Un pedido de informes de la ONG Impulsar revela una asignación millonaria de subsidios al grupo Molca (Molino Cañuelas y Florencia). Este flujo de fondos, que supera los 33 mil millones de pesos, ha generado preocupaciones y cuestionamientos sobre la equidad y eficacia del mecanismo utilizado.
La maniobra se llevó a cabo a través del Fondo Estabilizador del Trigo Argentino (FETA), creado en abril de 2022. Este fondo, inicialmente establecido para mitigar el impacto del aumento del precio del trigo, ha sido objeto de críticas y cambios significativos, incluso después de la elección de Javier Milei como presidente.
Según Impulsar, la asignación de más del 60% de los fondos del FETA al grupo Molca ha suscitado preocupaciones sobre la justa distribución de estas compensaciones. La ONG describe la situación como una “irracional transferencia de fondos del sector público al sector privado”, beneficiando de manera desproporcionada a un solo molino.
A pesar de que el propósito declarado del FETA era frenar el aumento del precio del pan común, Impulsar sostiene que este objetivo no se cumplió. El precio del pan continuó su ascenso, superando los niveles de inflación general y generando dudas sobre la eficacia del fondo.
Impacto en la industria harinera
La situación ha generado críticas no solo hacia el FETA sino también hacia la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM), la Unión Obrera Molinera (UOMA), la Secretaría de Comercio Interior y la AFIP. Impulsar señala que esta cooperación ha permitido un abuso de posición dominante y competencia desleal, generando denuncias desde 2016.
Desde el comunicado de Impulsar, se destacan las críticas de molinos harineros más pequeños que no participaron en el FETA. La ONG resalta que estos molinos, en su mayoría PyMEs, advirtieron sobre la ineficacia del mecanismo desde el principio y cuestionaron su impacto en el precio del pan para millones de consumidores.
Impulsar informó que ya ha habido denuncias relacionadas con este caso, y se espera que se presenten más en el futuro. Se anticipa un cierre del FETA el 31 de diciembre, y los molinos harineros esperan con entusiasmo el fin de este controvertido fideicomiso bajo la nueva dirección de Fernando Vilella, el secretario de Bioeconomía designado.