Luiz Inácio Lula da Silva se convirtió ayer en presidente electo de Brasil tras ganarle al mandatario Jair Bolsonaro en un histórico balotaje que le permitirá llegar por tercera vez al poder en la mayor economía de Latinoamérica y principal socio comercial de Argentina.
“Voy a gobernar para todos los 215 millones de brasileños, incluso para quienes no me votaron. No existen dos Brasil”, dijo el líder del Partido de los Trabajadores (PT) en su primer discurso tras conocerse el resultado de la elección. También convocó a “reconstruir el alma de Brasil”.
Lula se impuso por 50,9% a 49,1% en la segunda vuelta de estos comicios, que coronan una de las campañas más violentas en Brasil desde el retorno a la vida democrática, según datos del tribunal electoral, con el 99,99% del escrutinio.
Unos minutos antes de que se conociera oficialmente su victoria, el dirigente de 77 años, publicó en Twitter una imagen de su mano sobre la bandera brasileña y la palabra “democracia”.
“Nuestro compromiso es terminar con el hambre otra vez. No podemos aceptar como normal que millones no tengan que comer”, añadió en su discurso, al asegurar que su principal misión será incluir a la población más pobre en el presupuesto público.
En esta elección de alta tensión también se eligieron en balotaje los gobernadores en 12 estados y en ese marco, el bolsonarista Tarcisio de Freitas se quedó con San Pablo, el más poblado de Brasil, con 46 millones de habitantes y generador de un tercio de la riqueza del país. Por su parte, Jerónimo Rodrigues, del PT, consiguió quedarse con Bahía, la quinta región brasileña.