El colapso del sistema de transporte de alta tensión impide el desarrollo de energías renovables

El especialista Juan Manuel Alfonsín analizó la actualidad el sector y destacó las oportunidades que tiene Argentina.

10 mayo, 2024

El Director Ejecutivo de la Cámara Argentina de Energías Renovables (CADER), Juan Manuel Alfonsín, anunció en Ser Industria Radio que la entidad analiza el  desarrollo del sistema de alta tensión, ya que “está colapsado y no permite que se instalen grandes parques eólicos y solares”.

Desde los estudios de 221 Radio FM 103.1, el especialista, abogado y máster en Administración de Empresas, explicó que CADER nuclea alrededor de 100 socios en todo el país. Indicó que “el 99% son PyMEs, pero también tenemos grandes empresas como YPF Luz, Total Energy, Pan American Energy, entre otras”.

También se refirió a la importancia de este recurso energético, ya que los mercados externos comenzaron a aplicar impuestos de Frontera en relación a la intensidad energética de cada producto y la huella de carbono

En otro orden, señaló que el aumento de las tarifas eléctricas disparó el interés para invertir en paneles solares a nivel comercial, residencial e industrial. Puntualizó que la quita de subsidios, reduce los tiempos de amortización que, de 10 u 11 años, bajaron a 4 o 5 años.

¿Qué es CADER?

Es una Cámara que va a cumplir 16 años, que en energías renovables equivale a 160. Lo más importante es que es una asociación muy federal, integrada por empresas de todo el país. Nos organizamos en comités de distintas tecnologías como energía eólica, solar fotovoltaica, generación distribuida, pequeños aprovechamientos hidroeléctricos, hidrógeno verde y almacenamiento. También tenemos comités transversales para apoyo a los socios en materia de regulación de comercio exterior, legales… A su vez, representamos a todas las empresas de biogás y biomasa. Hacemos mucho trabajo de investigación, generado con fondos propios o concursos como el que logramos con la embajada del Reino Unido en Argentina.

¿Qué estudios realizan?

Hicimos estudios para  seguir expandiendo el sistema de alta tensión y continuar sumando energías renovables, también de hidrógeno verde o de “quién es quién” en este sector en Argentina, con la consultora KPMG. Colgamos todo en la página cader.org.ar y cualquier persona puede consultar nuestros trabajos. Estamos por desarrollar un concurso que hemos ganado para el desarrollo de la generación distribuida en reemplazo de generación con gasoil o problemas de punta de línea con generación térmica, que es contaminante.  

¿CADER incluye a las compañías de La Plata?

En La Plata hay muchas empresas que tendrían que estar asociadas porque la ventaja que tenemos es la relación muy cercana a nivel nacional, provincial y municipal. Siempre somos consultados cuando se va a sacar una regulación. Estamos en contacto directo con las Cámaras de Diputados y Senadores por el proyecto de Ley para Hidrógeno Verde para los próximos 100 años. Hemos participado en la ley 27191, la 27424 de generación distribuida. Cada vez que van a sacar una Resolución de la secretaría de Energía, tanto desde la Nación como de las provincias, nos consultan. También cuando hay que instaurar una nueva figura como la de Generación Distribuida Comunitaria, que sería muy bueno que incorpore la provincia de Buenos Aires. 

¿Cómo funciona?

Son situaciones donde se juntan tres o cuatro familias o industrias para hacer un parque solar que no esté ubicado solamente en el predio del que lo va a consumir, sino donde sea más práctico instalarlo. Se le avisa a la distribuidora que estos cinco suministros aportaron al parque solar y se les descuenta de sus facturas la energía que consumen. Si sobra, aportan a la red y se les remunera esa energía. 

Es algo novedoso…

Cuando recibimos en CADER a la viuda de Steve Jobs, le contamos que teníamos cuatro o cinco provincias con esta figura. Quedó muy sorprendida porque no sabían que existía y decidió apoyarla. Probablemente vengan este año. Generamos estas cosas y brindamos asesoramiento a todas las PyMEs que no tienen en su estructura un departamento de comercio exterior, regulación o legales.

¿Cómo está nuestro país en materia de renovables?

En 2005 se sancionó la Ley 26190, de Desarrollo y Fomento a las Energías Renovables. Fue muy interesante porque se sancionó por unanimidad durante un gobierno del Partido Justicialista, el autor fue el senador de Chubut, Marcelo Guinle. Luego fue mejorada y completada en 2015 bajo el gobierno de Juntos por el Cambio, también con el 100% de aprobación en Diputados y el Senado. Con esto pasamos de una matriz energética renovable del 0,5% en 2005 al 14% actual. Cuando los argentinos nos pusimos de acuerdo, hubo una decisión y un contexto  macroeconómico más o menos estable, hubo un despegue impresionante. En el último tiempo se alcanzaron casi 6000 megavatios de potencia instalada, con una inversión de más de US$7500 millones. Estos números hablan por sí solos. 

