La iniciativa fue iniciada hace tres por la ONG La Sachetera, y ya se ha replicado años a nivel nacional en colegios, entidades y hogares que colaboran en la recolección de los materiales. Los voluntarios realizan bolsas de dormir, aislantes de colchones y capas de lluvia que luego son donados a personas de bajos recursos.
Hace tres años, nació “La Sachetera”, un proyecto solidario a nivel nacional que juntan sachets de leche y yogurt limpios en colegios, entidades y casas, alentando a reciclar para un fin solidario. Luego, los voluntarios, los utilizan para confeccionar diferentes productos como bolsas de dormir, aislantes de colchones y capas de lluvia que luego son donados a grupos que ayudan a personas de bajos recursos.
Esta iniciativa que tiene actividades y grupos organizados en todo el país generó también su réplica espontánea en diferentes lugares. Es el caso del colegio Fasta de la localidad bonaerense de Lobos, donde un grupo de estudiantes secundarios de 2do. Año promovieron la idea. Así lo que empezó siendo un proyecto áulico para la asignatura de Construcción de la Ciudadanía, terminó incluyendo a toda la comunidad.
Al igual que la propuesta Sachetera, la idea es reutilizar los sachets y transformarlos en capas o pilotos para los días de lluvia y donarlos a escuelas humildes de esa ciudad. “Tomamos la idea y decidimos implementarla acá en Lobos. Tomamos contacto con la ONG, recibimos asesoramiento, y comenzamos. Es maravilloso el empeño que están poniendo los chicos. Incluso no sólo los chicos que están trabajando en el proyecto, sino todo el colegio. Realmente debemos agradecer a toda la comunidad educativa por el inmediato apoyo. Todo el mundo está juntando sachets y brindando su colaboración”, contó al diario La Palabra de Lobos la Profesora Luciana Deamelio.
“Por ahora estamos en la etapa inicial del proyecto, que es la recolección y limpieza de los sachets”, relató y anticipó: “cuando tengamos todo el material, empezamos con el pegado y el cocido”. Si bien en principio se limitarán a hacer pilotos para la lluvia o los días de mucho frío, remarcan que “pueden hacerse muchas cosas. Hay lugares donde están haciendo bolsas de dormir para gente indigente, aislantes para los techos y hasta frazadas. El plástico negro que contienen los sachets en su interior es un material de mucha resistencia y aislante, por eso tan útil para hacer todo este tipo de cosas”.
En este sentido, la docente adelantó que “tenemos previsto para la próxima etapa convocar a mamás, abuelas y a todas aquellas personas que quieran colaborar en la tarea de coser. Por ahí es lo más complicado para los chicos, por eso nuestra idea es convocar y hacer participar a toda la familia y a toda la comunidad en general”.