“Nunca mejor otorgado un permiso de pesca cuando alguien hace toda la infraestructura y genera mano de obra local”, dijo el gobernador Buzzi sobre los dueños de la embarcación.
La ministra de Desarrollo Territorial y Sectores Productivos del Chubut, Gabriela Dufour, junto al secretario de Trabajo, Federico Ruffa; y el subsecretario de Pesca, Héctor Rojas; participaron este jueves de la ceremonia de botadura del barco Guillermo G., destinado a la pesca artesanal marina, que se produjo en Puerto Rawson, a la altura del Astillero Al Sur.
Las autoridades del Gobierno Provincial acompañaron al propietario de la embarcación, Gustavo González, y al titular del astillero que lo construyó, Cristóbal Yalungo, en el acto en el cual se puso al barco por primera vez en el agua.
En referencia a la botadura, el gobernador Martín Buzzi destacó que “han hecho una embarcación artesanal aquí en el astillero de Rawson y, por supuesto, nosotros todo lo que tenga que ver con el desarrollo de la ciudad y de la provincia, estamos al pie del cañón”.
El mandatario provincial agregó: “Nunca mejor otorgado un permiso de pesca cuando alguien hace toda la infraestructura, genera mano de obra local y la verdad es que no tengo más que palabras de reconocimiento”.
Por su parte, la ministra Dufour manifestó que “lo más importante es ver cómo los habitantes de esta ciudad pueden vivir y desarrollarse con una actividad que genera empleo y producción”.
“Como autoridad de aplicación, estamos transparentando todo lo que tiene que ver con el otorgamiento de los permisos de pesca y tiene un rol muy importante en ello la generación de trabajo, trayendo recursos y generando mano de obra, tanto al astillero como a las plantas y a los trabajadores del sector. La generación de empleo con mano de obra local es clave en el ordenamiento de la política pesquera”, agregó.
A su vez, el propietario de la embarcación, Gustavo González, agradeció el acompañamiento de las autoridades provinciales y se mostró muy emocionado con este logro: “Cuando empecé tuve muchas dificultades pero fruto del trabajo pude ir recuperándome y llegar a cambiar la embarcación por esta, con mejores capacidades y condiciones, lo que me permite también aspirar a conseguir mejor mano de obra para realizar el trabajo”.
Por último, el propietario del astillero, Cristóbal Yalungo, agregó: “Es una gran satisfacción poner otro barco en el agua. Nos llevó 9 meses de trabajo. El barco se hizo íntegramente, desde cero, en nuestro astillero”.
El Guillermo G. es un barco de 9,90 metros de eslora (el máximo que permite la pesca artesanal), tiene 4,30 metros de manga y una capacidad de bodega de 300 cajones.