“Las PyMEs no cuentan con los insumos necesarios para generar un producto exportable”

Romina D´Angelo Rodríguez alertó que sobre las consecuencias de la falta de pago a los proveedores externos.

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25 enero, 2024

Explorar el panorama del comercio exterior en Argentina es adentrarse en una trama compleja, donde las empresas, en especial las PyMEs, se encuentran ante desafíos que van desde la escasez de insumos hasta propuestas de retenciones y complicaciones logísticas.

Ante este contexto, Romina D’Angelo Rodriguez, Despachante de Aduana y Licenciada en Comercio Internacional, dialogó con Ser Industria para analizar detalladamente las diversas dimensiones que moldean este escenario.

La especialista, que coordinó y estuvo a cargo de abrir mercados para el grupo cordobés GASMINOIL dedicado al sector petróleo, gas y minería, destacó la necesidad de una infraestructura eficiente hasta la importancia de la colaboración en clústeres, para impulsar la participación exitosa de Argentina en el competitivo ámbito del comercio global.

Siempre se habla de la necesidad de exportar más. ¿Por qué esto no sucede?

Argentina cuenta con una amplia variedad de productos para exportar; no se limita únicamente al campo o a ciertas manufacturas. Cada sector enfrenta sus propias dificultades al exportar y es crucial brindar apoyo financiero y reducir las retenciones en muchos casos. Se ha propuesto imponer retenciones del 15% a las exportaciones industriales, lo cual podría interpretarse como una señal de desincentivo a las empresas para que exporten. Además, bloquear la importación de bienes intermedios, que son insumos esenciales para la fabricación y posterior exportación de productos, complica aún más la situación. La exportación está estrechamente vinculada al desarrollo industrial, pero en numerosas ocasiones se restringe la importación de insumos que no se producen localmente y de los cuales dependemos del extranjero. La falta de insumos es un problema desde hace ya más de un año. Si no se puede pagar al exterior será difícil que un proveedor nos venda. Hoy las PyMEs no cuentan con los insumos necesarios para generar un producto exportable.

¿Prefieren no asumir el riesgo de salir al exterior?

Con todos los problemas cambiarios muchas empresas prefieren atender el mercado local y no empezar a hacer negocios internacionales. Es una realidad que cada cuatro años se cambian las reglas de juego. Exportar y posicionar una empresa en el exterior no es de un día para el otro. El proceso puede llevar más de un año, dependiendo del producto. Puede haber exportaciones esporádicas pero eso no te vuelve un exportador. A su vez, el cliente del exterior ya tiene miedo porque se hicieron un montón de contratos de exportación el año pasado y al no poder ingresar los insumos se incumplieron porque no se podían fabricar. Todos estos problemas terminan desgastando al empresario PyME a la hora de pensar en exportar.

¿Se perdieron mercados?

Durante el 2023, Argentina tocó el piso de las exportaciones a nivel histórico. Tuvimos un 0.25 de participación en el comercio mundial, ni en el 2001 tuvimos tan pocos negocios en todos los rubros. Una vez que perdés un mercado en el exterior, no es fácil recuperarlo, porque rápidamente entra otro, salvo que sea un producto muy específico.

¿Cuánto impacta la cuestión impositiva, burocrática y logística en el desarrollo del comercio exterior?

Esto es una cadena. Justamente ahora se está hablando mucho de los gastos operativos y de comercio exterior. Las empresas dependen mucho de insumos importados, por lo tanto en una cuestión de competitividad con la variación del dólar, pierden esa parte. Después hay mucha burocracia aduanera, también del INTI, de la secretaría de Comercio que se demoran meses en hacer un certificado. Las importaciones temporales que son para industrializar y exportar, tardan meses en aprobarlas. Todo ese aparato burocrático influye en el costo del producto. Hay un montón de beneficios, pero las empresas no los pueden aprovechar por la burocracia. También necesitamos infraestructura en transporte. Hoy dependemos prácticamente de camiones. El ferrocarril funciona para determinadas empresas, pero no está abierto para todas las empresas. Se necesitan más líneas que puedan transportar las cargas. Traer un contenedor en barco de China a Argentina sale lo mismo que mandarlo en camión desde el Puerto de Buenos Aires a Córdoba. Esto fue siempre así. Geográficamente estamos en el último lugar del mundo, las tarifas para nosotros no son competitivas. Para la exportación estamos muy lejos de las economías principales y tenemos un flete interno carísimo. Si hubiera ferrocarriles, sería distinto para la carga.

Con las reformas que ha propuesto el Gobierno de Javier Milei, se puso en foco el rol del Despachante de Aduana. ¿Es un costo para el comercio exterior?

