El gobierno que encabeza Axel Kicillof, determinó un aumento en una tasa variable adicional al impuesto a los ingresos brutos de las operaciones portuarias.
De esta forma, según lo publicado en el boletín oficial bonaerense el miércoles 18 de enero, por cada tonelada o fracción superior a 500 kilogramos o su equivalente en otras unidades de medida, al servicio de carga de buques tiene un aumento interanual del 68%, pasando a valer $125, el movimiento de mercadería subió un 82%, quedando en $60 y el de descarga tuvo un incremento del 86% quedando en $375.
Tanto la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA) como la de Importadores de la República Argentina (CIRA), manifestaron su malestar por la decisión, a la que además acusaron de quitarle competitividad a la producción local.
Desde CERA señalaron que al “gravar mercancías cargadas y descargadas, además de las removidas, en función de su peso físico, se está adicionando una carga impositiva tanto a la exportación como a la importación, que es facultad exclusiva del Congreso Nacional, según la Constitución”.
Además, el comunicado de la CIRA sostiene que “la medida ejerce una presión adicional e importante sobre los costos del comercio exterior en un momento que no es el mejor”.
Asimismo, agregan que “en materia portuaria, la Argentina es sumamente cara para los exportadores e importadores”, por lo cual estas medidas afectan el desarrollo y el crecimiento, sobre todo, de las PyMEs.