Hay una meta para el 2025…

Si, la Ley 27191 fija el objetivo de llegar al 20% del consumo de energías renovables en 2025. Estamos en el 14% y nos encontramos con un sistema de transporte de alta tensión que ha quedado colapsado. No hay más capacidad de transmisión para hacer grandes parques eólicos y solares. Hay otras alternativas, como el mercado a término que todavía sigue creciendo un poco y la Ley de Generación Distribuida. Son pequeños parques solares o eólicos que nos permiten a todos, como ciudadanos, convertirnos en prosumidores, producir nuestra propia energía, consumirla y entregarla a la red si hay excedentes. Con esta ley no alcanza, pero es una condición necesaria, sobre todo si no hay una expansión del sistema de  transporte en alta tensión. Necesitamos ampliaciones del sistema para lograr ese objetivo y seguir creciendo en la transición energética.

¿Esta imposibilidad frena las inversiones?

Más que frenadas, no están creciendo al ritmo que venían registrando. Se están construyendo algunos parques solares y eólicos en lugares donde no están ni los mejores vientos, ni la mayor radiación, pero es donde pueden instalarse. Argentina tiene los mejores vientos del mundo, no solamente en la Patagonia, sino en el sur de la provincia de Buenos Aires y centro del país. También las mejores radiaciones solares, no solamente en el NOA, sino también en Zona Centro y Cuyo. Pero si no expandimos el sistema de transporte, no vamos a seguir aprovechando esas ventajas y el mundo nos está mirando.

¿Si hay más renovables pueden bajar las tarifas?

No. Veníamos de un proceso de muchos años con un esquema tarifario de subsidios que no acompañó el desarrollo de las energías renovables. Solamente estaban destinados a grandes parques y grandes consumidores. El nuevo gobierno tomó la decisión de sincerar los costos. En lo personal no comparto la metodología ni hacerlo todo de golpe como se como se hizo, pero era algo que debía hacerse. Estamos en un contexto donde las tarifas crecieron un 300% de promedio y seguramente van a seguir aumentando. Ésto, automáticamente disparó las consultas a nivel comercial, residencial y sobre todo industrial, para mitigar los aumentos a través de energías renovables. Estas inversiones terminan costando más barato que las tarifas de las  distribuidoras o cooperativas eléctricas del país.

¿Era posible ajustar las tarifas gradualmente?

Creo que nos fuimos de un extremo al otro. Teníamos un subsidio que ya no permitía ni garantizaba el suministro de energía eléctrica y pasamos a un esquema de liberar todos los subsidios. Solamente quedan dos tramos tarifarios, el N2 y el N3 que son las personas que más necesidades económicas tienen, el siguiente nivel que están pensando liberalizar. Esto podría haberse hecho de manera  más gradual.

¿Los subsidios llegaron a cubrir el 90%?

Depende del tramo tarifario. Se hablaba de que solamente con lo que uno pagaba, la tarifa se recuperaba entre un 20 y 25% de los costos de esa generación eléctrica. En determinados momentos hemos llegado al 40, 50 o 60%. El gobierno actual quiere que sea el 100%. Eso lleva un proceso y tiempo. 

En las energías renovables, ¿qué aporta el estado?

El Estado es un consumidor de energía eléctrica como todos nosotros, Creo que hay que destacar cómo está constituida la matriz energética. Argentina tiene instalados 44.000 megavatios de potencia en distintas tecnologías sea nuclear, térmica, renovables e hidroeléctricas… En muy poco tiempo las renovables pasaron del 0,5 al 14%. Podemos y debemos seguir creciendo. El 60% que se genera con gas natural, con fueloil, gasoil y en algunos casos hasta con carbón, deben tender a ir disminuyendo. Esto es lo que está sucediendo en los países más importantes del mundo y a lo que debemos apuntar con decisión.

¿Por qué?

Si queremos ser un país exportador para generar las divisas que necesitamos, debemos entender que ya se están aplicando, sobre todo en la Comunidad Europea, los llamados Impuestos de Frontera o Aranceles para arancelarios. Esto significa que, cuando uno quiera exportar a otro país, le van a preguntar la intensidad energética del producto y la huella de carbono que tiene el producto. Es decir, con qué se generó la energía eléctrica para producirlo. Van a pedir la trazabilidad para saber si se hizo con energía a base de combustibles fósiles o renovable. Es un mensaje muy importante que tenemos que trasladar y un tema sobre el que se debe trabajar.

