Cuando imaginamos a la ciudad serrana automáticamente nos remitimos con el pensamiento y el paladar a una buena picada entre las sierras. Sin embargo, este destino sigue creciendo, ampliando sus ofertas no sólo en hospedaje, buena gastronomía, producción y buen turismo, sino también en el mundo de los viñedos y los quesos.
Recientemente, se conformó la Asociación “Productores Vitivinícolas Tandil” con personería jurídica de la mano de 11 productores locales que están divididos en sierra y llano, pero todos con el mismo objetivo. “Tenemos muchas expectativas de crecer y en un futuro salir al mundo. Hemos trabajado fuertemente en este proyecto y queremos lograr que Tandil sea zona vitivinícola declarada”, dijo el presidente de la entidad, Matías Lucas, primer productor de vinos de este distrito situado en la provincia de Buenos Aires.
Hace 14 años la idea de instalar viñedos llegó a la ciudad serrana, luego de que un profesor en una clase le dijera en 2005 a Lucas, que los suelos serranos eran propicios para iniciar esta actividad y similar a zonas de Francia.
Y así fue que, junto a sus tres hermanos, nació la Bodega Cordón Blanco. Sus inicios fueron en una finca ubicada en La Elena, al oeste de Tandil, a 260 metros sobre el nivel del mar dónde plantaron Cabernet Sauvignon, Tannat, Merlot, Pinot Noir, Tempranillo, Sauvignon Blanc, Chardonnay y Semillón.
“Aunque entre ellas llegó mezclada una variedad de Malbec, que nos permitió tener las primeras 200 botellas. Las que en principio mejor funcionaron fueron Merlot y Sauvignon Blanc aunque Cabernet Franc, nos dio resultados más productivos”, sostuvo.
Pero el proyecto se amplió y en 2011 nació un segundo viñedo en la zona de Don Bosco, al sur de la ciudad, para innovar con la Carmenere, buscando diferenciación de suelo. En total la bodega Cordón Blanco cuenta con cinco hectáreas plantadas, produce 12 mil litros anuales y son los únicos que están comercializando en este momento.
Cuenta con seis variedades productivas: Merlot, Cabernet Franc, Sauvignon Blanc y algunas hileras de Semillón en La Elena y Syrah, Carmenere y Sauvignon Blanc en Don Bosco.
Actualmente realizan en sus instalaciones degustaciones conjuntamente con el Cluster Quesero y chacinados. Pero además han realizado convenios con hoteles, que ofrecen a sus huéspedes sus productos. La idea es instalar “compre en Tandil y por supuesto trabajar con productores locales” remarcó Lucas. Este proyecto que se gestó casi mágicamente, ya se comercializa en el país con mucho éxito.