El secretario General de la Unión de Trabajadores Gastronómicos y Hoteleros de la República Argentina (UTHGRA) seccional La Plata, Mauro Coronel, analizó en Ser Industria Radio la actualidad del sindicalismo en la era Milei.

El dirigente, hizo referencia a la medida de fuerza convocada por la CGT para el jueves 9 de mayo y al respecto sostuvo que ese día habrá adhesión no sólo de los trabajadores, sino que se sumarán empresarios y comerciantes.

En otro orden, dio su parecer en relación a las propuestas de modernización laboral, la relación del gobierno liberal con los gremios y la pérdida de capacidad de compra de los salarios.

¿Cómo atraviesan la recesión los trabajadores de tu gremio?

Nuestro Secretario General a nivel nacional, Luis Barrionuevo, lo dijo claramente:  estamos viviendo otra pandemia pero sin virus. Es terrible lo que le está pasando a nuestra actividad. La gastronomía, la hotelería, el turismo, tienen poco trabajo. El  sector vive una baja de consumo muy importante.

¿Hay despidos, suspensiones, cierre de negocios?

Por ahora los despidos fueron muy pocos y no tuvimos cierres. Si la actividad económica no levanta, nos va a ir mal a todos. Vamos a tener que hacer algún plan de lucha como lanzó la CGT Nacional,  porque así no va más.

¿Hay diálogo con los empresarios?

Si. El tema es ver de qué forma se puede mitigar el momento, la crisis nos toca a todos. En la pandemia el estado ayudaba para mantener las fuentes de trabajo… Acá no hay ayuda del gobierno y se complica. Para la gastronomía tradicional el consumo bajó más o menos un 30%, en algunos lugares más. No hay cierres porque todos tienen fe en que se puede mejorar, están aguantando. La gastronomía consume mucha energía y eso también impacta.

El gobierno propuso quitar la obligación de aportes a las obras sociales sindicales. ¿Pierden adherentes? 

Hay que recordar que un fallo judicial contra el DNU bloqueó el capítulo sindical. Sobre las obras sociales, lo están planteando, pero faltan mecanismos que tiene que manejar la Superintendencia de Salud. Todavía no hay nada. Nosotros brindamos una buena cobertura y vamos a hacer todo lo posible para mantenerla con todos los servicios.

Se habla del crecimiento del trabajo negro, lo contrario a lo que impulsa el gobierno. ¿Lo ven igual ustedes?

Nuestra actividad es muy complicada. Los empleadores son “mañeros”, muchos  trabajan con personal en negro y nos falta ayuda del Estado para controlar. Nosotros salimos a blanquear a los compañeros. Pero la situación se complica porque, cuando se blanquea un trabajador, hay que pagar más carga social. Entonces el empresario analiza si le conviene. Es complicado en el marco económica que estamos viviendo.  

¿Esto sucede en el sector gastronómico y la hotelería? 

En los hoteles casi no hay trabajadores sin registrar. Son muy pocos. Hemos detectado, en algún servicio tercerizado, pero los casos son muchos menos que en la gastronomía, donde siempre fue así. 

¿Se necesita más control o una reforma laboral?

Creo que las leyes están bien. Hay que hacer un modelo donde al empleador le convenga blanquear al trabajador, que obtenga beneficios fiscales. Necesitamos insertar en la sociedad personas con obra social, jubilación, seguro de vida,  beneficios… Tiene que haber un plan de regularización laboral. Esa tarea es del gobierno.

¿El sindicalismo está  abierto a tratar una actualización o modernización laboral?

Cuando fue a reunirse con los ministros, la CGT llevó al Congreso un plan de actualización de convenios. Algunos están desactualizados en relación a la tecnología. Eso no implica una reforma laboral, ni que vamos a perder condiciones de trabajo, porque eso no lo podemos negociar, son condiciones ganadas. Queremos agregar categorías, hablar de capacitación a raíz de la tecnología. Estamos para ayudar, tenemos centros de capacitación, nos adaptamos, vamos sacando cursos nuevos. Creemos que tiene que hacerse desde ahí. 

Milei impulsa acuerdos por empresas en lugar de paritarias por actividad. ¿Cómo ves esa idea?

Eso debilita al movimiento obrero. Lo lógico es hablar con la cámara empresaria que nuclea a todos. En nuestro caso, tenemos casi 400 establecimientos. Es imposible hacer discusiones individuales. Pensemos que, por ejemplo, podría haber mozos con salarios mejores que otros. La Constitución dice que corresponde “igual remuneración por igual tarea”. Eso rige desde hace muchos años, por eso insistimos en negociar con cámaras empresariales. 

¿El gobierno busca debilitar al movimiento sindical?

Diferentes gobiernos lo hicieron. Alguno para negociar, otro para romper cuando estamos todos juntos, eso siempre va a pasar. Ahora hay que ver quién es el sindicalista que se abre, quién dice “yo no hablo” y está hablando por atrás… Son  cosas que pueden llegar a pasar como pasaron toda la vida. Creo que ahora hay unidad y se van a tomar muchas decisiones concretas e importantes para todos 

¿A nivel nacional cuál es el panorama de la actividad? 