El Gobierno quiere que cualquier persona que tenga CUIT pueda declarar despachos de importación o permisos de embarque. Pero el despachante no es un gasto más, presta un servicio en un país que cambia las normas de juego de un mes al otro. Además asesora al cliente a la hora de buscar un mercado. Estamos capacitados en materia financiera, cambiaria y bancaria porque tenemos que estar al día con todas las comunicaciones del Banco Central. Es importante que se conozca efectivamente el rol del despachante. No somos solo gestores, tenemos una preparación en leyes penales, podríamos ir presos porque somos responsables solidarios del importador. Nuestra firma no es meramente algo más en la cadena de valor de una exportación o de una importación. La nueva figura no tiene esa responsabilidad. Somos un auxiliar para el cliente y para el servicio aduanero porque es imposible que el servicio aduanero controle todas las importaciones y exportaciones del país. La Aduana no tiene los recursos y si el Gobierno quiere achicar el Estado no va a generar más empleados. Por eso, va a caer toda la responsabilidad en el importador o exportador.

¿La exportación de materias primas se va a seguir profundizando sobre las de productos industriales?

El modelo agroexportador es lo que está buscando este gobierno. Si se le ponen 15% de retenciones a productos industriales es muy difícil que crezca esa exportación. Por otro lado, no hay que ser necios, los productos agropecuarios son la principal fuente de ingreso de divisas del país. Muchos de estos productos tienen en mayor o menor medida un grado de industrialización. Cuando al campo le va mal, al país le va mal. De hecho, la sequía tiene mucho que ver con que hayamos perdido presencia en el comercio internacional. Si a las PyMEs industriales se le corta el financiamiento, se le aplican impuestos carísimos a las importaciones de insumos, retenciones, es muy difícil que puedan seguir participando del comercio exterior y por lo tanto vamos a depender exclusivamente de las materias primas.

¿Hay mercados externos disponibles para la industria argentina?

Por supuesto. Tenemos productos muy específicos. En el sector petróleo, gas y minería tenemos productos que superan a productos japoneses, alemanes. Vendemos tanques para la industria petrolera de todo el mundo. Argentina no exporta solo vino, carne y soja. Hay empresas que han ampliado sus naves industriales, que han incorporado bienes de capital para automatizar las fabricaciones con mucho esfuerzo y con financiamiento apoyado con aportes no reembolsables del Estado para exportar y hoy quedarían afuera del mercado por esa retención del 15%. Además, de nuevo ya está la brecha con el dólar ilegal.

¿Por qué no se logra desarrollar esos mercados?

Se hacen un montón de informes de inteligencia comercial en los que se gasta muchísimo. Tenemos un montón de embajadas en el exterior que trabajan bien, brindan información, te contactan con empresas, ayudan a hacer una agenda de negocios… Pero al momento de hacer la otra parte, la de crear fondos para financiar a las empresas, de facilitarles la parte aduanera para los insumos para poder fabricar y exportar… es como que está separada la parte comercial que funciona en Cancillería o en la Agencia Argentina de Inversiones y de Comercio Internacional que trabajaba muy bien, pero después se va desmembrando toda la estructura. Falta que se escuche más a las PyMEs. Habían hecho una mesa de comercio exterior a nivel nacional, no sé qué pasó con eso. Hay algo en la comunicación entre el Estado y las PyMEs que no está llegando, no creo que sea mala voluntad ni que sean inexpertos. Tal vez, las cámaras industriales no saben cómo llegar a los organismos, no tienen toda la información. Muchas veces las PyMEs están tan metidas en el día a día que no pueden pensar en nada más.

¿Es necesario descentralizar el movimiento del puerto de Buenos Aires?

Las provincias traemos mucha mercadería vía Montevideo que llega al interior en camión. Tienen que cambiar las concesiones de los puertos, no se puede monopolizar por años y años. En Puerto Buenos Aires cada terminal tiene su librito y no se puede coordinar un turno para sacar un contenedor de la terminal porque está colapsada. Esto es un costo más para la carga. Esto hay que solucionarlo. Tiene que haber mayor competencia y que mejoren los servicios.

A partir de la pandemia, se planteó que las empresas se
radiquen más cerca de los centros de consumo. ¿Fue una oportunidad para Argentina?

Durante la pandemia, las dificultades y demoras para que los barcos provenientes de China llegaran a la región permitió que algunos proveedores argentinos recuperaran o ganaran mercados. En el caso de que empresas se radiquen en el país, eso no sucedió. Se dio en Paraguay donde tienen el régimen de Maquila. Eso es atractivo para la radicación de empresas. Es más, muchas empresas argentinas estuvieron interesadas en instalarse allá y dejar en Argentina solo la parte comercial. Pero la mano de obra que tenemos aquí es superior, de una calidad tremenda.

¿Cuál es la importancia de conformar clústers?

El asociativismo es muy positivo para PyMEs sobre todo en cuestiones desde la fabricación de un producto hasta el acceso a un mercado externo. Esto conlleva un gasto económico y de tiempo. Muchas veces, en un clúster hay empresas que ya tienen experiencia en comercio exterior con otras que no. Esa sinergia empuja a las empresas que no han exportado a hacerlo. También permite que las PyMEs, que en muchos casos no cuentan con un departamento de Comercio Exterior, puedan estar asesoradas. Además en un cluster están las Universidades que son muy importantes para el desarrollo de las empresas a través de la innovación. A su vez, son una muy buena forma de poder comunicar las necesidades que tiene cada sector.

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