Se trata de un género de videojuegos diseñados para crear sentimientos de miedo, pánico y ansiedad en el jugador. Se caracterizan por sus escenarios atmosféricos oscuros y sus temas de suspenso. Pueden presentar escenas llamadas sustos de salto, en las que hay un ruido fuerte o algo salta hacia el jugador para asustarlo. Los juegos de terror suelen tener elementos de ficción de terror como zombis, vampiros y fantasmas. También pueden incluir elementos de supervivencia, en los que se requiere que el jugador sobreviva contra probabilidades abrumadoras.
La historia de los juegos de terror
Los juegos de terror han existido durante décadas, con ejemplos tempranos que datan de la década de 1980. Los primeros juegos eran asuntos simples, a menudo más enfocados en asustar que en contar una historia. Aunque existe cierto debate, generalmente se considera que el primer juego de terror fue el título Haunted House de Atari 2600, que se lanzó en 1981.
Otros ven el juego 3D Monster Maze de Sinclair ZX81, que también se lanzó ese año, como el primero. De cualquier manera, estos juegos preparan el escenario para el género.
A principios de la década de 1980 también se lanzaron otros juegos con temas de terror, como Friday the 13th y The Texas Chainsaw Massacre. Estos títulos eran más populares y gráficos que los juegos anteriores y ayudaron a establecer los juegos de terror como un género viable. En las décadas de 1990 y 2000, se lanzaron clásicos como Alone in the Dark, Resident Evil, Silent Hill y Bioshock. Estos juegos ayudaron a solidificar los juegos de terror, y todavía se consideran algunos de los mejores jamás creados. Estos juegos no solo llevaron los juegos de terror a la corriente principal, sino que estas franquicias redefinieron el género, demostrando que los juegos de terror pueden ser tanto aterradores como aclamados por la crítica.
A medida que la tecnología ha progresado, también lo han hecho los juegos de terror. Se han vuelto más realistas e inmersivos debido al impulso hacia la realidad virtual (VR). La naturaleza inmersiva de la realidad virtual junto con complementos como los controladores de armas han agregado aún más a la experiencia de juego.
Juegos de terror y cultura popular
Al igual que otros tipos de medios, los juegos de terror tienen historias bien desarrolladas y la necesidad de crear la atmósfera y el suspenso adecuados para atraer a la audiencia. Algunos juegos incluso han logrado convertirse en éxitos. El más exitoso es Resident Evil, que ha generado una línea de películas exitosas y una serie de televisión en Netflix. Sin embargo, como muchas franquicias de videojuegos, juegos como Alone in the Dark han tenido problemas para expandirse al cine y la televisión. Aunque ha habido altibajos, cada año, nuevos títulos intentan llegar al gran escenario, y es probable que esto continúe.
Los juegos de terror también se han convertido en un objetivo popular para los videos de reacción, con usuarios de YouTube y streamers de Twitch que comparten sus experiencias con sus espectadores. Esto ha llevado a una nueva ola de popularidad para el género, ya que las personas a veces están más interesadas en ver jugar a otros que en jugar ellos mismos.
Éstos se adaptan a todo tipo de jugadores, por lo que existen varios subgéneros. Algunos de los más populares incluyen:
• Acción-terror: combinan elementos de los juegos de terror con los de los juegos de disparos en primera o tercera persona. Ponen a los jugadores en los zapatos del protagonista, brindándoles una experiencia más inmersiva que es rápida y llena de sobresaltos.
• Aventuras de terror de apuntar y hacer clic: tienen un ritmo más lento y se enfocan más en la exploración y la resolución de acertijos. A menudo tienen una atmósfera espeluznante o inquietante, sin ser demasiado gráfica o sangrienta.
• Survival horror: tienen que ver con la supervivencia. Los jugadores deben buscar recursos y luchar para mantenerse con vida contra hordas de enemigos. Estos juegos suelen ser muy intensos y pueden resultar bastante estresantes.
• Slasher: juegos inspirados en películas clásicas de slasher. Por lo general, involucran personajes controlados por jugadores que son acechados y atacados por un asesino maníaco. Estos juegos suelen tener mucha violencia gráfica y pueden ser bastante sangrientos.
• Terror psicológico: Un tipo de juego que se mete con tu mente. Cuentan con acertijos alucinantes y atmósferas espeluznantes e inquietantes. Pueden ser perturbadores y pueden no ser adecuados para todos.
• Jump scare horror: diseñados para asustar y sorprender a los jugadores, a menudo usando tácticas baratas como ruidos fuertes y apariciones repentinas.
• Reverse horror: en lugar de ser víctimas indefensas, los jugadores son los que cazan y matan. Estos juegos pueden ser bastante sangrientos y sangrientos.
Algunas franquicias imprescindibles incluyen Residente demoníaco, Colina silenciosa, Amnesia el oscuro descenso, Hasta el amanecer, El mal interior, Espacio muerto y Cinco noches en Freddy’s.
Los juegos de terror están desarrollados para crear un escenario que sea espeluznante y aterrador. Para aprovechar al máximo tu experiencia, deberás asegurarte de que tu equipo sea el ideal. Acer, un líder en el segmento, recomienda un auricular con cancelación de ruido y sonido envolvente, con el que escucharás cada piso y ramita rota mientras intentas sobrevivir. Piensa en un equipo con sonido a la altura, con tecnologías de vanguardia como Acer TrueHarmony o, si se trata de la pantalla, Color Intelligence, que ajusta dinámicamente los valores gamma y la saturación en tiempo real, lo que permite optimizar el color, el brillo y la saturación de la pantalla sin recortes ni sobresaturación.
¿Qué es lo próximo?
Con los avances en la tecnología, vemos que cada vez se desarrollan más juegos teniendo en mente la realidad virtual. Los juegos son más interactivos y los jugadores pueden sumergirse por completo en la acción. Ya estamos viendo algunos que permiten elegir cómo quieres experimentar el juego. Esto te da aún más control sobre tu experiencia. Entonces, ¿qué depara el futuro para los juegos de terror? Una experiencia de juego más completa. Incluso la sola idea es suficiente para enviar un escalofrío por la columna vertebral.