El Gobierno nacional presentó un proyecto de ley que remitirá al Congreso para gravar la renta inesperada de aquellas empresas que registren ganancias extraordinarias derivadas del impacto global de la guerra en Ucrania. El objetivo es evitar una redistribución regresiva de los ingresos y que sea el Estado quien los reasigne.
La presentación se realizó en el Museo del Bicentenario de la Casa de Gobierno, en un acto que el Presidente Alberto Fernández, compartió con el ministro de Economía, Martín Guzmán. Allí afirmó que “cuando algunos ganan mucho y millones se empobrecen, eso no es una sociedad, se parece más a una estafa”, al asegurar que su administración pretende con esto “equilibrar lo que se ha desequilibrado”.
El proyecto de ley prevé la creación de una sobre-alícuota del 15% del impuesto a las Ganancias de Sociedades de Capital aplicable al ejercicio fiscal 2022 para empresas que registren una Ganancia Neta Imponible o Ganancia Contable superior a $1.000 millones.
La alícuota contemplará la Ganancia Neta Imponible que haya crecido en términos reales y que cumplan con un margen de ganancia (ganancia contable sobre sus ingresos) en 2022 superior al 10%, o un aumento del margen de ganancia en relación al 2021 de al menos 20%.
Sobre su vigencia, se explicó que se aplicará a empresas que cumplan las condiciones definidas según balances finalizados luego de la sanción de la ley y durante un año a partir de esa fecha.
“El mundo está viviendo una guerra singular, que se globaliza, donde no sólo hay un teatro de operaciones sino una guerra de carácter económico que trasciende las fronteras de los países en conflicto” dijo Fernández, tras lo cual advirtió que hay un “riesgo creciente de que el mundo entre en un proceso de falta de alimentos muy grande” por la salida de dos grandes exportadores como Rusia y Ucrania.
Con un aumento de los precios internacionales por la menor oferta disponible, el jefe de Estado planteó que el conflicto genera que “millones de seres humanos entren en riesgo y que muy poquitos ganen muchísimo con los efectos de esta guerra, y esa es una inmoralidad que no se puede permitir”.
Por ese motivo, Fernández resaltó que el Gobierno tiene “la obligación de dar este debate y el Congreso tiene la obligación de acompañar y sacar esta ley” al entender que la actual coyuntura requiere que “en una situación tan ingrata unos pocos no ganen tanto en desmedro de las inmensas mayorías”.
Al brindar los detalles del proyecto, Guzmán afirmó que el mecanismo que propone la iniciativa contempla “administrar la renta inesperada de la guerra que afecta a millones y beneficia a pocos”, y responder al objetivo de “que las empresas ganen, pero que el crecimiento sea compartido y llegue a todos los trabajadores y trabajadoras”.
“Todo el mundo hoy está lidiando con un problema de inflación, de distribución de los ingresos y con la necesidad de acciones por parte de los estados para evitar un mundo donde haya mayor pobreza y mayor desigualdad”, expresó Guzmán al asegurar que “hay sectores que se han beneficiado de la situación de la guerra porque hay precios de commodities que han experimentado aumentos muy grandes, y lo mismo ha ocurrido con la energía”.
Lo que ha ocurrido en general, señaló, es que “ha habido un shock a la distribución de los ingresos y las riquezas y, si no se hace nada, la consecuencia es mayor desigualdad y sociedades que funcionan peor. El Estado debe cumplir su rol para una sociedad que progresa”.