnologías. Al respecto el secretario de Minería, Jorge Mayoral, proclama cada vez que tiene oportunidad “tenemos que constituir una OPEP del litio”, para tener control sobre el recurso, su industrialización y su comercialización.
La minería argentina también se subió al Programa se Sustitución de Importaciones que propicia el Gobierno nacional, y logro la sanción de dos resoluciones fundamentales para lograr ese objetivo. La resolución 12/12 dispone que los proyectos mineros deben contratar flete marítimo, terrestre o aéreo a Operadores nacionales.
En esa misma dirección, la Resolución 13/12 establece que cada proyecto minero debe crear un Área de Sustitución de Importaciones para comprar insumos y servicios nacionales.
Esta política que lleva adelante el sector permitió en estos dos últimos años que se sumaran a la actividad más de 3.700 nuevos emprendedores de servicios, proveedores de insumos, de equipos (industria metalmecánica), de elementos de seguridad, textiles, etc.