¿Qué tipo de energías renovables podrían desarrollarse en La Plata?

Hay una posibilidad muy grande, sobre todo por el aumento de tarifas que se ha producido, con pequeños y medianos parques solares. Si bien la radiación no es de las mejores del país, se puede generar bastante. De hecho, hay algunos instalados. Por ejemplo, el Estadio Uno, de Estudiantes tiene paneles solares en el techo y algún molino también. Los calefones o tanques solares pueden ser una alternativa muy importante para dejar de consumir gas natural. La inversión se hace una sola vez y después brinda agua caliente por mucho tiempo. Hay experiencias de más de 15, 20 años de termotanques funcionando. Es una tecnología probada, madura y cada vez más accesible

¿El país desarrolla esa tecnología? 

Argentina tiene por lo menos tres plantas de ensamblado y fabricación de termotanques solares. Otro elemento que hay que explorar mucho es la energía biomásica, tanto biogás y biomasa. Buenos Aires es una provincia agropecuaria y tiene regiones donde se produce agricultura y ganadería. Tenemos que aprovechar todos los gases y la descomposición de la materia biomásica en los rellenos sanitarios. No podemos tener más basura a cielo abierto. El metano que se produce por la descomposición en los basurales a cielo abierto, genera más gases de efecto invernadero que el transporte y la industria o como cualquier otro efecto contaminante. Esto se está mirando desde el exterior con satélites y miden los gases que emitimos a la atmósfera.

¿Se necesitan inversiones muy grandes?

Lo más importante es capturar toda la naturaleza que tenemos a disposición para transformarla en energía. Está a nuestro alcance. Estamos en una ciudad que tiene una densidad de universidades más grande que San Pablo, Brasil, que es de las más importantes de Latinoamérica. Contamos con un nivel de conocimiento y de aplicaciones que se podrían estar haciendo muy importantes. Nos está faltando la asociación público privada. Los que estudiamos y egresamos de las universidades públicas, sean la Universidad Nacional o la Tecnológica, tenemos que aportar y devolverle a la comunidad que nos ha permitido estudiar y aprender. Mucha gente se está volcando a las energías renovables desde las facultades de La Plata, eso hay que capitalizarlo y aprovecharlo. Nuestro recurso humano es muy valorado en Latinoamérica y el mundo.

¿Crecen proveedores locales a la par del desarrollo de las energías renovables?

Sí. El inconveniente es que vivimos ciclos económicos cada vez más cortos. El proveedor planifica, invierte, se endeuda y cuando más o menos está recuperando su inversión, se corta el ciclo. Esto hace que dude a la hora de emprender porque no sabe si el contexto va a permitir que se desarrolle. Es lo que también tenemos que plantearnos. Necesitamos un país que vaya más allá de uno o dos mandatos presidenciales y que empecemos a mirar a largo plazo. La gente quiere hacer cosas, tenemos un país magnífico y merecemos algo mejor.

En Argentina es difícil amortizar un panel fotovoltaico domiciliario. ¿Es igual en todo el mundo?

No, porque normalmente en el mundo la energía se cobra lo que cuesta. Al no estar subsidiada, que es lo que está empezando a pasar aquí, permite pasar de entre 10, 11 o más años de amortización de un panel solar a algo más razonable, 4 o 5 años. La vida útil de un panel bien cuidado, que no requiere demasiado mantenimiento, es de 25 años. Si uno recupera la inversión en cuatro o cinco, quedan 20 años de energía solar. El sol sale todos los días, cuando está nublado genera menos pero genera y es energía gratuita todos los días.

Al ser beneficio para todos, ¿debería ser financiado?

Exactamente. Con la Ley 27424, el objetivo es llegar a 1.000 megavatios instalados. Brasil tiene 18 millones. En este momento tenemos 35, porque las tarifas estaban muy subsidiadas y no se podía amortizar rápidamente el panel solar. Tenemos que llegar en cinco años más a esos 1000. La provincia de Córdoba tiene más del 45% de la instalación de generación distribuida por dos motivos: tarifas razonables que permiten amortizar rápidamente el panel solar y financiación del banco público. Sin estos componentes, es muy difícil. Esto se debería alentar. La transición energética llegó, no es un título ni una moda, está para ser aplicada, el mundo va por ese camino. Hay que tener una matriz de generación más limpia, sostenible, más verde, que permita que los productos y servicios que se generan en Argentina puedan exportarse sin huella de carbono.

¿La sociedad está comprendiendo esta necesidad?

