Según Pablo Paredes y Sergio Chouza, miembros del Grupo de Estudios de Economía Nacional y Popular (Geenap), “la actualidad de la industria no exhibe el escenario apocalíptico que ciertos analistas económicos plantean.
Los economistas remarcaron que “en muchos informes económicos que hacen referencia a los resultados para el último año en la Argentina, se habla de un supuesto ‘derrumbe’ de nuestra industria, que no fue tal”.
En ese sentido, señalaron que “la referencia de los analistas del establishment, suele estar relacionada al fuerte desplome que sufrió el sector automotriz, el cual disminuyó su producción en un 22%, debido mayormente al descenso en la demanda de vehículos desde Brasil, que hizo caer las exportaciones en un 17,4% anual”.
Sin embargo, Paredes y Chouza pusieron de relieve que “la incidencia de este sector en el total de la industria no es determinante desde el punto de vista de su peso relativo, aunque tampoco en tanto eslabonamientos y derrames a otros rubros, ni en generación de puestos de trabajo, que son alrededor de 100.000 en todo el país, menos de un 10% del total que emplea el conglomerado industrial en su conjunto”.
Los analistas del Geenap precisaron que el año pasado, “8 de los 12” sectores en los que se dividen la medición de evolución de la industria en el país “mostraron un desempeño positivo”.
“Esto es, dos de cada tres rubros de la industria argentina crecieron el año pasado. En particular, se destaca el resultado de las ‘industrias metálicas básicas’, de fuerte impacto en el sector de la construcción, que presentó un avance cercano al 5% en el consolidado anual”, subrayaron Paredes y Chouza.
Así, remarcaron que “el devenir de la industria argentina no verificó el desplome caótico que ciertos analistas postulaban”, y explicaron que “la caída en el sector automotor, (que se compara contra máximos históricos en 2013) es la principal causal del descenso acumulado en el Estimador Mensual Industrial”.
No obstante, afirmaron que “una vez filtrada su influencia, el indicador no mostró deterioro y la mayor parte de sus componentes tuvieron un desempeño alcista, dado que dos de cada tres rubros crecieron en 2014”.
De cara al 2015, los economistas estimaron que “se espera un nuevo influjo de políticas públicas focalizadas, que den aire a los diferentes sectores industriales”.
“Por ejemplo, la reciente visita de la ministra de Industria, Débora Giorgi, a México se fundamenta en la necesidad de profundizar las relaciones comerciales en materia de maquinaria del sector petrolero, reajustar los acuerdos de exportaciones de vehículos y autopartes, así como mejorar los procesos de transferencia tecnológica”, puntualizaron los analistas.
Asimismo, aseguraron que “Independientemente de la volatilidad en la demanda internacional, el Gobierno tiene bien en claro su rumbo de política económica; el mismo que mantuvo una continuidad desde sus inicios en 2003: priorizar los sectores con agregación de valor en origen y, así, sembrar el terreno para propiciar un salto hacia el desarrollo económico”.