En una sesión maratónica que inició a las 10:30, la Cámara de Diputados se encuentra inmersa en un extenso debate sobre el proyecto de ley “Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos“. Este proyecto, impulsado por el Gobierno nacional, está siendo evaluado en un plenario que se espera dure al menos 30 horas, con la inclusión de un cuarto intermedio.
Con una presencia de 137 diputados en el recinto, el oficialismo logró ampliamente el quórum necesario de 129 diputados para sesionar, con el respaldo de los bloques dialoguistas como la UCR, el PRO, Innovación Federal y Hacemos Coalición Federal.
En una reunión de Labor Parlamentaria celebrada anoche, encabezada por el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, y los jefes de bloques, el oficialismo aseguró el quórum necesario y la votación favorable en general del proyecto “Bases“. No obstante, persisten diferencias en torno a la propuesta del Gobierno para obtener autorización para privatizar al menos cuarenta empresas públicas.
Extensa sesión y cuarto intermedio
Se acordó que la sesión demandará al menos 30 horas debido a la cantidad de oradores y temas a tratar. Habrá un cuarto intermedio, y se retomará el jueves el tratamiento del proyecto, aunque aún no se ha confirmado si será antes o después de la aprobación en general de la iniciativa.
Los oradores de los dictámenes dispondrán de 20 minutos cada uno. Por parte del dictamen de mayoría, el diputado de LLA, Gabriel Bornoroni, presidente de la comisión de Legislación General, tomará la palabra. Por los de minoría, los oradores serán Carlos Heller (UXP), Juan Manuel López (CC), Mónica Fein (Partido Socialista) y Christian Castillo (Frente de Izquierda).
La sesión, la primera dirigida por Menem, inició con la toma de juramento de los diputados nacionales Ernesto Ali (UxP-San Luis) e intendente de La Toma, quien pidió licencia para asumir su banca, y Mónica Ferreyra (La Libertad Avanza-CABA), quien reemplazará a Diana Mondino, ministra de Relaciones Exteriores.
Aprobación de cargos y homenaje póstumo
Se aprobó por unanimidad la continuidad de Ana Laura Lozano como Prosecretaria parlamentaria, pendiente desde la elección de autoridades de la cámara el pasado 10 de diciembre.
Menem propuso un minuto de silencio en homenaje al fallecido exdiputado nacional y exgobernador de la Pampa, Rubén Marín.
Posteriormente, el plenario tiene su hora y media de cuestiones de privilegio y declaraciones políticas antes del debate del dictamen de mayoría.
Los cambios al dictamen de mayoría, que se redujeron de 524 a 385 artículos, se leerán al comenzar el debate, que se abrirá con el discurso de Gabriel Bornoroni, presidente de la comisión de Legislación General.
Respaldo y desafíos para el oficialismo
El oficialismo aseguró el quórum con 129 diputados y anunció su apoyo al dictamen de mayoría. LLA, con 38 diputados y 7 aliados, necesitaba el respaldo de las bancadas dialoguistas para aprobar cada artículo de la ley, especialmente en temas como la privatización de empresas públicas.
Hasta ahora, tiene garantizados más de 140 votos para la aprobación en general y necesita reunir al menos 128 sufragios, teniendo en cuenta que Menem no vota, para imponerse en cada capítulo del dictamen que cuenta con 385 artículos.
Los puntos clave del dictamen de mayoría que se debatirán son la declaración de emergencia pública, la reforma del Estado y las privatizaciones de empresas públicas. Menem mantuvo conversaciones con los bloques dialoguistas para superar las diferencias en torno a privatizaciones, seguridad, pesca, hidrocarburos, biocombustibles y aumentos de impuestos internos.
Facultades delegadas y puntos en controversia
En cuanto a las facultades delegadas, el Gobierno aceptó limitar la emergencia pública a siete materias, a pesar de un pedido de Hacemos y la UCR de eliminar la energética, tarifaria y de seguridad.
Sobre las privatizaciones, el Poder Ejecutivo propone vender todas las empresas públicas, con excepción de YPF. En el caso de Nucleoeléctrica, Banco Nación y Arsat, se estableció que el Estado solo puede realizar una privatización parcial, manteniendo el control de la empresa. El radicalismo busca compromisos para enviar un proyecto por cada empresa a privatizar, y Hacemos quiere excluir al Banco Nación, Arsat y Nucleoeléctrica de esa lista.