Distintos sectores expresaron su profunda preocupación y denunciaron el recorte del 25% en el monto autorizado para la adquisición de dólares, dispuesto por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).Aseguran que las restricciones cambiarias siguen generando daño a las importaciones.
La medida se vincula al sistema de Capacidad Económica Financiera (CEF) que determina la capacidad de compra de dólares de una empresa, según sus declaraciones jurados, montos de facturación, entre otros datos.
La nueva restricción sobre las importaciones alcanzó un punto culminante en algunas actividades, generando temores del cierre total del comercio exterior. El denominado “cepo a las importaciones” está siendo implementado con mayor rigor en algunos casos, impactando en diversos sectores económicos.
Al respecto, el presidente de la Federación de Cámaras de Comercio Exterior de la República Argentina (FECACERA), Federico Rodríguez, dijo a Ser Industria que esto es negativo para el comercio exterior y la industria. “Conforma una limitante más a la ya acotada posibilidad de acceder a insumos y servicios del exterior con la consecuente pérdida de competitividad para el entramado productivo nacional”.
“Gravísima” situación
Por su parte, Yanina Lojo, titular de Consultora Lojo: Comercio Exterior, calificó la situación como “gravísima”. Explicó que “inicialmente, había tres situaciones posibles. Una era no estar alcanzado por el CEF. Dos, tener una CEF determinada. Y tres, que pareciera 1 en el valor del CEF”.
En ese sentido, señaló que “importadores que no estuviesen alcanzados por el universo CEF prácticamente ya no hay”. Mientras que el caso de tener valor CEF 1 se daba “en casos particulares donde había algún tipo de problema fiscal impositivo”. Sin embargo, agregó que hace aproximadamente tres meses, cuando se empezó a implementar las SIRASES para servicios, empezaron a masificar más los problemas con el CEF”.
“Masivamente los CEF se redujeron sustancialmente. Hay gente a la que se lo bajaron a más de la mitad. A otros, les apareció CEF 1. Ahora se dice que el gobierno le puso CEF 1 a todos los que eran exportadores y no liquidaron divisas. Pero la realidad es que hay un montón de PyMEs que nunca exportaron y que, por lo tanto, se enfrentan ahora a esta situación de que no tienen CEF, porque no pueden oficializar ni siquiera la SIRA”, sostuvo Lojo.
Cómo afecta a la industria
Pablo Parola, secretario de Comercio Exterior de la Asociación de Industriales de la Provincia de Buenos Aires (ADIBA), afirmó que “en medio de un contexto económico complejo, muchas empresas en Argentina están enfrentando serias dificultades para importar insumos. Esto ha llevado a una situación crítica para el sector. La falta de acceso a SIRAs y CEF, así como los altos costos por pagos al exterior y problemas con la CCUCE (Cuenta Corriente Única del Comercio Exterior), están afectando negativamente las operaciones de importación en el país”.
El especialista remarcó que “según las regulaciones actuales, las empresas deben abonar un 7.5% del valor total de la importación si realizan el pago al exterior, o un adelanto del 7.125% del valor FOB. Estos costos adicionales generan una carga financiera significativa para las empresas importadoras, afectando su rentabilidad y capacidad de operación”.
Al respecto, Federico Rodríguez fue tajante al señalar que las restricciones a las importaciones “se traducen en un menor nivel de actividad económica, caída en las exportaciones y el consecuente impacto en la generación de recursos genuinos y oportunidades de desarrollo para nuestro país”.
Las restricciones cambiarias generan más daño estructural
“Creo que las empresas ya no pueden aguantar más. Hay procesos productivos interrumpidos, despidos, suspensiones puntuales que comenzaron, en lo que es logística. Hay empresas que están rechazando cargas o perdiéndolas en manos de proveedores del exterior, a los cuales se les paga junto con el valor de la mercadería, a través de la SIRA, en vez de la SIRASE. Ya hay quebrantos económicos importantes que van a salir a la luz cuando las empresas cierren balance”, agregó el titular de FECACERA.
Las consecuencias que están enfrentando la industria, el comercio y los servicios en el país, pintan un escenario que Rodríguez considera de “daño estructural”.
“Empresas que se van del país, que se achican para no volver a crecer, procesos que se van a otros países, aunque la empresa sigue estando acá”, describió el dirigente. Argumentó que “todo lo que se achica en términos de comercio exterior es prácticamente esencial y genera daños de mediano y largo plazo”.