El presidente de Capa augura una compleja temporada a partir de la fuerte competencia de la milla 201 y las condiciones de la economía local. Discusión en marcha con los gremios.
En el preámbulo de una nueva temporada de calamar los armadores de buques poteros locales avizoran un escenario desfavorable para el desarrollo de la actividad. En la mirada empresarial, escasea el optimismo.
La lista de dificultades es extensa. Va desde la fuerte competencia de los buques extranjeros que operan en el borde exterior de la Zona Económica Exclusiva hasta el retraso cambiario que recorta los ya erosionados niveles de rentabilidad.
“La diáspora de armadores en el sector potero desde 2007 pone de manifiesto la crisis que atravesamos (quedan operativos unos 61 de los 100 que había). Hoy nos enfrentamos a una zafra 2015 que para nosotros es una incógnita”, anticipó el presidente de Capa, Guillermo de los Santos.
La amenaza china
El negocio del calamar se ve amenazado por la baja de precios, en un mercado que se robustece con el illex inyectado por los orientales desde la milla 201 y también desde Malvinas, costos internos en alza y un dólar prácticamente estable.
“Tenemos una terrible competencia desleal con los chinos. Hay en este momento afuera de las 200 millas 170 barcos chinos que están pescando entre quince y veinte toneladas diarias, más 47 barcos coreanos”, contabilizó De los Santos.
Desde Capa habían pedido ante el Consejo Federal Pesquero y la Subsecretaría de Pesca de la Nación comenzar a trabajar durante enero en aguas de jurisdicción nacional, al sur del paralelo 44°; pero hasta aquí no hubo respuestas.
Reclamos gremiales
De cualquier manera, la cámara primero deberá resolver los pedidos de actualización salarial de la Asociación Argentina de Capitanes, el Centro de Patrones, ambos agrupados en la Facop, y el Somu antes de pensar en mover las embarcaciones.
“Están pidiendo aumentos que considero válidos; pero ¿cómo los pagamos? La única que cabe es que el Gobierno nos dé un poco de aire suspendiendo las retenciones para el calamar al menos por tres meses”, lanzó De los Santos.
El costo fiscal de una medida de ese tipo es inferior a los diez millones de dólares; pero hasta aquí las autoridades no han mostrado voluntad de alterar los derechos de exportación.
Comparativa de costos
El dirigente empresario remarcó que los poteros locales tienen un costo operativo diario de entre 15 y 20 mil dólares en un mercado, donde la tonelada del entero oscila los mil. Ese mismo costo para los extranjeros no supera los cinco mil dólares, según sus cálculos.
“No pagan impuestos, no pagan retenciones, tienen sueldos más bajos y, además, tienen el gasoil subsidiado por el Gobierno chino. Por otra parte, tienen barcos modernos, que en términos de productividad son más efectivos”, apuntó.
Durante 2014, los 61 barcos poteros “nacionales” llegaron a pescar 147.439 toneladas. Realizaron en total 270 mareas, que sumaron en total 5.630 días de trabajo. “El año pasado salimos empatados, este será para subsistir”, auguró De los Santos.