En una decisión esperada, la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) mantuvo estables las tasas de interés en su última reunión, aunque señaló la posibilidad de futuros ajustes en respuesta a la sólida expansión económica y los persistentes desafíos inflacionarios.
La declaración emitida por el banco central reflejó la fortaleza económica observada en el tercer trimestre, junto con el reconocimiento de las condiciones financieras más estrictas que enfrentan las empresas y los hogares.
En ese sentido, los funcionarios acordaron unánimemente dejar la tasa de interés de referencia a un día en el rango de 5,25%-5,50%, donde ha sido desde julio.
Además, en el comunicado se destacó que la actividad económica continuó expandiéndose a un ritmo sólido, mientras el empleo se mantuvo fuerte y la inflación se mantuvo elevada. Estos factores impulsaron las consideraciones sobre la posibilidad de un endurecimiento adicional de la política monetaria para lograr el objetivo de inflación del 2%.
El presidente de la FED, Jerome Powell, advirtió sobre los posibles riesgos que podrían surgir si el crecimiento económico supera la tendencia, lo que podría provocar un mayor repunte en la inflación. Este comentario dejó abierta la posibilidad de un ajuste futuro en las tasas de interés.
La posición del mercado
La reacción en el mercado tras el anuncio de la Reserva Federal fue positiva, con un aumento generalizado en los principales índices bursátiles. El S&P 500 subió un 0,4%, el Dow Jones aumentó un 0,2% y el Nasdaq registró un alza de alrededor del 0,7%.
Por otro lado, en el ámbito de la renta fija, los rendimientos de los bonos del tesoro se redujeron ligeramente, operando cerca del 4,8%. Esta reacción en los mercados reflejó el alivio y la confianza de los inversores en la decisión de la Reserva Federal de mantener las tasas en su rango actual, el más alto en más de dos décadas.