Cuando estamos transitando los últimos días de campaña hacia las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), crece la intensidad de los movimientos que realizan los candidatos presidenciales por captar la voluntad de los 35.394.425 electores habilitados.
Si bien la votación del 13 de agosto operará como un filtro hacia la jornada electoral de octubre, también es considerada como la encuesta más certera y los resultados derivarán en un clima de euforia que potencie a quienes obtengan los mejores resultados.
Para profundizar sobre el tema y analizar la incidencia que ejercen sobre los votantes algunos temas vinculados directamente con la economía, Ser Industria entrevistó al consultor político Carlos Fara. El especialista trazó un claro panorama del posicionamiento de los precandidatos que, de acuerdo a las mediciones, tienen mayores posibilidades de imponerse.
¿Cómo llegan los candidatos a las PASO?
Por ahora, seguimos con un escenario fragmentado. La opinión pública no se modifica con mucha rapidez, a pesar de que haya mucha gente que finalmente tome su decisión en el último tramo. Nosotros, básicamente vemos a Sergio Massa que, como candidato individual, es el más votado, pero en la sumatoria de Unión por la Patria se ubica en segundo lugar. Después, dentro de la primaria, está Grabois con cinco o seis puntos. Logró instalarse, pero está lejos de Massa. A Juntos por el Cambio, lo vemos algunos puntos por encima de Unión por la Patria. Ahí hay un escenario de bastante paridad, con algún par de puntos más para Patricia Bullrich. Eso ha tomado una dinámica en las últimas dos o tres semanas que lo puso más en paridad, con lo cual es un escenario con final abierto. Y luego está Milei, que se cayó de los 20 largos que tenía, está más cerca de los 20 puntos. Es un buen desempeño de todas maneras. Pero ya no es la gran expectativa que era hace dos meses atrás.
¿Influyen en la decisión del elector las negociaciones con el FMI?
No, al elector le influye, obviamente, la cotidiana, porque por mucha negociación que se haga con el Fondo, si la plata no alcanza o hay mucha inflación, el acuerdo no modifica mucho. Lógicamente, si hay acuerdo y la situación, de alguna manera cambia expectativas, es mejor, porque no tenés tanto viento en contra siendo oficialista. Pero no es que el acuerdo con el FMI, per se, cambie las expectativas.
¿El impacto de los números de la inflación puede volcar la postura a la hora de votar en las PASO?
No, eso no tiene mucha importancia porque, vos no necesitas ver la publicación del índice del INDEC para tener tu opinión sobre el tema. Lo que te importa es lo que le pasa a tu bolsillo. Esas son cuestiones más de la política, que es lo que realmente puede tener impacto desde el punto de vista electoral.
Hace pocas horas. Sergio Massa, en su doble rol de ministro de Economía y precandidato presidencial, anunció un beneficio para quienes pagan el impuesto a las Ganancias. ¿Este tipo de decisiones lo pueden ayudar para sumar votos en las PASO?
Se trata de llenar el escenario de buenas noticias como para tratar de cambiar un poco el clima. Si yo fuera el gobierno lo anunciaría, lo cual no significa que debería tener demasiadas expectativas en que eso vaya a modificar mucho a la opinión pública. Porque, por otro lado, no olvidemos que la opinión pública, cuando estamos en la etapa preelectoral, supone que las cosas se hacen por campaña. Entonces, eso limita mucho el impacto que producen esos anuncios. La reacción es “lo hacen ahora porque están en campaña. ¿Por qué no lo hicieron antes?” A todos los gobiernos les ha pasado esto.
Con la dimensión de la crisis económica y el nivel inflacionario, ¿hay lugar para los mensajes que alientan una salida simpática y sin mayores esfuerzos?
Como la gente no es muy optimista, tampoco tiene mucho sentido, vamos a llamarlo así, un optimismo tonto. Pero el hecho de que ningún candidato en el último año ha superado la intención de voto del 30%, tiene que ver con que no lograron generar expectativas en la población. Aun cuando le digan a la gente que hay que atravesar un camino complicado, de todas las maneras hay que hacerlo con una expectativa. En algún momento parecía que, con sus títulos un tanto disruptivos, Milei podía lograr algo de eso, pero la verdad es que ninguno lo logró ni se cortó sólo, con una intención de voto para la PASO que de alguna manera lo diera como una especie de ganador más seguro. En ese sentido, diría que, a las campañas, hasta acá, les faltó generar más expectativas.
Mucho se habla de la impronta del discurso de Milei y su penetración en la opinión pública. ¿Cuándo hacen los trabajos de campo, verifican un vuelco del electorado hacia las ideas del liberalismo?
No. Lo que nosotros vemos es un corrimiento al centro, no hacia la derecha. De hecho, las principales propuestas de Milei tienen amplio rechazo. La dolarización tiene un rechazo del 70%, lo que propone hacer con el Banco Central algo parecido. La privatización de las empresas públicas tiene un rechazo también del 60-65%. No veo un corrimiento a la derecha. Obviamente, la gente quiere menos inflación, menos Estado, menos impuestos, pero eso va de suyo en una situación de mucha crisis. Me parece que hay un error en identificar las características de la oferta con las características de la demanda social. No necesariamente lo que un candidato dice, representa las cosas por las cuales la gente lo está votando. Porque no todos los votantes de Milei están de acuerdo con la dolarización y con el cierre del Banco Central, que son dos de sus pilares propositivos.
El 13 de agosto por la noche ¿se abre un nuevo escenario hacia octubre o se mantendrán las propuestas esbozadas hasta ahora?
Será un escenario nuevo, sin dudas, porque primero va a simplificar la grilla. Sobre todo, lo de Juntos por el Cambio, en función de que uno y otro, son perfiles claramente distintos. Entonces, sin dudas, se abre un nuevo escenario que nos va a llevar a una situación en la cual finalmente veremos si llegamos a una segunda vuelta. Con los números que tenemos hoy, el balotaje es lo más probable. Pero tampoco es seguro que eso vaya a ocurrir. Puede ser que se produzca una cierta polarización en la primera vuelta y entonces, obviamente, el escenario de segunda vuelta quede descartado.