El total da un 27 por ciento más que en el mismo período del año pasado. El mayor aumento se registró en el subsidio al gas licuado, con una suba de casi el 300 por ciento. En tanto, el déficit fiscal trepó a 98.400 millones de pesos.
A poco de las elecciones presidenciales, los subsidios otorgados por el Estado nacional sufrieron otro fuerte salto: en julio crecieron un 200 por ciento con respecto al mismo período del año pasado y llegaron en los primeros siete meses del año a 138.733,9 millones de pesos, un 27 por ciento interanual.
La Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP) precisó que gran parte del aumento se explica por la suba del 297 por ciento en los subsidios a los consumos residenciales de gas licuado de petróleo (GLP) de sectores de bajos recursos, que actualmente financia al Programa Hogares con Garrafa (HOGAR).
Entre otras de las particularidades, los subsidios al Correo (232 millones de pesos) ya completaron en siete meses el 100 por ciento de lo previsto para todo el año.
Del total de 138.733,9 millones de pesos, correspondieron a transferencias corrientes (subsidios propiamente dichos) 120.445,9 millones, siendo los restantes 18.288 millones de pesos destinados a transferencias de capital.
La ASAP puntualizó en su último informe que el importante incremento de julio “obedece fundamentalmente al comportamiento de las transferencias de carácter corriente, que tras crecer un 11 por ciento interanual en los primeros seis meses del año, subieron un 200 por ciento interanual adicional en julio”.
Dentro de ese grupo, se cuentan en primer lugar las transferencias destinadas al sector energético, que sumaron 97.858,7 millones de pesos (87.529,2 millones corrientes y 10.329,5 millones de capital).
En cuanto a las transferencias corrientes del sector energético, un 65 por ciento corresponde a CAMMESA ($ 56.794,1 millones, 44 por ciento), y otro 20 por ciento a ENARSA ($ 17.600 millones, – 27 por ciento), “las que entre otros fines tienen a su cargo, respectivamente, las compensaciones a la generación eléctrica y la compra de gas importado para el abastecimiento del mercado interno”, indicó la Asociación.
Con una incidencia muy inferior ($ 7.908,1 millones, 70 por ciento), también se cuentan las transferencias derivadas del Programa de Inyección Excedente de Gas Natural (“Plan Gas”).
La ASAP subrayó que “en los últimos meses han mostrado un fuerte impulso los subsidios destinados al Fondo Fiduciario para Subsidios de Consumos Residenciales de GLP de Sectores de Bajos Recursos ($ 3.184 millones, 297 por ciento), que actualmente financia al Programa Hogares con Garrafa (HOGAR), creado por el Decreto N 470 del 30 de marzo de 2015”.
Por otra parte, los subsidios al transporte totalizaron 30.605,6 millones de pesos (27.326 millones corrientes y 3.279,6 de capital.
Las empresas públicas no vinculadas al transporte ni a la energía demandaron transferencias para sus gastos de funcionamiento por 7.775,7 millones de pesos (3.439,8 millones corrientes y 4.335,9 millones de capital).
Con una incidencia muy inferior, aunque con un notable impulso, se cuentan los subsidios destinados al sector agroalimentario, que sumaron 960,2 millones de pesos, todos para gastos corrientes, principalmente con motivo de la implementación del Programa de Estímulo al Pequeño Productor de Granos.
Los subsidios y el déficit fiscal
El elevado gasto en subsidios ayudó a que el déficit financiero de los primeros siete meses del año trepara a 98.400 millones de pesos, pero si se excluye la asistencia de recursos al Tesoro del Banco Central y del sistema previsional, el rojo llega a los 153.466 millones de pesos.
Entre enero y julio, los recursos corrientes y de capital fueron de 653.675 millones de pesos (29,3 por ciento de aumento interanual), los gastos devengados de 701.262 millones (40,8 por ciento de suba) y los intereses de la deuda 50.812 millones de pesos (32,1 por ciento de incremento).