La situación es pareja en todo el país, se nota una fuerte baja de consumo. En lugares como Bariloche, Tierra del Fuego, el sur, se trabaja mucho con turistas extranjeros y mantienen un buen nivel de actividad. Pero el trabajador gastronómico está mal porque enfrenta  la suba de todo, desde los servicios hasta los alimentos El sueldo quedó planchado y se están negociando otras condiciones para recomponer el salario más rápido. En la costa Atlántica también estuvo complicado. En Semana Santa viajó mucha gente pero fue un turismo muy gasolero. La gente buscó alternativas para no ir a los restaurantes. Vimos muchos autos por la autopista pero en nuestro rubro el  consumo fue muy bajo. 

Daniel Scioli habló de un 15% más de turistas que el año pasado en Semana Santa… 

Si y los que se beneficiaron mucho fueron los dueños de estaciones de servicio vendiendo combustible. La gente se movió y ellos trabajaron muy bien.  En Semana Santa, los hoteles de cuatro y cinco estrellas estaban completos, pero los dos o tres se ocuparon en un 30 o 40%. La clase media ya no puede gastar más.  

¿Cómo creés que será el paro nacional del 9 de mayo?

La medida fue tomada por todas las centrales de trabajadores. Para nosotros se tiró una fecha muy larga, pero a nivel nacional, ven otras cosas. La CGT está manteniendo charlas, consideraron necesario plantearlo para más adelante. Pero también el 1 de mayo se va a hacer una gran movilización. La gente va a copar la plaza. 

A 4 meses de gestión, se llama al segundo paro general. ¿Son planteos políticos? 

La CGT no tenía diálogo con el Gobierno, no había un interlocutor. Eso caldeó los ánimos, enojó al sindicalismo. Recién ahora, los dirigentes fueron a la Casa Rosada y pudieron hablar. El paro responde a la pérdida del poder adquisitivo. Con el gobierno anterior, se dialogaba. La CGT se decidió por el paro, era lo que todos estábamos esperando. Será contundente. 

El gobierno dice que las bases lo apoyan. ¿Esperan un acompañamiento fuerte? 

El 9 de mayo no sólo pararán los trabajadores, todos la estamos pasando mal. Van a estar las PyMEs y los empresarios, aquellos que tienen un restaurante y les llegan las boletas de luz y gas. Van a ejercer el derecho a reclamar algo que está mal y pone en riesgo su negocio. La sociedad va a demostrar su descontento.

Venimos de una inflación de 25% en diciembre y va bajando. ¿Ayuda a recuperar el salario? 

No, nunca va a llegar a eso. Ese 25% de diciembre vino con una devaluación del dólar del 100% que influyó en todos los precios que aumentaron más del 200%. Eso hizo que el salario esté muy por debajo, se ha licuado tanto que es muy difícil recomponerlo. Queda ver para adelante cómo vamos a hacer para que a cada compañero el sueldo le alcance para comer. 

¿Tenés esperanza de que cambie el panorama? 

Tiene que cambiar para que la situación no explote. Para evitarlo, tienen que ponerse los pantalones y hacer lo que tienen que hacer. Ojalá no terminemos mal. Deben tener sensibilidad con la parte social que vive nuestro país, en eso hay que hacer foco porque la sociedad está muy mal.

El turismo en La Plata

La Plata fomenta el turismo y eso implica la necesidad de mejorar servicios. ¿Trabajan en ese sentido?

Sí, capacitamos entre 300 y 400 compañeros por año en diferentes cursos, como hotelería, mucama, recepcionista, conserje de hotel, barman, cocina, cocina sin TAC, cocina saludable, inglés gastronómico… Tenemos una variedad de cursos que sirven para que el empleador sepa que va a tener trabajadores de calidad. Es parte de nuestro compromiso. A ellos les corresponde insertar y blanquear al personal.

¿Está unificada la representación patronal?

Hay dos entidades del sector gastronómico, pero se habla mucho en forma  individual, vemos qué está pasando en cada caso. Defendemos a todos los trabajadores, más allá del lugar en que se agrupen los establecimientos de gastronomía u hotelería.

Hay crecimiento hotelero en los últimos años… 

Sí, se inauguraron establecimientos de cuatro estrellas, categoría que no había. Eso llevó a posicionar a la ciudad como un lugar para venir a quedarse, no solamente de paso. Ahora tenemos los mejores servicios. Desde el gremio acompañamos con las capacitaciones en forma constante. 

La sensación es que la demanda está ligada a los recitales. ¿Hay algún  registro? 

Nosotros no manejamos registros, pero sí estadísticas. Quien cuenta con más datos es el Ente Municipal de Turismo (EMATUR). Allí estuvimos participando y queremos seguir haciéndolo. Pero más allá de los espectáculos, sabemos que muchas personas vienen a pasear y conocer lugares históricos. Esperamos que esta actividad siga creciendo.