Como todo en la vida, lleva un proceso, un aprendizaje. La gente está empezando a ver y a estudiar. En CADER, tenemos un montón de cursos, seminarios de apoyo y las empresas, sobre todo las PyMEs, son grandes responsables del desarrollo de las energías renovables. En definitiva las grandes empresas terminan subcontratando a empresas desarrolladoras o planificadores de parques solares, eólicos, de pequeñas centrales hidroeléctricas de materia biomásica. Tenemos un gran camino para recorrer juntos.

¿Cómo afecta el cierre de la obra pública?

No hay plata para la obra pública, pero han puesto tarifas que hacen que, con la generación distribuida, los propios vecinos podemos producir nuestra propia energía. Hay un montón de empresas en CADER que están asesorando a familias, industrias, comercios, para que empiecen a instalar y utilizar generación sustentable y renovable. Como dijimos, debería ser acompañado no solamente por la banca privada, que no lo está haciendo a las tasas que necesitamos, sino también por la banca pública.

¿Qué lugar ocupa el hidrógeno verde?

El hidrógeno verde es la separación de la molécula de la fórmula del agua que estudiamos en el colegio secundario. Bajo un proceso que se llama electrólisis Argentina ya produce 400.000 toneladas/ año de hidrógeno, pero lo obtiene a partir de la transformación del gas natural. Hay que empezar a convertir esa transformación con energía renovable y sustentable, no con gas natural, carbón, ni ningún otro hidrocarburo. Cuando se hace el proceso de electrólisis en un parque solar o eólico, se pueden obtener muchos subproductos que el mundo está buscando. El hidrógeno como gas es muy volátil, hay que enfriarlo, es muy difícil transportar, se puede aplicar en la industria del vidrio, del cemento, del acero, de la petroquímica. Un subproducto muy importante, que el mundo necesita, es el amoníaco que se puede utilizar para fertilizantes y puede transportarse en barcos. Otro de los derivados es el oxígeno, que no vamos a exportar. Pero nosotros importamos oxígeno para nuestros hospitales y el oxígeno que se produce mediante electrólisis es el más puro del mundo. Argentina dejaría de importarlo. Hay una empresa socia de CADER, Hychico que está en Diadema, provincia de Chubut y desde el 2008 está produciendo hidrógeno verde. Es la primera que lo hace en Argentina y Latinoamérica, pionera en el mundo. 

¿Está creciendo?

Habría que trabajar a mayor escala, esto significa incorporar tecnología. Tenemos las mejores radiaciones del planeta, estamos entre las cinco mejores. Vientos tan importantes con un factor de capacidad que ronda entre el 65 y el 70%. Quiere decir que de las 8760 horas que tiene el año, el 70% se está generando. En Europa si uno consigue el 42%, tiene un parque fantástico. Los mejores vientos que tiene Europa en el Mar del Norte son inferiores a los que tenemos nosotros. Son las cosas que tenemos que aprovechar.

El desarrollo de Vaca Muerta o el offshore, ¿sirven para apalancar a las renovables?

Van por caminos diferentes, pero ambos desarrollos deberían tener la oportunidad de contar con un marco normativo, estabilidad financiera, un régimen cambiario y continuidad, porque son inversiones a largo plazo. Un proyecto offshore, de LNG, minero o Vaca Muerta, requiere grandes inversiones, estabilidad, continuidad, seguridad jurídica y mucha institucionalidad. Nosotros pedimos lo mismo para las renovables, sin subsidios  ni beneficios.

Al margen de la ruta 2 hay molinos, aunque estén lejos de la Patagonia…

Hay mapas de vientos a nivel mundial. Esa zona tiene vientos muy buenos, no son los patagónicos, ni siquiera los del sur bonaerense, Bahía Blanca, Olavarría, Tandil, Tres Arroyos, Punta Alta… Lo que referís se encuentra en Vivoratá, hay  11 aerogeneradores de los 85 que se van a instalar. Todavía hay muchos proyectos de energía solar, eólica y de biomasa en proceso de construcción. Tenemos 5.800 megavatios de energía renovable de los 44.000, Pensemos que 22, 23% son grandes centrales hidroeléctricas, un 4% es nuclear y todo el resto es térmico. Ya pasamos a las nucleares, ahora vamos en busca de las grandes centrales hidroeléctricas.

¿La energía nuclear es considerada renovable?

Es una larga discusión. A raíz de la guerra entre Ucrania y Rusia, Alemania apagó todas las centrales nucleares porque se estaba abasteciendo de gas ruso. A partir de esa situación tuvieron que volcarse rápidamente a la generación con carbón que es lo anti renovable porque ya habían apagado las nucleares. Ahora hay una onda que dice que las nucleares serían primas hermanas de las renovables. En lo personal no le encuentro mucho sentido. Está claro que la transición energética es con energías 100% renovables y nos quieren llevar a una discusión que está un poco forzada o tirada de los pelos.

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